EL SUPLICIO DE SAN ANTONIO.

ITZEL ANAHI ORDOÑEZ ASCENCIO - 15075385

217 H

SEMINARIO DE PROBLEMAS SOCIALES Y ECONOMICOS

ENSAYO LITERARIO

“CANASTA DE CUENTOS MEXICANOS” – TRAVEN B.

(EL SUPLICIO DE SAN ANTONIO)

5/03/2016

EL SUPLICIO DE SAN ANTONIO

El entusiasmo de creer o no en alguien puede llegarte a cometer ilusiones falsas como la de este obrero, cometer un error por un beneficio propio sin pensar a que puedes llegar. Por ello mismo es necesario basarse en tu concepto propio de como alcanzas una meta en la vida, sin embargo este protagonista principal, creyendo en  algo que era propio de una tercera propia, guiándose por ella.

Es así que la historia de este hombre es solo en la ambición de encontrar el reloj, se entiende que es una persona que carece de recursos y que tiene  que trabajar duro para poder sobrevivir, pero él quiere darse el lujo de comprar un reloj costoso, que solo las persona de alto nivel económico puede obtener,  y que él lo obtuviera con mucho esfuerzo dependiente del trabajo que el da a diario, es complicado. Es por ello que desde ese punto se desarrolla la historia, en que lo obtiene y lo pierde.

Su coraje por recuperarlo es el punto de ebullición, por muy inteligente que fue al plasmar su nombre en el reloj, eso no importo para la perdida, y aparte de ello guiarse por sus creencias para llevarlo a su iglesia para que pueda ser protegido por ello. Se descartaron los puntos de que fuera robado. Así que en cuanto se pierde se decide hacer la búsqueda por los caminos que se recorrió en su día, en su trabajo en las minas y por supuesto este no apareció.

Así que lo interesante y el punto que se toma por partida, es que recurre a esa tercera persona, diciéndole que podía recurrir a San Antonio para pedirle el regreso de este reloj tan costoso, sin sufrir pérdidas. Como se presentó ello, hizo lo que se dijo,  fue a una iglesia lejana del pueblo, en busca de este Santo, y es cuando se encomienda a él, rezando y pidiendo por  su reloj de regreso, pero según las palabras de esta persona se dijo que él tenía que ir todos los domingos para rezar y pedir,  así fue todo los domingo él fue para rezar para él.

Pasaron las semanas y por su arrogancia e ignorancia se desesperó de que no llego lo que el buscaba, es así que él se enojó bastante y comenzó a insultar, a maldecir a ese santo, y le dijo que le daba una semana más para que su reloj apareciera lo  más pronto posible, si no era así el mismo se iba a encargar para que su presencia desapareciera de la iglesia para siempre.

Paso el tiempo

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