El Colonialismo: Una Perspectiva Literaria
Enviado por guillevare • 23 de Mayo de 2014 • 3.340 Palabras (14 Páginas) • 402 Visitas
La importancia histórica que el periodo colonial posee, es sin duda de gran envergadura. El colonialismo comienza a principios del siglo quince, pero no será hasta comienzos del siglo diecisiete, que las grandes potencias europeas comenzaran su carrera colonial, trastornando la realidad económica y social de ambos entornos, la metrópoli y la colonia. Este fenómeno histórico durara hasta la segunda mitad del siglo veinte, donde comenzaran el proceso de descolonización, acabando así la etapa de la colonización tradicional.
Trataremos aquí a las dos grandes potencias coloniales, Francia y Gran Bretaña, que vivieron una rivalidad colonial durante más de dos siglos, disputándose (junto con Bélgica, Portugal, Alemania y España) los territorios africanos, americanos y asiáticos, desarrollando modelos coloniales muy distintos.
La gran potencia colonial fue Gran Bretaña, que en la cumbre de su imperio colonial, llego a poseer aproximadamente una cuarta parte de la población mundial y una quinta parte de las tierras emergidas, convirtiéndose en el imperio más grande de la historia . Para analizar su modelo colonial, utilizaremos como guía a uno de los grandes autores del siglo veinte, George Orwell, con su libro Los días de Birmania.
Por su parte Francia, en su apogeo colonial (durante los años veinte y treinta) ocupo aproximadamente el 9% de la superficie terrestre. Teniendo la mayoría de su imperio colonial en Asia y sobre todo África. Louis-Ferdinand Céline, escritor francés del siglo veinte, nos ofrecerá una visión de la Francia colonial, por medio de su novela Viaje al fin de la noche.
Nos dedicaremos pues a comparar y analizar, la situación colonial tras la primera guerra mundial, a través de los testimonios de estos dos autores, buscando similitudes y disparidades entre las dos potencias coloniales de la historia.
Comenzaremos analizando la estructura social de las colonias, centrándonos en las características principales de las mismas para, posteriormente, hacer lo propio con la organización política, militar y económica.
Comparando las visiones de los autores, podemos afirmar que la calidad de vida en la colonia inglesa era altamente superior. Mientras que los colonos franceses sufrían continuas epidemias de malaria, sarna y paludismo, asediados por todo tipo de parásitos, con salarios bajos y largas horas de trabajos, continuamente rodeados por una inmensa suciedad que Céline describe en el hospital, completamente putrefacto, lleno de parásitos, colillas y sabanas enmohecidas y pese a ello es para el protagonista el único oasis de descanso en la colonia. Citando a Céline:
“Por lúgubre que fuese el hospital, aun así era el único lugar de la colonia donde podías sentirte un poco olvidado, al abrigo de los hombres de fuera, los jefes. Vacaciones del esclavo; los esencial, en una palabra y la única dicha mi alcance” (Céline, L. 1932)
Este pasaje nos muestra las condiciones de vida de los franceses en la colonia, cuya única esperanza era la repatriación. Mientras tanto los ingleses, según la visión de Orwell, a pesar del calor, que también tienen que aguantar, vivían en unas condiciones mucho mejores, de mayor higiene, menores horas de trabajo, casas coloniales, con criados y muchas otras comodidades, llegando Flory a reconocer que la colonia le había ablandado.
En cuanto a la conducta de los colonos encantamos en los ingleses una clara división. Por un lado están todos los colonos menos Flory con un fuerte patrón de acción y pensamiento que siguiendo las directrices “del código de los pukka sahib ”, que se caracteriza por un racismo contra los nativos con un enorme componente de superioridad.
En Orwell esto se puede observar en la relación entre Flory y Elisabeth, debido pretensión del primero por Elisabeth y su intención de mostrarle la verdadera Birmania, teniendo numerosas peleas debido a la repulsión que a Elisabeth le produce realizar algunas actividades, como ir al mercado o presenciar el pwe (baile tradicional de birmana), argumentando que no son actividades que los hombres blancos deberían realizar. Personajes como Ellis (el más radical) hace numerosas referencias al desprecio hacia los nativos, repudiando completamente su cultura y su forma de pensar. Por otro lado encontramos la figura de Flory que supone a voz comprensiva hacia la cultura nativa de la obra. Flory hace continuas aproximaciones a su cultura, yendo a los pwe, rechazando repulsivamente a los pukka sahib (a los cuales desprecia), entablando una gran amistad con el Dr. Veraswami (doctor indio de gran cultura) o hablando con los europios (mestizos de padre colono y madre nativa repudiados, como veremos posteriormente, por la sociedad). Es de importancia resaltar el contraste existe entre la mentalidad colonial y las directrices de la metrópoli. Como podemos ver en la disputa que existe entre los miembros del club europeo, rechazando agresivamente el ingreso de un nativo en el Club y la obligación que supone par Mr. Macgregor , director del club, el ingreso del nativo. O la ilegalidad que supone castigar físicamente a un nativo. Aun así Orwell por medio de la visión de Flory relata la represión social que los birmanos sufren en la colonia, abstrayendo toda libertad de expresión y llenando de cárceles el país.
Las funciones de los ingleses son siempre en los puestos de control, como altos funcionarios, directores de empresas privadas o posiciones en el ejército o la policía.
Por su parte Céline describe a los colonos de una forma más sarcástica, dejando entrever la indisposición de los colonos hacia la propia colonia, la cual en condiciones paupérrimas los hostiga y los destroza físicamente. En común con los ingleses los colonos franceses sufren un aburrimiento brutal, tanto que llega el punto que una de las actividades que Bardamu lleva a cabo con sus compañeros es una competición de fiebre. La visión de la colonia es absolutamente pesimista, prueba de ello es que el propio Bardamu nada más llegar a Fort-Gono, comienza a plantearse el regreso y de echo tras llegar a la factoría donde trabajara poco tiempo comienza una huida hacia la selva, que le llevara a América. Es característica la intención de los colonos de acercar la colonia a la metrópoli, como describe Bardamu:
“la ciudad de Fort-Gono, donde yo había ido a parar, aparecía así, la precaria capital de Bragamance, entre el mar y la selva, pero provista, adornada, sin embargo, con todos los bancos, burdeles, cafés, terrazas que hace falta, e incluso un banderín de enganche, para construir una pequeña metrópolis, sin olvidar la plaza Faidherbe y el boulevard Bugeaud (…)” (Céline, L. 1932).
Frente a la descripción de Flory de Kyauktada. Citando a Orwell:
“(…) Kyauktada era un ejemplo bastante
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