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ECONOMÍA CAFETERA Y ESTADO


Enviado por   •  16 de Enero de 2012  •  Informe  •  1.522 Palabras (7 Páginas)  •  483 Visitas

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ECONOMÍA CAFETERA Y ESTADO

En esta época de 1903 a 1930 queda eslabonado el viejo proyecto centralista de Núñez y Caro, inscrito en la constitución del 86, a las exigencias de modernización económica y social, nítidas y contundentes después de 1930.

Aparece en estos años una base económica estable que favorece: a) la centralización del poder; b) la unificación orgánica de clases dirigentes de naturaleza regional y provinciana, y c) su consenso en torno a la organización del Estado.

El desarrollo de una economía exportadora competitiva en los mercados internacionales es patente: entre 1910-1912 y 1930 se sextuplica el volumen de café exportado; entre 1905 y 1930, Colombia pasa de producir el 3% de la cosecha mundial de café a producir el 12%.

Este desarrollo cafetero tuvo tres efectos que son relevantes en el análisis de la centralización política:

Primero, creó condiciones para la diversificación económica y la profundización de la división social y técnica del trabajo, impulsando el tránsito de una economía agrominera y artesanal a una economía manufacturera urbana (fabril y artesanal) y, mediante la mejora de las comunicaciones, a una mayor movilidad de la fuerza de trabajo, del capital y la inversión y a una integración espacial de las regiones económicas y de los mercados locales. Así, por ejemplo, el ámbito territorial de la acumulación de capital de origen cafetero rebasó el ámbito territorial de las regiones productoras de café.

Segundo, el aparato burocrático-estatal se expandió considerablemente en este periodo. Entre 1910 y 1930 los ingresos del estado central se triplicaron en términos reales per cápita. Con todo, la relación ingresos del estado central/ingresos de departamentos y municipios fue fluctuante en el período aunque en el decenio de 1920 se fortalecieron considerablemente las rentas del estado central y de los departamentos y se deprimieron las municipalidades. Hacia 1930 estos indicadores señalaban que la centralización política había avanzado considerablemente; la composición porcentual de los ingresos fiscales era: estado central, 43,5%; departamentos, 39,5%; municipios, 17%. El terreno estaba preparado para el gran viraje hacia el control de los ingresos y del gasto público por parte del centro político, fenómeno que se da precisamente en este decenio de 1930.

Tercero, en el plano de la vida política y social, la expansión de la economía cafetera y el incremento del tamaño del Estado y la mayor complejidad de sus funciones económicas provocan fuertes dislocamientos en la tradicional correlación de fuerzas entre diferentes regiones. Aparecen en la escena nuevas clases sociales que van ganando consistencia con la urbanización y diversificación de las ocupaciones. El periodo de 1910 a 1930 corresponde a la etapa formativa de las clases populares urbanas modernas, a la formación del sindicalismo urbano y de los enclaves petrolero y bananero y, finalmente, al ascenso de la protesta campesina; la reforma agraria se convierte en un tema apremiante de la sociedad urbana politizada.

ESTADO Y REGIONES

Habría que subrayar que la expansión del aparato estatal, su mayor cobertura territorial y el incremento de sus recursos, no fue un fenómeno lineal en la dirección del debilitamiento correspondiente de las fuerzas regionalistas. Más que debilitarlas, el fortalecimiento estatal de 1903-1930 (y en particular del decenio de 1920) contribuyó a la redefinición del balance interno de polos regionales. En la medida en que el centro político estatal ampliaba el campo de su intervención económica —dentro de un modelo liberal de desarrollo económico— más se fortalecían los intereses regionales ligados al sector exportador e importador, como se desprendería de un estudio del efecto de las políticas en torno al arancel, a la moneda y la banca, o de la política de obras públicas.

En el interior del mismo "sector cafetero" hubo desplazamientos considerables y reacomodamientos notorios. Una hipotética jerarquización regional del país cafetero mostraría que el occidente, dominado por los antioqueños, rebasaba a las regiones del centro-oriente colombiano. Del lado de la producción, la finca cafetera caldense desplazaba a la hacienda de Cundinamarca y Santander como la unidad más dinámica del desarrollo; y del lado de la comercialización, las inversiones ferroviarias en el occidente daban piso al eje

Medellín-Cali-Buenaventura, incrementando la productividad general de la economía agroexportadora e importadora.

En otras regiones, la modernización produjo fisuras y redefinió los balances internos. Verbigracia, en la zona bananera de Santa Marta se presentaron fuertes conflictos económicos y sociales en el seno dejos plantadores colombianos por su posición relativa frente al monopolio de la United Fruit Company.

MODERNIZÁClON Y GAMONALISMO

La expansión de una economía moderna altamente localizada no afectó automáticamente el esquema político tradicional de partidos. La estructura del sistema de lealtades partidarias

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