El Color de las Estrellas
Enviado por jasmerami • 24 de Noviembre de 2014 • 3.039 Palabras (13 Páginas) • 182 Visitas
El Color de las Estrellas
Incluso a simple vista se pueden ver distintos colores entre las estrellas; Aldebarán (alfa de Tauro) por ejemplo, es naranja, Betelgeuse (alfa de Orión) roja, Rigel (beta de Orión) azul, Sirio (alfa del can mayor) es blanca, y el sol y la Cabra (alfa del cochero) son amarillas. Sabemos por experiencia que los distintos colores reflejan diferencias de temperatura. Dado que las leyes físicas de la radiación se aplican a todos los objetos, podemos suponer que los distintos colores de las estrellas reflejan diferencias de temperatura: las estrellas azules están más calientes que las blancas, que a su vez, están más calientes que las rojas.
Las diferencias más sutiles de color ( y de temperatura ) pueden valorarse empleando filtros telescópicos de color. Vista a través de un filtro rojo, una estrella roja aparece brillante, mientras que una azul apenas es visible.
Los análisis exactos del color no se hacen por observación, sino mediante la utilización de placas fotográficas o filtros estándar acoplados a fotomultiplicadores.
s tamaños de las estrellas pueden tomarse como dos valores por separado: por su diámetro en kilómetros, y por su masa (cantidad de materia que poseen).
Tamaños relativos de las estrellas mas pequeñas.
La masa es la determinante de la vida en una estrella y se mantiene casi constante (cada vez menos, ya que la usa de combustible!), su diámetro en cambio varía durante toda su vida, y a veces de manera muy notable.
En diámetros, las estrellas van desde unos diez mil kilómetros (las enanas blancas), hasta la estrella W Cephei, una de las mayores conocidas, una estrella variable que cuando esta en el máximo de tamaño llega a 950 diámetros solares, unos 1300 millones de kilómetros.
Sin embargo la estrella mas masiva conocida, solo tiene 40 diámetros solares.
Masas y diámetros
Las estrellas se presentan entre 0,01 masas solares (mas de diez Júpiter) como piso y de 100/150 masas solares como techo.
No existen estrellas fuera de estos limites.... ¿Por que?
Primero no debe confundirse la masa con el diámetro. Las estrellas cambian continuamente de tamaño durante su vida, pero no la masa. La masa se va perdiendo lentamente por el mismo funcionamiento estelar.
En cambio el diámetro cambia permanentemente. Nuestro Sol, por ejemplo, en cinco mil millones de años, tendrá algo menos de masa, pero su diámetro se hará gigante.
El vídeo muestra los diámetros de las estrellas, comenzando por los planetas como referencia.
Las menos masivas
Es un poco mas fácil de entender porque no hay estrellas menores a 0,01 masas solares.
La formacion de las estrellas depende de gas que se contrae. Cuanto mas masa tiene la nube que va a formar la estrella, mas se calienta, porque hay mas presión.
Cuando en el interior del objeto se superan los once millones de grados, comienzan las reacciones termonucleares que dan vida a la estrella. Así nace.
Imagen artística de una enana marrón, al como se vería desde un planeta a su alrededor. Brilla porque su interior esta caliente, no por reacciones termonucleares. El océano seguramente no es de agua.
Pero si la estrella esta por debajo de esta masa limite, sube mucho su temperatura pero no se enciende termonuclearmente.
En otras palabras, si la estrella tiene menos de 0,01 masas solares, no alcanza la temperatura interna para tener reacciones termonucleares, y no nace.
Pero el embrión de estrella fallido, ahora no es una estrella, tampoco un planeta, en un objeto nuevo: una enana marrón.
Las nebulosas son estructuras de gas y polvo interestelar. Según sean más o menos densas, son visibles, o no, desde la Tierra.
Las nebulosas se puede encontrar en cualquier lugar del espacio interestelar. Antes de la invención del telescopio, el término nebulosa se aplicaba a todos los objetos celestes de apariencia difusa. Como consecuencia de esto, a muchos objetos que ahora sabemos que son cúmulos de estrellas o galaxias se les llamaba nebulosas.
Se han detectado nebulosas en casi todas las galaxias, incluida la nuestra, la Vía Láctea. Dependiendo de la edad de las estrellas asociadas, se pueden clasificar en dos grandes grupos:
1.- Asociadas a estrellas evolucionadas, como las nebulosas planetarias y los remanentes de supernovas.
2.- Asociadas a estrellas muy jóvenes, algunas incluso todavía en proceso de formación, como los objetos Herbig-Haro y las nubes moleculares.
Clasificación de las nebulosas según su luz
Si se atiende al proceso que origina la luz que emiten, las nebulosas se pueden clasificar en:
Las nebulosas de emisión, cuya radiación proviene del polvo y los gases ionizados como consecuencia del calentamiento a que se ven sometidas por estrellas cercanas muy calientes. Algunos de los objetos más sorprendentes del cielo, como la nebulosa de Orión, son nebulosas de este tipo.
Las nebulosas de reflexión reflejan y dispersan la luz de estrellas poco calientes de sus cercanías. Las Pléyades de Tauro son un ejemplo de estrellas brillantes en una nebulosa de reflexión.
Las nebulosas oscuras son nubes poco o nada luminosas, que se representan como una mancha oscura, a veces rodeada por un halo de luz. La razón por la que no emiten luz por sí mismas es que las estrellas se encuentran a demasiada distancia para calentar la nube. Una de las más famosas es la nebulosa de la Cabeza de Caballo, en Orión. Toda la franja oscura que se observa en el cielo cuando miramos el disco de nuestra galaxia es una sucesión de nebulosas oscuras.
Las estrellas que se pueden observar en una noche clara forman determinadas figuras que llamamos "constelaciones", y que sirven para localizar más fácilmente la posición de los astros. En total, hay 88 agrupaciones de estrellas que aparecen en la esfera celeste y que toman su nombre de figuras religiosas o mitológicas, animales u objetos. Este término también se refiere a áreas delimitadas de la esfera celeste que comprenden los grupos de estrellas con nombre.
Los dibujos de constelaciones más antiguos que se conocen señalan que las constelaciones ya habían sido establecidas el 4000 a.C. Los sumerios le dieron el nombre a la constelación Acuario, en honor a su dios An, que derrama el agua de la inmortalidad sobre la Tierra. Los babilonios ya habían dividido el zodíaco en 12 signos iguales hacia el 450 a.C.
Las actuales constelaciones del hemisferio norte se diferencian poco de las que conocían
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