El caso de Maximón, el Santo Protector del Lago de Atitlá
Enviado por yesiecho • 21 de Febrero de 2013 • Ensayo • 1.078 Palabras (5 Páginas) • 506 Visitas
MAXIMÓN
Entre todas las tradiciones orales que provienen de las culturas indígenas de Guatemala, siempre han prevalecido las historias de Deidades protectoras. Este es el caso de Maximón, el Santo Protector del Lago de Atitlán.
No hay que confundir a Maximón de Santiago Atitlán que tiene raíces tzutuhiles con San Simón de San Andrés Itzapa Chimaltenango, quien es un santo popular peregrino surgido a finales del siglo XIX. Maximón refleja con su tradición, la cosmovisión maya antigua, representa la fertilidad ancestral prehispánica y simboliza los orígenes mágicos antiguos de las tradiciones y costumbres guatemaltecas.
Cuenta la historia, que en Santiago Atitlán hace muchísimo tiempo, existieron unos “atitecos” provenientes del País del Agua, quienes eran capaces de profetizar y adivinar muchas cosas, pero sobre todo, la llegada de las lluvias.
Estos eran seis hombres que poseían poderes sobrenaturales muy extraños y mantenían inquietos a todos los pobladores de la región, quienes creían que eran seres malignos enviados por los españoles para controlar a la población.
Un día, se unieron para realizar cierto ritual sagrado para controlar el agua y vengarse de quienes habían traicionado a su pueblo y los habían mandado a un exilio forzoso a la tierra de Atitlán. Estos verdugos de los seis hombres eran los colonizadores españoles.
Estando a orillas del lago de Atitlán, realizaron su magia y la recién fundada ciudad de Guatemala asentada en el valle de Almolonga, fue reducida a escombros por una enorme torrentada de agua que estos señores enviaron para cobrar venganza.Desde entonces la paz se respiró nuevamente en la región sololateca de Atitlán, pues los seis señores demostraron que su intención era proteger sus tierras.
Estos hombres, iban muy seguido a la ciudad de Santiago de los Caballeros, hoy Antigua Guatemala ya que el lugar, era el mejor punto para poder comercializar sus cosechas. En uno de esos viajes de trabajo, a uno de los seis hombres le dijeron que su esposa se encontraba en su casa y que mantenía relaciones amorosas con otro hombre. El señor no se inquietó con la noticia y agradeció la información con un amigable saludo y un trago de ron.
El hombre decidió regresar a su casa antes de lo estipulado para poder sorprender a su mujer. Y así fue, al llegar la esposa se sorprendió tanto y le dijo a su enamorado que se escondiera debajo del tapesco. Cuando el esposo de la infiel mujer entró a su casa, le dijo:
—No te preocupes mujer, así como el creador nos perdona los pecados, así perdono yo la imprudencia que están cometiendo los dos. Diciendo esto, el hombre gracias a sus poderes sobrenaturales pudo darse cuenta que el amante de su esposa estaba escondido debajo del tapesco y le dijo: — ¡Sal amigo! No tengas miedo, que yo te perdono al igual que a mi esposa, ven y acepta esta comida que tengo para ustedes.
El hombre llevaba en su morral, pan, licor y chocolate para compartir con ellos una cena amistosa. El amante no salía de su escondite, pero ante la insistencia del amigable hombre, por fin salió. Degustó de la comida que amablemente le fue brindada por el hombre mágico y se retiró. Ya cuando iba a algunos
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