El proceso en argentina

D e s d e 1976 a 1983

El 24 de Marzo de 1976, la Junta de Comandantes  se hizo cargo del poder, dicto el “Proceso de Reorganizacion Nacion” y designo presidente de la Nacion al general Videla quien continuo en frente del Ejercito hasta 1978. En 1981, fue reemplazado por el general Leopoldo Galtieri, renuncio a mediados de 1982, luego de la derrota de Malvinas.

Estado terrorista

El caos económico de 1975, la crisis de autoridad, las luchas facciosas y la muerte presente cotidianamente, la acción espectacular de la organizaciones guerrilleras, el terror sembrado por la alianza anticomunista argentina (triple a)  creo las condiciones de aceptación de un golpe de estado que prometía reestablecer el orden. La propuesta de militares iba mas alla: consistía en eliminar de raíz el problema que en su diagnóstico se encontraba en la sociedad misma y en la naturaleza irresoluta de sus conflictos

Fue en realidad una operación integral de represión, planeada por la conducción de las tres armas, primero en Tucumán y luego ejecutada de modo sistematico en todo el país. Asi lo estableció luego la justicia. Las tres armas se asignaron diferentes zonas de responsabilidad, lo que dio a la operación una fisonomía anarquica y faccional.
La planificación general y supervisión táctica estuvieron en manos de los mas altos niveles de conducción castrense. Las ordenes bajaban hasta los encargados de la ejecución que tenían una organización especifica. La represión fue una acción sistematica realizada desde el Estado.
Se trato de una acción terrorista clandestina, dividida en cuatro momentos: EL SECUESTRO, LA TORTURA, LA DETENCION Y LA EJECUCION.
Para los secuestros, cada grupo “Patota” operaba preferentemente de noche en los domicilios de sus victimas, también muchas detenciones se realizaron en fabricas o lugares de trabajo. Al secuestro seguía el saqueo de la vivienda.
El destino primero del secuestrado era la tortura, sistematica y prolongada. La picana, el submarino( meterle la cabeza en agua) y las violaciones sexuales eran las formas mas comunes. En un principio la tortura servia para lograr la denuncia de compañeros, operaciones pero tenia el propósito general de quebrar la resistencia del detenido, destruir su dignidad y su personalidad. Muchos morían en la tortura, se quedaban, los sobrevivientes iniciaban en una detención en alguno de los trescientos centros clandestino de detención. Se encontraban unidades militares y eran conocidas con nombres: El olimpo, el Vesubio, la cacha, la perla. La administración de este enorme numero de centros da idea de la complejidad de la operación y de la cantidad de personas involucradas. En esta etapa final de su calvario se completaba la degradación de las victimas, mal alimentadas, sin atención medica. Muchas  detenidas embarazadas dieron a luz en esas condiciones, los secuestradores se apropiaban de los niños, para la mayoría el destino final era el traslado su ejecución.
Esta era la decisión mas importante y se tomaba después un análisis de los antecedentes, potencial utilidad recuperabilidad de los detenidos, todas las ejecuciones fueron clandestinas los cadáveres aparecían en la calle o en pilas enteras de cuerpos. Pero en la mayoría de los casos  se ocultaban y enterraban en los cementerios como personas desconocidas quemados en fosas colectivas, no hubo muertos sino desaparecidos.
Las desapariciones se produjeron masivamente entre 1976 y 1978.  La comisión que los documento documento 9mil casos pero las organizaciones defensoras de los derechos humanos reclamaron por 30 mil desaparecidos en su mayoría jóvenes entre 15 y 35 años.
Montoneros también experimentaron fuerte bajas en su cuadro desvinvulados de su anterior practica política. Cayeron militantes de organizaciones políticas y sociales, dirigentes gremiales de base y junto a ellos militantes políticos.
Las victimas fueron muchas pero el verdadero objetivo eran los vivos, debían ser controlados y dominados por el terror. El estado se desdoblo una parte practico una represión sin responsables y la otra la publica silenciaba cualquier otra voz, las instituciones de la republica fueron clausurada autoritariamente la expresión publica de opiniones. Los partidos y la actividad política toda quedo prohibida. Solo quedo la voz del estado dirigiéndose a un conjunto atemorizado de habitantes.
Su discurso retomo dos motivos tradicionales de la cultura política argentina, el de no ser la subversión apatriada sin derecho a voz o existencia.

El terror cubrió a toda la sociedad, algunos no aceptaron esto y migraron al exterior o se exiliaron en el interior. La mayoría acepto el discurso estatal, justifico lo poco que no podía ignorar con el argumento de por algo será. Lo mas notables fue la asunción e internalización de la acción estatal, la sociedad se patrullo a si misma se lleno de kapos que revelaban los profundamente arraigado que estaba el autoritarismo.
El gobierno militar nunca logro despertar ni entusiasmo ni adhesión explicita en el conjunto de la sociedad, en 1978 cuando el campeonato mundial de futbol, las máximas jerarquías asistieron a los estadios donde Argentina obtuvo el primer titulo y a fines de ese año poco falto para que iniciaran una guerra con Chile.

La economía imaginaria: Esta transformación fue conducida por José Martinez de Hoz ministro de economía durante los 5 años de presidencia de Videla. Debía enfrentar una grave crisis interna complicada por la crisis social y política. Las Fuerzas Armadas y el "establisment" que lo acompañaban pensaban que la inestabilidad social y política crónica nacía de la impotencia del poder político ante los grupos corporativos. Como solución a largo plazo debía cambiarse las bases de la economía para originar orden y seguridad aún a costa del propio crecimiento. Al final de la transformación que condució Martinez de Hoz el poder económico se concentró en tal modo en un conjunto de empresas nacionales y extranjeras que la puja corporativa y la negociación no fue posible. Para esto se requirió una fuerte intervención del Estado para reprimir y desarmar sindica-tos y organizaciones y destinando recursos del conjunto de la sociedad que posibilitaron el creci-miento de estos grupos empresarios. La conducción económica debía durar en el poder un tiempo suficiente y prolongado para crear una situación que más allá de su permanencia fuera irreversible el cambio, ideología que ocurrió.

Martinez de Hoz contó con el apoyo de los organismos internaciones (FMI) y los bancos extranje-ros además del establisment local. La relación con los militares fue compleja, en parte por su divi-siones y porque los militares no querían desprenderse de los servicios públicos (no querían priva-tizarlos) ya que el desempleo generaría más caos o descontrol y desorden. También estaban (los militares) a favor del gasto público que en el tiempo bloqueó o chocó con las medidas del Minis-tro, sin embargo estaban de acuerdo con dejar "al mercado" gestionar y usar los recursos de la sociedad. Las relaciones con los empresarios tampoco fueron fáciles, ya que se derivaba en inter-eses sectoriales aunque el ministro supo poner su inflexibilidad. Se encargo de "Predicar" que la economía en crisis debía ser conducida por la misma persona.

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