El nuevo Reporte de Poinsett
Enviado por paovazquez • 5 de Noviembre de 2015 • Ensayo • 2.702 Palabras (11 Páginas) • 233 Visitas
Reporte de Poinsett
En este reporte hablaremos un poco de quien fue Joel Roberts Poinsett y la forma a través de la cual pudo llegar a influir con gran magnitud en nuestro país, incluso, el impacto que tiene hasta el día de hoy por su labor.
Joel Roberts Poinsett nació en Charleston, Carolina del Sur, Estados Unidos, el 2 de marzo de 1779. Fue educado por su padre, médico, y por el reverendo J.H. Thompson. En 1794 ingresó a la academia de Timothy Dwigth en Greenfiel Hill, Connecticut. Después viajó a Inglaterra, en donde realizó estudios de química, farmacia, anatomía y cirugía en la Facultad de Edimburgo para ser médico como su progenitor. Por razones de salud fue a Lisboa, y de Oporto volvió a Inglaterra. No fue admitido en la Academia Militar de Woolwich por su mala salud, pero pagó a un maestro para que le enseñara las disciplinas militares. Para 1810 era “el americano mejor informado de política europea”, al tanto de las ambiciones británicas y francesas sobre las posesiones americanas de una España decadente. Estados Unidos requería de información estratégica de las colonias españolas y en su momento, hacerlas firmar a su favor tratados de comercio con aquellas que se independizaran. Nadie mejor para desempeñar esta misión que Poinsett.
Fue entonces cuando comenzó su carrera diplomática, al ser designado por el presidente norteamericano James Madison agente especial (secreto) en la América del Sur. Sus instrucciones fueron exponer a los insurgentes latinoamericanos las ventajas de comerciar con los Estados Unidos, independientemente de la forma de gobierno que adoptaran y de sus relaciones con Europa. En 1811 se le otorgo un nombramiento oficial como Cónsul.
Ahora bien, teniendo un contexto previo de quien era Poinsett en ese tiempo, pasemos a los temas que realmente nos conciernen acerca de su influencia en nuestro país.
En1822 Poinsett llegó a México para encargarse de una misión secreta que consistía en conocer a fondo la situación política del país bajo el imperio de Agustín de Iturbide, mismo que le negó la entrada al país pues pensaba que las intenciones de Poinsett eran el establecimiento de un gobierno republicano en México. Sin embargo, Antonio López de Santa Anna, le permitió ingresar por Veracruz y le proporcionó una escolta para trasladarse a la capital. Sólo traía un documento escrito: una “inocente” carta de alabanzas suscrita por Henry Clay para Iturbide; sus instrucciones no escritas eran ensanchar por cualquier medio que encontrara el territorio norteamericano a costa del mexicano.
Así comenzó a informar minuciosamente a Washington sobre la situación reinante en el Imperio y del potencial de la nueva nación para convertirse en potencia rival o enemiga.
Poinsett se mezcló con gente de diversa condición económica y social; estudio cómo funcionaban las nacientes instituciones y la situación económica y hacendaria del nuevo gobierno. Como agente confidencial se entrevistó con el secretario de Relaciones Exteriores José Manuel de Herrera, y con el ministro de Colombia, Miguel Santa María, recientemente expulsado de su país.
También conversó con el propio emperador Iturbide. Escribió en sus Notas: “Hoy en la mañana fui presentado a Su Majestad. […] El Emperador estaba en su gabinete y nos acogió con suma cortesía. Con él estaban dos de sus favoritos. Nos sentamos todos y conversó con nosotros durante media hora, de modo llano y condescendiente, aprovechando la ocasión para elogiar a los Estados Unidos, así como a nuestras instituciones, y para deplorar que no fueran idóneas para las circunstancias de su país. Modestamente insinuó que había cedido, contra su voluntad, a los deseos de su pueblo y que se había visto obligado a permitir que colocara la corona sobre sus sienes para impedir el desgobierno y la anarquía. […] Su estatura es de unos cinco pies y diez u once pulgadas, es de complexión robusta y bien proporcionado; su cara es ovalada y sus facciones son muy buenas, excepto los ojos que siempre miran hacia abajo o para otro lado. Su pelo es castaño, con patillas rojizas, y su tez es rubicunda, más de alemán que de español. […] No pienso repetir las versiones que oigo a diario acerca del carácter y de la conducta de este hombre [...] Antes de la ultima revolución, en la que triunfó, tuvo el mando de una pequeña fuerza al servicio de los realistas y se le acusa de haber sido el más cruel y sanguinario perseguidor de los patriotas y de no haber perdonado nunca a un solo prisionero. Sus cartas oficiales al virrey comprueban este hecho. […]..en una sociedad que no se distingue por su estricta moral, él se destacó por su inmoralidad. Su usurpación de la autoridad principal fue de lo más notorio e injustificado y su ejercicio del poder ha sido arbitrario y tiránico. De trato agradable y simpático, y gracias a una prodigalidad desmedida, ha atraído a los jefes, oficiales y soldados a su persona, y mientras disponga de los medios de pagarles y recompensarles, se sostendrá en el trono. Cuando le falten tales medios, lo arrojarán de él. Es máxima de la historia que probablemente se ilustre una vez más con este ejemplo, que un gobierno que no está fundado en la opinión pública, sino establecido y sostenido por la corrupción y la violencia, no puede existir sin amplios recursos para pagar a la soldadesca y para mantener a sus pensionados y partidarios. Sabedor del estado de sus finanzas y de las consecuencias probables para él de la falta de fondos, está desplegando grandes esfuerzos para negociar empréstitos en Inglaterra, y tal es la ceguera de los hombres adinerados de ese país, que es posible que logre su objeto. […] Entre todos los gobiernos de la América española existe un deseo muy fuerte de conciliar a la Gran Bretaña y aunque el pueblo mismo en todas partes siente mayores simpatías por nosotros, los gobiernos intentan uniforme y ansiosamente instituir relaciones diplomáticas (con los ingleses)…
El 31 de octubre siguiente, cuando Iturbide disolvió el Congreso, Poinsett visitó a los diputados presos en Santo Domingo, entre ellos Fagoaga, Herrera y Tagle. Y dos días más tarde estuvo presente en la instalación de la nueva Junta instituyente y de viva voz de Iturbide, se enteró de que México estaba en quiebra. Era la oportunidad que buscaba y al día siguiente consiguió hablar con Iturbide en compañía del Sr. Taylor, cónsul de su país, y dos marinos de la corbeta John Adams. Sin más testigos planteó el asunto de los límites territoriales, pero Iturbide lo remitió con el ministro de Hacienda Juan Francisco Azcárate y Lezama, quien declaró años después que a instancias de Iturbide, había conversado largamente con Poinsett, quien le descubrió el proyecto que tenían los Estados Unidos de comprar Texas, tal como se había hecho con la Luisiana y las Floridas. Para continuar las pláticas, Azcárate solicitó a Poinsett se acreditara, a lo que éste contestó: “No vengo con carácter oficial. Soy un viajero que manifiesta francamente sus opiniones”.
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