Ejemplo De Ensayo

El negocio del nazismo en Alemania: Ultraderecha, antisemitismo y el amor al dinero

El siguiente ensayo se centrará en describir y explicar de qué manera los intereses industriales lograron sostener en gran medida a la Alemania Nazi, examinando su motivación, importancia y trascendencia tanto durante el auge del nazismo alemán y su ‘blanqueamiento’ tras el fin de la Segunda Guerra Mundial.

Son múltiples los factores que pueden analizarse a la hora de estudiar, en su dimensión total, el nazismo en Alemania. Cómo fue posible que un sistema totalitario y tan destructivo lograse tener éxito en una nación que tiene, entre sus múltiples méritos, ser la cuna de la filosofía occidental moderna (con pensadores tan trascendentes como Kant, Hegel, Nietzsche y Heidegger, por nombrar a algunos). En ese sentido, podemos decir que la raíz cultural de Alemania es tan potente que difícilmente se puede afirmar que los alemanes eran un pueblo fácilmente engañables.

Ahora bien, y tal como se ha dicho, este ensayo buscará analizar un aspecto poco conocido del nazismo alemán: la ayuda, complicidad y abierta colaboración de empresarios con el régimen de Hitler, y cómo lograron evadir la persecución post-Segunda Guerra Mundial, hasta consagrarse el día de hoy como empresas reconocidas a nivel mundial.

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Tras la Revolución Rusa y los horrores de los bolcheviques (asesinatos en masa de sus enemigos políticos, quema de iglesias, destierro a los gulags de Siberia1), vistos a través de los ojos de la Europa democrática, se propagó una sensación de temor (muchas veces exagerada en terror) e incertidumbre entre los políticos de países como Francia e Inglaterra. ¿Qué ocurriría si, en un futuro no muy lejano, el bolchevismo se lograse expandir por todo el mundo, como Lenin amenazaba en sus discursos? La principal manifestación de dicho temor fue la participación de militares de los países mencionados en la Guerra Civil Rusa (1918-1921), a través del Ejército Blanco, que buscaba impedir el establecimiento de un gobierno bolchevique en la agonizante Rusia de los zares. Esta histeria anticomunista fue una excelente ayuda para aquellos movimientos que, inicialmente, se plantearon como la alternativa radicalmente opuesta a los bolcheviques: estamos hablando del fascismo y el nazismo2. No obstante, la ayuda no sólo vino desde el punto de vista militar, sino además del económico.

Hitler afirmó una vez “Sin automóviles, aviones y altavoces, no podríamos haber conquistado Alemania. Estos tres medios técnicos permitieron al nacionalsocialismo llevar a cabo una campaña asombrosa”3. Los materiales le permitieron al nazismo consolidarse plenamente en Alemania, e iniciar un rearme que le otorgó a los alemanes la Wehrmacht, el poderoso ejército que arrasó con Polonia, la URSS, Francia, entre otros países. El crecimiento económico que, en gran medida, posibilitó la creación de la Wehrmacht provino del impulso que Hitler le dio a la industria pesada (fabricación de armas, tanques y aviones), que de paso logró acabar con la cesantía en Alemania. Además, un aporte significativo a las ambiciones de Hitler provino de empresarios privados que le brindaron su ayuda al führer. Las motivaciones fueron variadas, pero las principales fueron la afinidad ideológica que muchos de estos empresarios tuvieron con el régimen nazi, y la conveniencia económica que significaba tener a un comprador como el estado alemán, ávido de productos; en este último caso, los empresarios se vendieron al mejor postor, sin importar si su cliente asesinaba a miles de judíos diariamente (y si ese hecho chocaba de alguna manera con el sistema moral de dichos empresarios)

Dentro de la primera categoría de empresarios, tenemos al famoso comerciante Henry Ford, padre de la producción en serie y quien impuso el ver al automóvil como un bien de consumo masivo, y no un lujo sólo accesible para unos pocos adinerados. Sin embargo, uno de los aspectos menos conocidos del empresario automotriz fue su decidido antisemitismo, que lo llevó a publicar numerosos artículos, que con el tiempo editó en un libro conocido como “El judío internacional, el mayor problema mundial”. Fue cosa de tiempo el que finalmente tomara contacto con Hitler, y que incluso fuese condecorado con la Gran Cruz del Águila Alemana, máxima distinción otorgada por el régimen nazi a un extranjero (Ford era norteamericano)4

Otro caso, menos conocido pero más significativo es el de la empresa IG-Farben, dedicada a la química y farmacia, y conocida por crear el gas denominado Zyklon-B, utilizado de manera masiva en las cámaras de gases para asesinar en masa a los judíos5. La empresa fue desmantelada tras la II Guerra Mundial por los aliados,

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