El 19 De Abril
Enviado por • 23 de Enero de 2013 • 1.257 Palabras (6 Páginas) • 372 Visitas
DERECHO
La Moral del Abogado.
Antes de escribir los seis puntos, se me hizo interesante, mencionar el concepto de abogado:
Del latín "advocatus": derivo de la expresión latina "ad auxilium vocatus" (el llamado para auxiliar), en Roma un acusado llamaba a un defensor experto en materia jurídica para que lo auxiliara a defender su causa, es decir aquel que se apresta a proporcionar la ayuda apegada a Derecho y del lado de la Justicia.
"En el Abogado la rectitud de la conciencia es mil veces mas importante que el tesoro de los conocimientos. Primero es ser bueno; luego, ser firme; despues, ser prudente; la ilustracion viene en cuarto lugar; la pericia no debiera de existir, pero en fin la dejamos hasta lo ùltimo".
Los Abogados no se hacen con el título de Licenciado en Derecho, sino con las disposiciones psicológicas, adquiridas a costa de trozos sangrantes de la vida.
En conclusión:
"Abogado es el que ejerce permanentemente la Abogacía". Los demás serán Licenciado en Derecho, muy estimables, muy respetables, muy considerables, pero "Licenciados en Derecho" nada más.
Bien ahora mencionare lo que leí en el libro de "EL ALMA DE LA TOGA", es interesante este capitulo y lo comparto con mis colegas.
PRIMERO. Duda sobre la moralidad intrínseca del negocio.
El problema es sencillo de resolver. Como la responsabilidad es nuestra, a nuestro criterio hemos de atenernos y sólo por él nos hemos de guiar.
Malo será que erremos y defendamos como moral lo que no es; pero si nos hemos equivocado de buena fe, podemos estar tranquilos. Adviértase que he confiado la solución del conflicto al criterio y al estudio. Quien busca en los libros el aquietamiento de la conciencia, suele ir hipócritamente a cohonestar la indelicadeza para beneficio de interés.
SEGUNDO. Pugna entre la moral y la ley.
Empiezo por creer que no es tan frecuente como suele suponerse. Cuando en verdad y serenamente descubrimos un claro aspecto moral en un problema, raro ha de ser que, con más o menos trabajo, no encontremos para él formula amparadora en la leyes. Si no la hallamos, debemos revisar nuestro juicio anterior, porque seria muy difícil que el caso no fuese tan claro moralmente como nos lo habíamos figurado. Pero si, a pesar de todo, la antinomia subsiste, debemos resolverla en el sentido que la moral nos marque y pelear contra la ley injusta, o inadecuada o arcaica. Propugnar lo que creemos justo y vulnerar el Derecho positivo es una noble obligación en el Letrado, porque así no sólo sirve al bien en un caso preciso, sino que atribuye a la evolución y al mejoramiento de una deficiente situación legal. Para el Juez, como para quien puede ser arduo y comprometer desdeñar la regla escrita, y así y todo, ya vemos que cada día los Tribunales son más de equidad y menos de Derecho.
TERCERO. Moralidad de la causa e inmoralidad de los medios inevitables para sostenerla.
Es este un conflicto frecuentísimo...y doloroso; pero su solución también se muestra clara. Hay que servir el fin bueno aunque sea con los medios malos. Por ejemplo, ocultar la falta de una madre para que no afrente a sus hijos; dilatar el curso del litigio hasta que ocurra un suceso, o se encuentre un documento, o llegue una persona a la mayoría de edad, o fallezca, o se venda una finca amedrentar con procedimientos extremados a un malvado que no se rendiría a los normales; desistir de perseguir un crimen, si así se salva la paz o un interés legítimo....Todos nos hemos hallado en casos semejantes, y es no solo admisible sino loable y a veces heroico, comprometer
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