El Código Da Vinci» ¿secretos O Mentiras?
Enviado por Oscar • 25 de Mayo de 2014 • 5.157 Palabras (21 Páginas) • 2.741 Visitas
La historia de la comunicación es una actividad social. La transmisión a gran escala es una ventana abierta al mundo, que nos aporta conocimiento de la realidad y de sus cambios. Es simultánea al acontecer histórico; la historia de la comunicación hay que entenderla como un devenir.
La comunicación es todo proceso donde la conducta de un ser humano actúa como estímulo de la conducta de otro ser humano; proceso de interacción social por medio de símbolos y sistema de mensajes.
Los signos son productos de tradiciones, situaciones y condiciones de vida diferentes, por lo que no es posible desligarlos de su realidad. El signo es entonces un elemento mediatizador entre la realidad y el hombre, y entre el hombre y los otros hombres. Es el instrumento capaz de construir y expresar una cultura y civilización. Ambos nos ayudan a entender la evolución de la humanidad.
Al analizar el pasado, el presente y el futuro de la comunicación, nos percatamos de que en cualquier período histórico, ésta ha estado siempre presente y, de una forma u otra, participado en mayor o menor grado.
Lo que es real, es que aspectos de comunicación llegan a ser cosas que tal vez ni nos imaginamos, o no captamos racionalmente, como sucede por ejemplo con los anuncios que se cruzan con nosotros en cualquier calle, las llamadas telefónicas de todos los días, la música que escuchamos en la radio, la publicidad impresa en las playeras que vemos y usamos cotidianamente, los mensajes subliminales que nos llegan por diferentes medios y así sucesivamente, constituyéndose en una especie de aspectos de comunicación, que se van integrando a la enorme masa de todos los demás aspectos que terminan de conformar esta ciencia, mencionando entre ellos la radio, el telégrafo, la televisión, el periodismo, la escritura, el cine, la comunicación por computadora, la Internet, etc., en un océano tan grande y profundo, que resultaría casi imposible comprender y captar en su totalidad.
Resulta obligado tomar como aspecto fundamental que todo en la vida es comunicación y que en este proceso son de vital importancia los signos y símbolos, que constituyen herramientas fundamentales para construir la comunicación y que a lo largo del tiempo han permitido que esta se enriquezca y que existan mayores posibilidades de hacerla eficaz.
“Una imagen dice más que mil palabras”. ¿Cuántas veces habremos escuchado esa frase? Pues bien, es totalmente veraz. Pensemos, ¿cuánta historia nueva ha surgido a lo largo del tiempo que llevamos en este planeta?, es el resultado de descubrimientos sobre nuestros antecedentes o de investigaciones que intentan explicar el presente, e incluso develar el futuro.
Los símbolos son un lenguaje que nos ayuda a entender el pasado. Entender el pasado determina, sin duda, nuestra habilidad para entender el presente.
Pero, ¿cómo penetrar en años, siglos de distorsión histórica en busca de la verdad original? Esta pregunta no sólo se la hacen el autor del libro o el director de la película que han dado un vuelco al pensamiento actual y a los estudios sobre religión o teología (El Código Da Vinci); también debe ser la pregunta de cada uno de los que han colisionado con esta nueva versión de una de las historias más antiguas del mundo: la verdad sobre el Santo Grial, la verdad sobre la divinidad de Jesucristo.
Otras interrogantes podrían ser:
¿Empleó realmente Leonardo Da Vinci su arte para comunicar sus conocimientos secretos sobre el Santo Grial?
¿Es cierto que los Evangelios no relatan la verdadera historia de Jesús?
¿Estuvieron casados Jesús y María Magdalena?
¿Designó Jesús realmente a María Magdalena cono líder de su movimiento, y no a Pedro?
Definitivamente, esta es una leyenda o una tradición que no concluirá, al menos por ahora, y de la cual aún quedan muchos misterios por descubrir.
“El Santo Grial bajo la antigua Rosselyn espera. La espada y cáliz sus puertas custodian. Adornada por artes de maestros descansa al fin bajo un cielo estrellado”.
Estas palabras constituyen el principio y el fin del mayor secreto que haya sido encubierto jamás y a partir de ellas se desarrolla toda una trama que comienza cuando Robert Langdon, profesor de "simbología religiosa" en Harvard, de visita en París, es convocado a la escena de un crimen en el Louvre. Un conservador del museo, llamado Jacques Saunière, Gran Maestre del Priorato de Sión, considerado un experto en diosas y en "lo sagrado femenino", aparece muerto –probablemente, asesinado- en una de las galerías y puesto en la posición del hombre de Vitrubio, con el pentagrama dibujado con su propia sangre en el pecho.
El principal sospechoso es precisamente el profesor Robert Langdon. La única forma que tiene de demostrar su inocencia es aliarse con Sophie Neveu, agente del departamento de criptología de la Policía de Francia y nieta de Saunière, y descubrir el secreto que éste ha dejado para los dos. Un secreto que les llevará hasta las entrañas del cristianismo y que pondrá sus vidas en peligro más de una vez.
Robert Langdon y Sophie Neveu a lo largo de esta película dejan entrever que lo que conocemos de la religión católica desde hace siglos puede no ser tan cierto como lo creímos, sino que puede ser una quimera detrás de la que se esconden secretos guardados durante el decursar de toda la historia de la humanidad y que pudieron influir en la sociedad que hemos creado, al punto de lograr que en esa sociedad las mujeres tuvieran un rol protagónico y que nunca hubiesen sido rebajadas o despreciadas, sino que fueran admiradas y valoradas como el ser más grande que ha podido surgir del seno de la tierra o de la mano todopoderosa de Dios.
Esta película tiene sus bases en un libro homónimo de Dan Brown, quien fue portentosamente criticado por personas e instituciones de la religión católica, debido a varias inconsistencias en la historia que narra este autor y que fue tomada como una ofensa por esta Iglesia.
La película se desarrolla en París, puesto que se maneja la suposición de que María Magdalena luego de huir de Jerusalén se refugió en Francia, y que era custodiada por el Priorato de Sión.
Saunière era el Gran Maestre de una oscura sociedad secreta llamada el "Priorato de Sión", dedicada a la causa de proteger la verdad sobre Jesús, María Magdalena y, por extensión, a toda la raza humana. Esta hermandad pretendía la fundación de un "Santo Imperio Europeo" que sería la fuente de paz y prosperidad para un nuevo mundo; además la suplantación de la Iglesia Católica Romana por una religión estatal ecuménica y mesiánica gracias a la revelación del Santo Grial y el "Testamento de Judas" que demostraría
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