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El Imperio Azteca


Enviado por   •  5 de Noviembre de 2014  •  4.511 Palabras (19 Páginas)  •  187 Visitas

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El Imperio Azteca:

En el territorio que actualmente llamamos México, habitaron muchos pueblos: al sur los Mayas; al este los olmecas; al centro los Chichimecas y al norte los pimas, ajenos unos a otros y casi siempre enemigos entre sí; entre todos ellos se destacaban los aztecas.

Fueron originarios del norte y desde mediados del siglo XV se venían extendiendo por un gran territorio.

Llegaron en 1168 (mil ciento sesenta y ocho) al valle de México, y fundaron su capital la cual llamaron Tenochtitlán. Esta fue fundada en 1325 (mil trescientos veinticinco) y se convirtió al poco tiempo en la ciudad más poderosa de MesoAmérica, y una de las más grandes del mundo para ese entonces.

Hacia 1517 el emperador, llamado Moctezuma continuaba las campañas militares de expansión. Los tlaxcaltecas, vecinos cercanos de los aztecas, eran una comunidad que había resistido al dominio y la expansión de estos.

Por otro lado, tras la caída de Tula, capital de los toltecas, corría la leyenda del dios Quetzalcóatl (serpiente emplumada) que decía que había bajado a la tierra en forma de hombre de piel blanca y barba negra; al cabo de veinte años volvería para restablecer su dominio. Esta leyenda de Quetzalcóatl era bien conocida por los aztecas. Algunos profetas y fanáticos religiosos vaticinaban el retorno de Quetzalcóatl y lo planteaban como el fin del señorío vigente. Moctezuma creía firmemente en estas profecías debido a ciertos presagios.

Cuando empezaron a llegar noticias de las embarcaciones españolas, que fueron descriptas como “montañas que se movían sobre el agua y con hombres barbados de piel blanca sobre ellas”, inmediatamente se relacionó este hecho con el regreso del dios Quetzalcóatl. Moctezuma ordenó, construir torres de vigilancia y montar guardias en la costa para vigilar el posible regreso de las embarcaciones.

Dado que los primeros encuentros con los españoles terminaban en intercambios comerciales, en muchos pueblos corrió la idea de que la manera de deshacerse de ellos, sin pelear, era sencillamente entregarles oro o mujeres y aceptar lo que trajeran para intercambiar.

La Conquista de México:

La primera expedición fue en 1517 (mil quinientos diecisiete), Francisco Hernández de Córdoba con un grupo de españoles, salio de Cuba y arribó a Champotón, descubrió y exploró la Isla Mujeres y a Cabo Catoche, en la península de Yucatán.

La segunda expedición, en 1518 (mil quinientos dieciocho), el gobernador de Cuba envió otra expedición al mando de Juan de Grijalva quien descubrió y exploró un río que actualmente lleva su nombre.

La tercera expedición fue en 1519 (mil quinientos diecinueve) por Hernán Cortes. Partió con 11 naves y 600 hombres. Este estaba autorizado solamente a explorar el territorio, no conquistarlo.

Cortes se dirigió a la isla Cozumel siguiendo el trayecto de sus antecesores (Francisco Hernández de Córdoba y Juan de Grijalva). Al llegar se encontró con que había un español que había naufragado en una de las expediciones anteriores, lo rescató y lo tomó como intérprete, ya que en esos años de haber naufragado había aprendido su idioma.

La expedición continuo hacia Tabasco donde sucedió la batalla de Centla, la cual los españoles ganan. El 25 de marzo de 1519 (mil quinientos diecinueve) dieron por fundada la villa de Santa Maria de la Victoria, primera población española en territorio mexicano. Después de esto los indios le entregaron a 20 indias como esclavas, entre ellas estaba Marina, una india a la cual utilizaron como interprete.

Continuaron su camino hacia Veracruz y estando en San Juan de Ulúa, Cortés decidió desobedecer la orden que traía de Velásquez, por lo que en vez de solo rescatar oro, formó un consejo con sus allegados quienes lo nombraron Capitán General y Justicia Mayor. Entre el 5 y 10 de julio de 1519 se estableció formalmente la Villa Rica de la Vera Cruz.

Cortes se dirigió hacia el pueblo totonaca que eran tributarios de los aztecas. Los gobernantes de estos pueblos habían conocido a Grijalva en su expedición anterior, por lo que tenían buena relación con los españoles. Cortes les prometió ayudarlos a liberarse de los aztecas a cambio de firmar una alianza militar de españoles y totonacas

Para evitar futuras revelaciones, Cortés mandó a destruir la mayor parte de los barcos.

El 16 de agosto de 1519 (mil quinientos diecinueve) Cortés con el resto de los españoles y gran cantidad de aliados totonacas comenzó la marcha hacia la ciudad de México-Tenochtitlan.

Cortés llegó al territorio tlaxcalteca al mando del ejército totonaca-español, el cual era numéricamente muy inferior con respecto a la población de Tlaxcala.

Al igual que los aztecas, los tlaxcaltecas consideraban a los españoles como semidioses pues las noticias al respecto de sus caballos y sus armas los habían impresionado. El cacique tlaxcalteca se inclinó por sellar la alianza y luchar contra sus rivales, pero un guerrero argumentó la posibilidad de que los españoles no fueran semidioses, creyendo la ambición que habían mostrado por el oro, los pequeños robos en los pueblos, la destrucción de templos y el desprecio de leyes ancestrales evidenciaba más un comportamiento humano que divino.

El 2 de septiembre de 1519 un grupo de quince indígenas sirvió como trampa, Cortes se dejó perseguir por los extranjeros, el cacique había preparado una emboscada con un gran número de guerreros. Se entabló la primera batalla, cuyo resultado fue favorable para los españoles a pesar de encontrarse en desventaja numérica. Durante la noche que siguió, Cortés y sus hombres consideraron por primera vez la posibilidad de que su ejército fuese atacado.

Buscando siempre la alianza, Cortés envió mensajeros de paz recibiendo una respuesta del cacique, Xicohténcatl: « ¿Paces?, ciertamente, las celebraremos, venid a Tlaxcala en donde esta mi padre. Allí haremos los paces, hartándonos de vuestras carnes y honrando a nuestros dioses con vuestros corazones>.

Las subsecuentes batallas no fueron victorias fáciles para el ejército español-totonaco.

Por su parte, Xicohténcatl envió espías con comida y regalos para los españoles, pero éstos fueron descubiertos rápidamente. La trampa tlaxcalteca resultó un fracaso pues los espías delataron la posición y planes de su ejército.

Hubo un nuevo enfrentamiento, el cual volvió a ser desfavorable para Tlaxcala.

Considerando las repetidas derrotas, el senado de Tlaxcala ordenó detener la guerra

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