El Sistema Político Mexicano - Lucrecia Lozano

En su artículo “El sistema político mexicano”, Lucrecia Lozano habla de la vida política de México a través de los años, dando un contexto general de la misma con el objetivo de ampliar el conocimiento acerca del sistema político actual del país.

Uno de los puntos que toca Lozano es la estabilidad y continuidad políticas del país, las cuales según ella fueron “envidiables” a partir de la tercera década del siglo pasado. Hablando específicamente de 1929, cuando México ya había pasado por la revolución del 10 destruyendo el sistema porfirista, fueron transformadas las estructuras económica y social sin necesidad de recurrir a la violencia como golpe de Estado. A este, Lucrecia Lozano se refiere como el régimen político del México moderno.

Dicho régimen duró de 1929 hasta el año 2000 y ahora que volteamos atrás, podemos darnos una idea de lo que se vivió durante este largo periodo en el país: una estructura piramidal. Así clasifica Lozano a la estructura, la cual, en la cúspide se ubica una “presidencia imperial”, en la base un “partido de Estado” y en el tercer vértice el “corporativismo”.

La presidencia imperial, característica de México y nombrada por escritores como Mario Vargas Llosa como una “dictadura perfecta”, sustentó su legitimidad en la existencia de un partido de Estado, que organizó, integró y encuadró a los obreros, sectores campesinos, populares y la burocracia asalariada en una estructura corporativa. De esta manera se unen los tres vértices y se explica la estructura piramidal del régimen político.

Como parte del contexto, Lucrecia Lozano explica someramente los orígenes del sistema político mexicano, los cuales se determinaron por diversos elementos, entre ellos los históricos, factores de orden cultural y social y las tendencias que marcaron el sistema político moderno: el nacionalismo y el regionalismo por ejemplo. El nacionalismo según Lozano cohesionó a una población marcada por las desigualdades sociales, las contradicciones políticas y la diversidad regional; mientras que el regionalismo fue la manifestación más evidente de las diferencias y fracturas económicas, políticas y sociales que surcaban a la joven República y amenazaban con separar su territorio en pedazos.

Todas estas tendencias dieron paso a diversas creencias y por tanto asociaciones y partidos políticos, los cuales no trascendieron de manera local y sólo reforzaron la tendencia de atomización de la vida política nacional.

Ya explicado el contexto, la estructura del sistema político mexicano y las tendencias del partido oficial, Lucrecia Lozano va guiando al lector en una línea que traza a través del tiempo donde explica detalladamente las características principales de este régimen político del México moderno en cada periodo o década por la que pasó México.

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