El purismo helenizante y las tendencias nacionales
Enviado por bochita_555 • 22 de Junio de 2013 • Examen • 2.550 Palabras (11 Páginas) • 652 Visitas
El purismo helenizante y las tendencias nacionales
Durante el siglo dos tiene lugar la conquista romana primero sobre el oriente helenístico, luego sobre occidente. La vida económica y social incluso la sensibilidad de Roma sufrieron una profunda transformación: la afluencia de riquezas y obras de arte impulso el lujo y la búsqueda de placeres y se agravo el orgullo nacional. La vieja aristocracia se helenizaba complacida y a la vez preconizaba el purismo, en cambio la masa se entregaba a los aspectos materiales y perturbadores del helenismo asiático. De este modo la literatura ya desde un principio clasicizante perdió muy pronto el contacto con el gran público.
La aristocracia helenizante
Desde los últimos años del siglo III destaca el influjo de los pedagogos griegos en los jóvenes nobles mejor dotados, Escipión, Paolo Emilio, ambos dan muestra del empeño en el perfeccionamiento individual. Además el griego es la lengua diplomática y la política exige su conocimiento. Flaminio gracias a su profunda cultura helénica trabajo para imponer a Grecia, la hegemonía de Roma lentamente y sin violencia. Hubo de este modo un tiempo, en que la aristocracia dirigente de Roma fue “filohelena”, tanto por afición como por deber patriótico.
La invasión del helenismo y la oposición senatorial
Tan solo el filohelenismo individual en el terreno de la política abría a Italia a toda clase de prácticas peligrosas, como el culto de Baco o Dionisio y el pitagoreísmo. El Senado temió no solo la corrupción de la fe nacional, sino incluso la existencia de maniobras políticas encubiertas. A partir de este momento el Senado se muestra hostil a la intrusión masiva del helenismo en Roma. Llegan a despreciarlos por ser un pueblo débil y a la vez peligroso, y piensan que todo lo que proviene de ellos parece corrupto: el lujo y el bienestar son ingredientes de la molicie, las artes y la literatura son un robo a los bienes del Estado, la filosofía arruina la religión y la moralidad. Durante este medio siglo un hombre represento la desconfianza senatorial frente a todo lo que era griego M. Porcio Catón. Trato de restringir en todo lugar las ambiciones y los enriquecimientos individuales, de depurar al Senado, de volver los espíritus a las antiguas hacia las antiguas formas militares y agrícolas de la civilización latina.
Los círculos cerrados
El helenismo reprimido oficialmente, se confino en círculos aristocráticos restringidos y gano sin duda en refinamiento, pero perdió todo acento nacional. Un purismo desdeñoso lleva a los autores a inspirarse no en la literatura griega contemporánea sino en los clásicos de los siglos V y VI. Pierden incluso el contacto de la lengua del pueblo, pues los nobles protectores de aquella no admiten ni el vocabulario mezclado ni la sintaxis flexible. Griegos de pensar casi romano y escritores latinos casi griegos en sus formas contribuían a la vez (pero como en un vaso cerrado) a una gran obra de fusión espiritual.
El pueblo y las cuestiones sociales
El pueblo en su conjunto no podía secundar este movimiento, no acometía el helenismo en el mismo sentido. Y el helenismo que habían conocido y maltratado en Oriente no era el de los artistas y escritores clásicos, lujosos y complejo invitaba mas al goce material que a la penetración intelectual.
Sin duda las discusiones en el Senado, que trataban los temas más diversos, refinados por los contactos con la diplomacia Oriental, debían haberla hecho progresar.
Conclusión
El divorcio entre el helenismo cultural y el pueblo se había consumado. La aristocracia cultivada corre el riesgo de sacrificar demasiado ante el esnobismo y la búsqueda artificial.
1.Los comienzos de la prosa artística
La prosa confinada a los usos prácticos, ascendía difícilmente a la dignidad literaria. La primera obra que cuenta para nosotros en la prosa latina es debida a un violeto adversario del helenismo y de la expansión romana en Oriente: Catón el Censor.
Catón el Censor
Los nobles comenzando por Valerio lo impulsaron a la carrera de los honores: pretor, cónsul, triunfador tras dos años de guerra en España, censor (184-182). Este hombre no ceso de acentuar su fisonomía característica de senador surgido del pueblo, defensor por temperamento y deber, de la antigua moralidad nacional contra las novedades corruptoras venidas de Grecia.
Sus obras
En la lucha contra la nobleza helenizante en la que no siempre distinguía entre sus odios personales y el interés del estado, se vio obligado a pronunciar una multitud de demandas y piezas judiciales. Para formular sus ideales de “viejo romano” en medio de una sociedad que se modificaba a gran velocidad, escribió tratados de agricultura, de derecho y de arte militar.
Los antiguos conocían de Catón más de 150 discursos. Los preparaba con cuidado por escrito, pero sin grandes preocupaciones por la composición, en ellos aparecía una combatividad segura de su objetivo.
2.El Teatro
El siglo II es la edad de oro del teatro latino: cuenta después de Plauto y Enio con un buen números de escritores de talento, en especial los cómicos Cecilio y Terencio y los trágicos Pacuvio y Accio.
La comedia
La comedia palliata va a decaer muy pronto. La culpa es del público, que exige en cada momento que se le ofrezca una nueva obra griega y de los autores que han dado vigor teórico a esta descabellada exigencia. La palliata moría por exceso de helenismo y falta de inventiva escénica.
Cecilio Estacio
Galo, llegado a Roma como esclavo 194 a.C. Alcanzo gran reputación en la Antigüedad. Escribió al menos 40 comedias con títulos latinos y griegos o en una y otra lengua. La justa imitación de los griegos y en especial de Menandro llevo a Cecilio a formular de modo muy elegante reflexiones de orden psicológico y moral a la vez, susceptible de agradar a los espíritus romanos y de contribuir a su refinamiento. El estilo de Cecilio tenía muchos defectos, palabras griegas recién forjadas pero monótonas y sin la genial fantasía de Plauto. Si a pesar de ello no han dudado colocarlo sobre su joven rival (Terencio) y del propio Plauto, ello da una idea del valor conjunto de su obra.
Terencio
Terencio Afer fue un esclavo africano que recibió una educación esmerada de su dueño Terencio Lucano. Tras su sexta obra, viajo a Grecia en busca de comedias aun inéditas en Roma, pero murió joven (159 a.C.)
En sus obras quería igualar el equilibrio escénico y la fineza psicológica de sus modelos griegos en especial de Menandro. Pero comprendiendo que una trama
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