El Origen De Roma
Enviado por i333 • 14 de Mayo de 2014 • 3.445 Palabras (14 Páginas) • 322 Visitas
Prehistoria de Roma
Los primeros vestigios de asentamientos en la zona de Roma se remontan a la cultura del hombre de Neandertal.
En el área se hicieron muchos descubrimientos, el más antiguo de los cuales se refiere al sitio de Valchetta, con restos que datan de hace 65.000 años.
Las pistas siguientes se remontan a la Edad del Hierro y se relacionan con la llegada de la familia indoeuropea de naciones como parte de un fenómeno general de la migración que parece haberse llevado a cabo hacia la península italiana en dos oleadas sucesivas; la segunda correspondería al grupo latino-falisco.
Tanto faliscos como latinos ocuparon ambos el valle del Tíber. Su territorio limitaba con el de varios otros grupos de población, el más importante de los cuales fue el de los etruscos al norte del Tíber.
Los volscos, de origen osco, ocuparon la parte sur del Lacio mientras que los sabinos se instalaron un poco más al norte, al oeste de los montes Apeninos.
La ubicación de Roma se debió sin duda a su papel crucial en el servicio de la intersección de la vía acuática y terrestre que, a través del vado de la isla Tiberina, conectaba Etruria con Campania, o bien el mundo etrusco con el de la Magna Grecia. El área de Roma se fue constituyendo como un sector de encuentro de las diversas vías de comunicación que confluían en ella y cuyo recuerdo ha quedado registrado en el posterior trazado de importantes avenidas, tales como el punto de bifurcación de la Vía Apia y Latina.
El primer asentamiento pre urbano de Roma se constituyó en el Monte Palatino (existe evidencia de que éste se remonta al siglo XIV a.C.). Luego, la ocupación se fue extendiendo hacia el Quirinal y las colinas del Esquilino. Los restos arqueológicos han demostrado que a finales de la Edad del Bronce y comienzos de la del Hierro existía a lo largo del Tíber hasta Ostia una densa red de aldeas que poblaban las colinas adyacentes.
La ciudad se formó a través de la unión de las diversas aldeas, proceso que duró varios siglos, hasta desembocar en un verdadero centro urbano. La leyenda de Rómulo podría denotar al gestor de la primera unificación de los núcleos aldeanos en una sola entidad urbana.
El surgimiento de Roma y la civilización romana
Artículo principal: Antigua Roma
Nacida como una humilde ciudad-estado, Roma aprovechará al máximo sus ventajas geográficas, sus fortalezas políticas, sociales, económicas y militares, expandiéndose territorialmente fuera del Lacio. Unificará Italia y todos los países que rodean el Mar Mediterráneo, formando el último y mejor organizado imperio de la Antigüedad; en el proceso difundirá por todas sus provincias la cultura latina mezclada con la griega y helenística, y echará las bases de la futura Civilización Occidental.
Fundación de Roma
Artículo principal: Fundación de Roma
La tradición clásica expresa que la ciudad se fundó en el 753 a. C. a orillas del Río Tíber por Rómulo y Remo, personajes legendarios hijos de Rea Silvia y el dios Marte; estos, de niños, fueron abandonados a orillas de río Tíber, donde fueron amamantados por una loba llamada Luperca (loba capitolina, símbolo de Roma) y luego criados por unos pastores que los tomaron como hijos propios. En el mismo lugar donde fueron amamantados por la loba, fundaron una ciudad. Rómulo más tarde mató a su hermano Remo por una disputa por el coste de la entrada a la ciudad, la que fue entonces llamada Roma (ciudad de Rómulo).
Lo que en verdad se sabe es que Roma fue fundada en forma progresiva por la instalación de tribus latinas en el área de las tradicionales siete colinas, mediante la creación de pequeñas aldeas en sus cimas, que terminaron por fusionarse (siglo IX y VIII a.C). La historiografía contemporánea considera errónea la antigua tradición romana de atribuirle la fundación a un único personaje como fue Rómulo; más histórica es la figura del rey etrusco Lucio Tarquinio Prisco quien le dio a Roma una verdadera fisonomía ciudadana gracias a su obra urbanizadora (finales del siglo VII a.C).
Desarrollo urbanístico durante la Antigüedad
El Coliseo romano. Una de las Nuevas maravillas del mundo.
Cuando los núcleos latinos que habitaban las colinas del Quirinal, Esquilino y Celio se fusionaron con los del Palatino, fortificaron el recinto habitado, y así se inició la primera fase de la Roma antigua hacia el siglo VIII a. C. (Roma Quadrata). Durante una segunda fase, el perímetro de la ciudad se extendió por el monte Capitolino y por un pequeño valle que lo separaba del Palatino (allí se emplazó el Foro romano). Del siglo VI a. C. son las principales construcciones: Palacio Real, Foro, Cloaca Máxima y Tullianum.
Hacia 510 a. C. se fundó el templo de Júpiter Capitolino, y de la misma época son los templos de Saturno (498 a. C.), de Cástor (484 a. C.) y otros. Siguió un período de gran actividad constructiva: templos, basílicas, acueductos y caminos consulares (Vía Apia, Vía Latina, Vía Flaminia, etc). Una extensa reorganización se llevó a cabo en la época de Augusto, bajo cuyo reinado se reconstruyeron templos y monumentos y se levantaron otros nuevos. El incendio de la ciudad en el 68 atribuido a Nerón -aunque otras fuentes lo desmienten-, hizo desaparecer gran cantidad de edificios, reconstruidos poco después por el mismo emperador.
La obra iniciada por Nerón fue continuada por sus sucesores: Vespasiano (Coliseo), Tito, Domiciano (renovación de los templos de Vesta, Augusto y Minerva, del Estadio, el Odeón, el Panteón, etc.). La obra de este último emperador fue proseguida por Trajano (Foro y Termas), Adriano (puente Elio, templos de Marciana y de Venus, Mausoleo, etc.), Septimio Severo, Caracalla (Termas). Aureliano dotó a Roma, en el siglo III, de las grandes murallas que llevan su nombre. En tiempos de Majencio se construyó la basílica homónima, y de Constantino, su sucesor, se conservan el Arco del Triunfo, las Termas Constantinas y las Elenianas.
Durante los siglos III y IV se mantuvo Roma en todo su esplendor, hasta el año 410, en que fue asaltada y saqueada por Alarico; a partir de este momento se inició su decadencia monumental.
Respecto a las cifras de población la ciudad alcanzaba los 300.000 habitantes para comienzos del siglo I a.C; en el inicio del siglo I d.C alcanzaba los 500.000 hab.1 La ciudad llegaría, en su máximo desarrollo demográfico, en plena época imperial (siglo II al III d.C), a una cifra estimativa que oscila entre el millón y el millón y medio de habitantes.
Véase también: Ciudad romana
La Monarquía romana
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