El Bon Samarita

Narrador: Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de unos ladrones. Le quitaron la ropa, lo golpearon y se fueron, dejándolo medio muerto. Resulta que viajaba por el mismo camino un sacerdote quien, al verlo, se desvió y siguió de largo.

Sacerdote: uf de lo que me libre seria una carga mas.

Narrador: Así también llegó a aquel lugar un levita, y al verlo, se desvió y siguió de largo.

Levita: como yo pararme a ayudar a ese hombre.

Narrador: Pero un samaritano que iba de viaje llegó a donde estaba el hombre y, viéndolo, se compadeció de él.

Samaritano: pobre hombre estará muerto, no mejor iré a ver.

Narrador: Se acercó, le curó las heridas con vino y aceite, y se las vendó. Luego lo montó sobre su propia cabalgadura, lo llevó a un alojamiento y lo cuidó. Al día siguiente, sacó dos monedas de plata y se las dio al dueño del alojamiento.

Samaritano: “Cuídemelo —le dijo—, y lo que gaste usted de más, se lo pagaré cuando yo vuelva.

Jesús:” ¿Cuál de estos tres piensan que demostró ser el prójimo del que cayó en manos de los ladrones?

Experto en ley: El que se compadeció de él, contestó el experto en la ley.

Jesús: Anda entonces y haz tú lo mismo, concluyó Jesús.

Fin

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