El Factor Protagonista En Nuestra Evolución
Enviado por Lizeth Perilla • 22 de Marzo de 2021 • Trabajo • 1.964 Palabras (8 Páginas) • 87 Visitas
El Factor Protagonista En Nuestra Evolución
Lizeth Nathalia Perilla Salgado
Introducción
El presente documento, es basado en el libro “El papel del trabajo en transformación del mono en hombre”, de Federico Engels.
Este libro trata sobre la importancia que ha tenido el trabajo con respecto a la evolución del hombre y la vida primitiva, haciendo énfasis en cada paso que daba el primate acercándose a lo que hoy entendemos por hombre.
Son varios aspectos que se resaltan, entre ellos la posición erecta, la adquisición de nuevas funciones en las manos, el trabajo en equipo, el origen del lenguaje, el oído, el desarrollo del cerebro, los sentidos, la sociedad, la elaboración de instrumentos de caza y pesca, la alimentación mixta, la domesticación de animales, el desplazamiento por la tierra, la necesidad de un techo y de un vestido, las nuevas formas de laborar, el desarrollo del derecho, la política y la religión, y por último cómo se ve afectada la naturaleza por los animales y el hombre.
En general, el desarrollo del cerebro y de los sentidos a su servicio, la creciente claridad de conciencia, la capacidad de abstracción y de discernimiento cada vez mayores; reaccionaron a su vez sobre el trabajo y la palabra, estimulando más y más el desarrollo de los seres primitivos en los diferentes ámbitos.
Finalmente se intenta demostrar como el trabajo empieza como un puente de humanización y socialización y termina con la explotación del capitalismo, enfatizando en Europa.
Es importante recalcar tal como menciona Engels que el trabajo es la fuente de toda riqueza, pues esto ha pasado a ser una condición básica y fundamental de toda la vida humana, el trabajo a influido tanto en la evolución del hombre que podría decir que el trabajo ha creado al propio hombre.
Primordialmente, nuestros antepasados primates optaron por mantener una posición erecta, lo cual se entiende como un paso importante para la transformación del mono en hombre, pues esto permitió que las funciones de sus manos fueran cada vez más variadas adquiriendo cada vez más destreza y habilidad, aunque en un principio fueron solamente funciones sencillas.
Se estima un periodo de tiempo muy amplio, antes de que algún hombre hubiese convertido un pedazo de piedra en un cuchillo o hubiese empuñado algún garrote como mecanismo de defensa. Sin embargo, la flexibilidad que se iba adquiriendo era transmitida por herencia y se aumentaba de generación en generación, de lo cual se infiere que la mano no es sólo la pieza del trabajo, sino que también es un producto del trabajo, pues, de acuerdo con la adaptación a nuevas funciones y perfeccionamiento progresivo adquirido por los músculos y huesos ha sido como las manos del hombre se han mejorado.
Por otra parte, cabe señalar que lo que beneficiaba a este miembro tan importante (la mano), del mismo modo favorecía a todo el cuerpo que era servido por ella, especialmente en dos aspectos. En primer lugar, Federico hace referencia a la ley de Darwin denominada “La correlación del crecimiento”, esta ley en sí se relaciona con las modificaciones que se presentan en ciertas partes que provocan cambios en la forma de otras partes del mismo organismo. Y en segunda instancia, se contribuye con el desarrollo del trabajo, al mostrar así las ventajas de esta actividad conjunta para cada individuo, pues permitió el trabajo en equipo para los miembros de la sociedad.
Del trabajo surgió la necesidad de comunicarse, posibilitando el origen del lenguaje, creándose así el órgano la laringe, esta se fue transformando mientras la boca aprendía a pronunciar sonidos. El trabajo y la palabra fueron estímulos para que el cerebro del mono se transformara en el cerebro humano, que, como todos saben, a pesar de toda su similitud, lo supera considerablemente en tamaño y en perfección. Y a medida que se desarrollaba el cerebro, de igual modo se desarrollaban sus instrumentos más inmediatos: los órganos de los sentidos.
En cuanto a el desarrollo gradual del lenguaje, necesariamente se perfeccionó el órgano del oído y asi mismo el desarrollo general del cerebro, el cual va ligado al perfeccionamiento de todos los órganos de los sentidos.
Tiempo después, cuando el hombre se separa definitivamente del mono, sigue desarrollándose sin suspensión alguna, en distinto grado y en distintas direcciones, entre los distintos pueblos y en las diferentes épocas, orientado en un sentido más preciso por un nuevo elemento que surge con la aparición del hombre concluido, es decir, la sociedad.
En este caso se vuelve a encontrar como signo distintivo entre la sociedad el trabajo. Recordemos que la manada de monos se contentaba con devorar los alimentos de un área que determinaban las condiciones geográficas o la resistencia de las manadas vecinas. Pero todos los animales son unos grandes malgastadores de alimentos, además, con frecuencia destruyen de raíz la nueva generación de reservas alimenticias. Para ilustrar mejor, se pone como ejemplo la situación en la que un lobo no respeta a la cabra, quien podría proporcionarle en un tiempo cabritos, en otra muestra, son protagonistas unas cabras, de quienes se puede decir fueron inconscientes de lo que hacían, estas devoraron los jóvenes arbustos antes de que pudieran desarrollarse dejando desnudas todas las montañas del país. Estos casos, desempeñan un gran papel en la transformación de las especies.
En general, el trabajo comienza con la elaboración de instrumentos. Instrumentos de caza y de pesca, utilizados también como armas, abarcando así, una alimentación cada vez más variada, transitando de la alimentación exclusivamente vegetal a la alimentación mixta, lo que significó un nuevo paso de suma importancia en la transformación del mono en hombre. El consumo de carne ofreció al organismo, los ingredientes más esenciales para su metabolismo. Por tales motivos en cuanto más se alejaba el hombre en formación del reino vegetal, más se elevaba sobre los animales, por tanto, al combinar la carne con la dieta vegetal se dió fuerza física e independencia al hombre en formación.
El consumo de carne en la alimentación significó dos nuevos avances de importancia decisiva como el uso del fuego y la domesticación de animales. La domesticación de animales también proporcionó, con la leche y sus derivados, un nuevo alimento, que en cuanto a composición era por lo menos del mismo valor que la carne. Domesticando animales, algunos de ellos como los perros y los caballos pudieron llegar a adquirir sentimientos desconocidos antes por ellos, tales como el apego, el sentimiento de gratitud, y demás que hoy en día podemos observar claramente.
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