Ensayo de Asi que quieres ser arquitecto

Trabajo: Lectura y síntesis del libro: “Así que quieres ser arquitecto”

Capítulo I – Subtema 1, pág. 21 a 30.

¿Por qué ser arquitecto?

Dinero y estilo de vida

La decisión de convertirse en arquitecto debería ser una decisión positiva basada en expectativas positivas. Empecemos con un incentivo obvio con el que puede relacionarse la mayoría de las personas: el dinero. La mayoría de las personas ejercen una carrera o profesión para ganarse la vida, entre otras cosas, y para mejorar sus ingresos potenciales. Pero los ingresos de los profesionistas pueden cambiar de manera drástica, en especial en el campo de los arquitectos. Ya que algunos apenas ganan lo suficiente para asegurar su supervivencia, y otros logran lo contrario. Cada ingreso tiene su nivel y este debido a su elección y su estilo de vida. El arquitecto suele asociarse con personas y circunstancias que reflejan su estilo de vida, y esto hace que la sociedad hable de los arquitectos y los pone como profesionistas acomodados, acaudalados y de grandes ingresos pero solo algunos lo son, la mayoría no. La mayoría de los arquitectos llevan una vida cómoda y modesta, en la que gozan de una estabilidad y prosperidad económica razonable pero con sus límites. Los arquitectos graduados empiezan como asalariados cobrando un sueldo por hora, mes o año que refleja ciertas condiciones imperantes. Después de obtener experiencia y práctica pueden asociarse como dueños o principales de despachos, esto puede ser en conjunto con otros o como propietarios únicos. Muchos arquitectos deciden vivir con gran satisfacción en ciudades o suburbios en este caso los hace disfrutar de una flexibilidad y libertad que no se conoce cuando se persigue el éxito económico. Algunos otros arquitectos se han ido fuera de la práctica arquitectónica tradicional, para sostenerse de manera económica.

Posición social

Otro aspecto importante es la posición social en la que te lleva a más razones de porque elegir la arquitectura como carrera. Este concepto en el que implica alcanzar cierta posición elevada en la jerarquía de la sociedad por lo que es y hace la gente. La sociedad asume que los arquitectos son instruidos y que poseen tanto sensibilidad artística como pericia técnica, pero la sociedad no sabe a ciencia cierta la manera en la que trabajan los arquitectos. Un resultado visto, los arquitectos pueden ser objeto de respeto y admiración por parte de los miembros de una sociedad. Para algunos alcanzar una posición elevada puede convertirse en una meta deseable y explicita, esto es motivo de satisfacción y estimulante para el ego ser respetado, invitado a lugares, visto con gente que uno admira o ser elogiado por otros colegas cuya opinión importa tanto. La posición social significa dentro del establishment ser conocido por personas desconocidas, ser solicitado para participar en consejos y comités, ser buscado periódicamente por la prensa, ser invitado a funciones para recaudar fondos, y saber lo que ocurre tras bambalinas.

Fama

Después de la conquista por una posición económica y social se encuentra la tentación de la fama. La fama puede llegar sin riqueza, y en la arquitectura suele ser así. Para ser famoso se requiere que un individuo haga algo excepcional y que otros lo vean, juzguen y, lo más importante, que lo informen a un auditorio receptivo e interesado, y de preferencia a una escala nacional o mundial. Estos hechos excepcionales pueden ser constructivos o destructivos, mientras sean excepcionales y, en consecuencia dignos de mencionarse. La mayoría de los arquitectos se hacen famosos de manera gradual al realizar trabajos que son reconocidos finalmente por su excelencia. Para los arquitectos, la fama y el reconocimiento se dan a través de la publicidad y la publicación de lo que hacen, dicen o escriben. Esto significa no solo proyectos y diseños de construcción sino también ganar premios por proyectos y conseguir aparecer en revistas y periódicos; esto significa proyectarse y ser proyectado. La fama no solo puede ser efímera sino también insuficiente en última instancia.

Inmortalidad

Que mejor manera de trascender la vida biológica de uno que a través de la creación de estructuras potencialmente eternas y permanentes que, incluso en su calidad de futuras ruinas, podrían contar a los futuros arqueólogos, historiadores y herederos de la cultura la historia de quienes fuimos y lo que hicimos. El deseo de los individuos creativos de hacer algo que pueda perdurar para siempre.

Contribución a la cultura

En otro aspecto los buenos arquitectos se ven a sí mismos como algo más que profesionistas al servicio de sus clientes por una remuneración. La arquitectura es una expresión y encarnación de la cultura y las condiciones culturales, o incluso una crítica de la cultura. Los historiadores de la arquitectura pasan su vida profesional estudiando y analizando las obras arquitectónicas no solo para comprenderlas sino también para entender los sistemas políticos, sociales y económicos que la crearon. Los arquitectos a través del diseño y la construcción saben que pueden estar haciendo una contribución directa al inventario cultural de ideas y monumentos, sin importar lo insignificante que sea. Así la búsqueda de logros culturales apropiados es una motivación importante para los arquitectos.

Ayudar y enseñar a otros

Muchos arquitectos se dejan llevar por motivos humanitarios. El deseo de ayudar o enseñar a otras personas puede ser muy intenso, y ya que la arquitectura puede ser de utilidad pública y a la vez servir como arte, los arquitectos pueden satisfacer con facilidad este deseo. Gran parte de lo que hacen los arquitectos se encuentra motivado por la fuerza intelectual humano y del pensamiento hacer y materializar. La creatividad no se limita a producir obras de arte. La mente creativa se complace en hacer cosas que funcionen, sean edificios, maquinas o juguetes. Una parte sustancial de la arquitectura aplicada consiste en crear ambientes físicos con una funcionalidad satisfactoria.

Capítulo I – Subtema 1, pág. 32 a 38.

¿Por qué ser arquitecto?

Las recompensas de la creatividad y la realización intelectual

A los bueno arquitectos los domina la voluntad y pasión por ser arquitectos y por la gratificación intelectual y emocional que la creatividad puede ofrecer. Empezar con nada más que materia prima y pensamientos al azar y luego transformarlos en algo bien hecho y estimulante para la mente y los sentidos, es la esencia de la creatividad. Crear algo hermoso y con la composición estética apropiada es la meta prioritaria de muchos arquitectos. Y su principal inquietud es diseñar objetos con arte ya sean ciudades o edificios a los cuales mirar y admirar. La creatividad no se limita a producir obras de arte. Una parte sustancial de la arquitectura aplicada consiste en crear ambientes físicos con una funcionalidad satisfactoria. La arquitectura debe lograr muchas cosas para muchas personas diferentes, por lo cual se requieren habilidades diversas que hagan frente a las complejidades del diseño y del proceso de construcción. La arquitectura involucra la actividad tanto de la mente como del cuerpo actuando en concierto: el pensamiento, el dibujo, la destreza, la observación. El arquitecto tiene aptitudes y talentos que contribuyen al dominio y goce del arte y disciplina de la arquitectura las cuales son: las habilidades gráficas y visuales; estas permiten la capacidad de observar y expresar en forma gráfica, la aptitud técnica; esta comprende la competencia en matemáticas y el análisis científico, las habilidades verbales; las cuales son la capacidad de leer, escribir y hablar, de organizar o analizar la expresión verbal eficaz, las habilidades de organización; la cual es la capacidad de analizar y sintetizar, de crear orden y dirección a partir del desorden y el caos, la memoria; es la capacidad de almacenar y recuperar información, imágenes o ideas, el talento para la composición; es la capacidad artística para realizar la composición de una forma visual, en dos y tres dimensiones, estéticamente satisfactoria.

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