Empezco como cualquier tarde, yo estaba sentada a la orilla del río, lo cual hago desde que lo puedo recordar
Enviado por Lore Velasco • 25 de Agosto de 2017 • Apuntes • 461 Palabras (2 Páginas) • 205 Visitas
Empezco como cualquier tarde, yo estaba sentada a la orilla del río, lo cual hago desde que lo puedo recordar. Me encanta sentir el aire en mi cara, el pasto en mis dedos y el agua rozando mis pies, estando así siempre se me olvidan mis problemas, no necesito nada más, eso es lo que me gusta hacer, o me gustaba, porque desde aquel día todo cambio.
Les voy a contra la historia de como una persona, siendo simplemente esa persona puede destruir tu vida y todas tus esperanzas en tan solo un momento, sin que lo notes, sutilmente pero de la manera más fuerte posible.
Lo recuerdo muy bien, era un 29 de abril de 1997 un día soleado pero con viento, como suelen ser los días de abril. Yo estaba poniéndome las sandalias para ir al río, como ese río. Vivía a las afueras de (buscar lugar), era muy silencioso pero vivía muy feliz, casi nunca llegaba nadie nuevo, éramos las familias desde hace muchos años; pero ese día al asomarme por i ventana me percate de algo nuevo, la caso de a lado tenía n nuevo inquilino, era el nieto de la señora Richmond, viuda, muy dulce pero muy tímida. Él se llamaba Derek, tenía uno de esos nombres tan comunes, pero que era tan especial y diferente en él. Me asome y lo vi y el me vio, y me dedico una sonrisa, pero no cualquier sonrisa, era una de esa sonrisas que te hacen sentir seguras, que te hacen confiar, claro, solo eso te hacía sentir, porque la realidad aun que la supe muy tarde era otra, una sonrisa misteriosa pero cálida y eso basto solo una sonrisa basto para que llegara justo a mi interior, para que precisamente confiara en él.
Ese día como ya dije, iba al río, al salir or la puerta de mi casa me encontré con él, me sonrió nuevamente y me saludo, un simple Hola, soy Derek y le respondí tímidamente como suelo ser, Hola, yo soy Amy y me fui, no voltee porque tenía demasiada pena, pero sabía que él estaba sonriendo porque simplemente escuche como repetía mi nombre, Amy.
Llegue al río y me senté en mi lugar regular, mi tire en el pasto y no se cuanto tiempo paso pero de repente escuche su voz de nuevo “Amy” y no sabía si lo estaba soñando o no hasta que sentí como una sombra tapo el sol y abrí los ojos, ahí estaba él, con la misma sonrisa tan encantadora y misterios.
Se sentó a mi lado y por diez o quince minutos no dijimos nada, luego se paro y se despidió, “nos vemos, Amy”. No se porque, pero me encantaba como se escuchaba mi nombre cuando él decía, lo decía….diferente.
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