El mundo burgués

EL MUNDO BURGUÉS:

La impresión inmediata del interior burgués de mediados de siglo es de apiñamiento y ocultación, una masa de objetos, con frecuencia cubiertos por colguras, cojines, manteles y empapelados, siempre manufacturados. Los objetos fueron los símbolos de estatus y de los logros obtenidos. La belleza era sinónimo de decoración, aplicada a la superficie de los objetos.

El mundo burgués estaba obsesionado por el sexo, pero no, necesariamente por la promiscuidad sexual. La familia no era solo la unidad social básica de la sociedad burguesa, sino su unidad básica con respecto a la propiedad y a la empresa, ligada con muchas otras unidades a través de un sistema de intercambios de mujeres-más-propiedad (la dote).

La familia burguesa aparecía como la institución más misteriosa de la época. Su unidad básica, el hogar unifamiliar, era una autocracia patriarcal, o sea, era una jerarquía de dependencia personal.

La Hª empresarial del S.XIX está llena de alianzas e interconexiones familiares.

Desde un punto de vista económico, el burgués era el “capitalista”, o sea, propietario del capital, el receptor de un ingreso derivado del mismo, el empresario productor de beneficios.

La “clase media” estaba formada por hombres de negocios, propietarios, las profesiones liberales y los estratos más elevados de la administración.

Características de la burguesía: grupo de personas con poder e influencia, independientes del poder y la influencia provenientes del nacimiento y del estatus tradicionales. La burguesía organizaba grupos de presión. Su modelo político era la Liga contra la ley de cereales.

La burguesía del ¾ del S.XIX fue preponderantemente “liberal” en un sentido ideológico. Ser burgués significaba ser superior, también demostrar cualidades morales equivalentes a las viejas cualidades puritanas, era un amo, un señor, un pat

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