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El Hombre De Neandertal


Enviado por   •  22 de Febrero de 2012  •  10.251 Palabras (42 Páginas)  •  2.311 Visitas

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El hombre de Neandertal

Introducción a la Antropología: Celeste Dávila

1) Introducción:

Nombre común de la especie Homo sapiens neanderthalensis (también llamada Homo neanderthalensis). Los neandertales (o neandertalenses) han sido en ocasiones considerados una subespecie de la especie humana moderna (Homo sapiens sapiens o simplemente Homo sapiens), pero más recientemente se les ha clasificado como una especie diferente. Los neandertales cubren un largo periodo: se calcula que se remontan hasta 120 milenios a.C. y que se extinguieron hace 30.000 años aproximadamente. Se han encontrado en yacimientos de la edad de piedra pertenecientes al paleolítico medio, principalmente en Europa y en el suroeste asiático. Esta especie recibe su nombre del valle del río alemán Neander, donde se encontraron en 1856 sus primeros restos; de ahí la denominación de hombre de Neandertal.

No se han encontrado individuos completos ni enterramientos, por lo que en ocasiones los restos sólo se pueden atribuir a este tipo humano por su asociación a material lítico musteriense. En España, los primeros restos antropológicos pertenecientes a neandertales se descubrieron accidentalmente en 1848 en Gibraltar, hallazgo previo al descubrimiento del fósil del valle del Neander, aunque entonces no fue identificado como especie propia. Pese a que se han hallado otros restos en diversos lugares de España (Granada, Barcelona), los más representativos son los citados de Gibraltar. En la Meseta central sólo ha aparecido un fragmento perteneciente a una joven de 10-18 años en Los Casares (Guadalajara). Los neandertales poseían un cráneo de paredes gruesas, achatado y alargado. Presentan marcados arcos superciliares. Todo ello contrasta con los cráneos del hombre moderno, más redondeado y con las paredes óseas más delgadas. Disponían de una alta capacidad craneal (1.450 centímetros cúbicos). El robusto esqueleto, de tronco largo y piernas cortas, estaba bien adaptado a su forma de vida cazadora-recolectora en un medio ambiente que con frecuencia era extremadamente frío, y que concluyó con el último periodo glacial. Aunque los hombres eran más corpulentos que las mujeres, ambos poseían una gran musculatura ya desde la infancia. Tenían una cabeza grande con unas prominentes narices y un mentón retraído.

Como promedio general, sus cerebros eran del mismo tamaño o mayores que el cerebro del hombre moderno, lo que se relaciona más con el gran tamaño del cuerpo y su gran musculatura que con una inteligencia más elevada. Formaban grupos reducidos, tal como demuestran los asentamientos que se han excavado, y la densidad de su población era baja.

Aunque la tecnología empleada por los neandertales era bastante sencilla, hay pruebas de que eran cazadores hábiles, aunque también se dedicaron a la pesca. La recolección tuvo un papel muy destacado en la obtención de alimento, casi al mismo nivel que la caza, y con ellos aparecen las primeras muestras de prácticas religiosas al enterrar a los muertos. Desaparecieron del registro arqueológico europeo hace unos 30.000-35.000 años, probablemente como resultado de la aparición del hombre moderno.

Cráneo del hombre de Neandertal

El cráneo del Homo sapiens neanderthalensis (en la imagen, a la izquierda), que presenta marcados arcos superciliares, difiere considerablemente del perteneciente al hombre actual, el Homo sapiens sapiens (al ampliar la fotografía, a la derecha), más redondeado y con las paredes óseas más delgadas.

2) Historia de los fósiles Neandertales:

El comienzo de la historia del Hombre de Neandertal es también el inicio de la paleoantropología. En agosto de 1856 fue descubierto el espécimen que luego sería conocido como Neanderthal 1. El lugar fue la cueva Fedhofer en el valle del río Neander, Alemania. Fue bautizado Hombre de Neanderthal porque así se dice "valle del Neander" en alemán.

Los restos óseos fueron encontrados en una cantera cercana a la ciudad de Düsseldorf. Esos huesos fósiles eran un casquéte craneal, dos fémures, los tres huesos del brazo derecho, dos del brazo izquierdo, parte del hueso ilíaco izquierdo, y fragmentos de la escápula y costillas. Encontrados por los trabajadores de la cantera, fueron dejados a un lado para que los viese un profesor local, naturalista amateur, llamado Johann Karl Fuhlrott. Él sospechó enseguida que esos huesos representaban piezas importantes del pasado de la humanidad, aunque no preveía que serían los primeros restos de homínidos en un estado evolutivo anterior. El libro El origen de las especies, de Charles Darwin no había sido publicado todavía, saldría en 1859.

Fuhlrott envió una descripción del material al anatomista Hermann Schaaffhausen y el descubrimiento fue anunciado conjuntamente en 1857.

Una de las primeras especulaciones sobre el origen de esos extraños huesos fue la del científico alemán R. Virchow, que decía que el esqueleto había pertenecido a un jinete cosaco, que tenía esos gruesos huesos supraorbitales formados por frotarse muy seguido la frente, debido al dolor que le causaban las enfermedades óseas. No duró mucho este error, aunque las primeras descripciones tuvieron mucha controversia.

M. Boule y H. Vallois fueron los primeros en decir que el Hombre de Neandertal no formaba parte de los ancestros del hombre moderno. Creían que tenía una contextura parecida a la de los simios, y que seguramente tendría la misma inteligencia, también que caminaba como un mono.

Estas suposiciones estaban basadas en una mala interpretación del espécimen de La Chapelle-aux-Saints (un individuo anciano con artritis crónica en todo su cuerpo), y también por un prejuicio de esos dos científicos, que se negaban a aceptar la relación del neandertal con los europeos modernos.

Luego se supo que los restos de Fedhofer no fueron los primeros neandertales descubiertos. El niño de Engis, en Bélgica fue el primero, en 1829; y el segundo fue un cráneo de mujer en Forbes Quarry de Gibraltar, en 1848. Pero las implicancias de estos dos descubrimientos no fueron advertidas hasta que el descubrimiento del valle del Neander fuera descrito y discutido por varias autoridades en la materia.

Fotografía de Johann Karl Fuhlrott

El nombre de la especie, Homo neanderthalensis, fue dado por el anatomista irlandés William King en una reunión de la “British Association” en 1863, y luego publicado en el Quaterly Journal of Science en 1864.

Desde entonces fueron encontrados restos de unos 500 neandertales, una especie que es sin duda la más discutida en el ámbito académico. Hoy en

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