El sistema natural y su utilizacion social.

1. OBJETIVOS

1. Generales

Generar preocupación por la permanecía de especies y equilibrio del sistema natural, para así implementar una cultura que resguarde las necesidades de próximas generaciones.    

1. Específicos

• Dar a conocer y concientizar mediante este trabajo a las personas, que la interrelación del sistemas natural con el social, tiene beneficios y ventajas per también afecta al equilibrio del ecosistema y afecta de manera nociva.

• Que el medio social este consiente que la explotación de recursos no debe afectar a futuras generaciones con el desequilibrio de los sistemas.

• Brindar información al público del funcionamiento de los sistemas y como estos son afectados por intervención hombre.

• Generar una educación ambiental en niños y jóvenes para que de esta forma se conciba una cultura ambientalista en las nuevas generaciones.

• Tratar de generar un sentimiento de apropiación por la parte biótica y abiótica del sistema natural.

• Motivar a la juventud a adquirir información, por ende generar facilidad al acceso de dicha información sobre el consumo despreocupado de los recursos no renovables del sistema natural.

1. ANTECEDENTES

1. El sistema natural y su utilización social

El sistema social se desarrolla en un espacio biogeodisico que es, el habitad natural del hombre, es decir aquella parte de la tierra donde existe vida (Hutchinson, 1970). El ecosistema es el que permite la supervivencia biológica del hombre y además le provee los recursos esenciales para sus actividades económicas y productivas.

El proceso económico es la acción situada para transformar los recursos del sistema natural de manera que la sociedad los pueda utilizar, para lograr satisfacer las necesidades que tienen. La reproducción de bienes y servicios a partir de la naturaleza tiende a aumentar.

La actividad del hombre depende de la utilización de la naturaleza, esta debe poder regenerar los productos que se le extraen y al mismo tiempo conservar aquellas condiciones que permiten la vida humana. El sistema natural no es algo estático e inalterable, esta es posible de recuperar los elementos que se extraen por el ser humano en su actividad.

La fuerza motriz, para los procesos biológicos y los procesos físicos-químicos, proviene de una sola fuente: el sol. La palabra  “perdida de energía”  ha sido utilizada para marcar el hecho de que una cierta cantidad de la misma no se utiliza. El abastecimiento continuo de energía que procede del sol permite mantener cierto equilibrio dinámico y la sobrevivencia del sistema, por consiguiente la sobrevivencia del sistema depende de la existencia de este elemento constante de energía, cuya perdida provocaría el colapso definitivo del sistema natural y social.

El agua es el compuesto inorgánico y el elemento más abundante en la naturaleza, también es el medio en el que se desarrollan todos los procesos biológicos. El ciclo del agua consiste en el intercambio que se efectúa entre la tierra y la atmosfera por medio de la evaporación y precipitación y el paso a través de la materia viva (pennhan y holy, 1971).

De los ciclos bioquímicos, el más importante es el del carbono ya que libera oxígeno. El ciclo del carbono es bastante complicado, Kormondy (1969) señala que las vías para su utilización son muy numerosas, pero los son mucho más aquellas que lo llevan devuelta a la atmosfera. Este ciclo es uno de los más afectados por la actividad del hombre, sobre todo a partir de la Revolución industrial, que inicia un proceso histórico de utilización creciente de combustibles fósiles, con la consiguiente liberación de anhídrido carbónico y su acumulación en la atmosfera. Según Bolin, este proceso de devolución a la atmosfera de carbono ha aumentado en forma acelerada en el último siglo, la concentración de dióxido de carbono en la atmosfera es cada vez mayor y más alarmante.

Al quemar combustibles fósiles y reducir las áreas verdes se han reducido las cantidades de oxígeno, aumentando las de anhídrido carbónico, el cual favorece a ciertas actividades realizadas por el hombre.

El nitrógeno es un elemento fundamental en el proceso de producción primaria, por lo que es obvio que cualquier efecto sobre su ciclo repercute en las potencialidades para la producción de alimentos y materia primas requeridas por la actividad humana.

La necesidad de producir alimentos en volúmenes crecientes lleva inevitablemente a aumentar el consumo de fertilizantes en general y nitrogenados en particular. A mediados de la década de 1980 se estimaba que el uso de fertilizantes era responsable al menos en un 50 % del incremento en la producción mundial de alimentos. Este mayor consumo coincide con el fuerte aumento de producción que se obtiene en los países en desarrollo, un tercio de la producción mundial se obtiene en dos países: China e India, que representan el 25% y el 13% respectivamente. Un uso demoledor de fertilizantes nitrogenados puede causar una insatisfacción de la actividad biológica que tiende a agotar el oxígeno disponible en estos ecosistemas, impidiendo la vida de los peces y causando además otros problemas como la difusión de malezas acuáticas y dificultades a la navegación. También la fertilización excesiva puede llevar a un incremento en la descomposición de la materia orgánica, con la consiguiente emisión de dióxido de carbono. Es importante tener en cuenta que el ciclo del nitrógeno interactúa con otros ciclos.

Los estudios sobre el ciclo del azufre son aun inexpertos  y se concentran en los países que se han visto más afectados por las descargas de dióxido de azufre en la atmosfera (Europa y Norte América). El azufre acumulado en la atmosfera da origen a la llamada lluvia acida que produce un proceso de acidificación con consecuencias sobre la vida de los animales, personas, plantas, las zonas agrícolas y aumenta los fenómenos de desgaste atmosférico. También causa la extinción de ciertas especies de peses. El costo para compensar la deposición acida entere 1940 y 1980, en Suecia se estimaba entre 1500 y 3600 millones de dólares

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