Ensayo sobre la comunidad indigena
Enviado por DAYLIN ZAYURY ALFONSO RODRIGUEZ • 19 de Octubre de 2022 • Ensayo • 2.235 Palabras (9 Páginas) • 93 Visitas
El conflicto, la mendicidad y el problema de migración por parte de los indígenas en el municipio de Ibagué.
Por: Daylin Zayury Alfonso Rodríguez, Juan Daniel Barrios Parra y Santiago Zamudio Giraldo. Estudiantes del primer semestre de la facultad de ciencias humanas y arte, en el programa de historia de la universidad del Tolima.
Conmovedoras y preocupantes resultan las escenas que se viven a diario en las calles del centro de Ibagué. La mendicidad por parte de los indígenas desata desasosiego e inquietud en los ciudadanos ibaguereños, ya que, se puede observar a las mujeres con sus hijos en brazos desbordando tristeza, miseria y dolor en los andenes de las calles; piden limosna utilizando como medio de sensibilización a los niños, dándonos a conocer la cruda y la dura situación que tienen que vivir día a día. Por eso nuestro principal objetivo en este ensayo será dar a conocer cómo era la vida de algunos indígenas antes de esta situación, la razón que los llevo a tomar esta difícil decisión de migrar a un lugar lejano y desconocido, por otra parte, la problemática que genera la movilización de estos grupos a la ciudad de Ibagué y qué ayudas recibieron por parte del estado; para ello haremos uso de algunos informes periodísticos y experiencias personales.
Luego de realizar una serie de investigaciones en noticias periodísticas y entrevistas a los indígenas pertenecientes a la etnia Embera, que se encuentran radicados en las calles de Ibagué, pudimos conocer un poco más y ver de cerca la realidad sobre el tema. Para empezar, en tiempos prehispánicos los Embera se conocieron como “Chocó” o “Chocoes”. Estos habitaban la gran mayoría, en el departamento del Chocó en las zonas selváticas del Pacífico, por lo que son denominados Dóbida o Pusabida; culturalmente son conocidos como Katió. Además, se reparten en las inmediaciones de los ríos Jurubidá, Chorí, Baudó, Cugucho, Bojayá y Valle. Parte de su territorio ancestral coincide con el parque nacional natural de Paramillo, en los límites de los departamentos de Córdoba y Antioquia. Estas personas vivían relativamente bien, tenían sus costumbres, compartían la lengua nativa, tenían una organización sociopolítica, producción agrícola propia; también sus tierras y animales, los cuales servían como medio para generar ingresos y les permitía tener un modo de vida estable. Es así que, como resultado de los procesos propios de la colonia y la conquista, la introducción de misiones evangelizadoras y la avanzada de colonos en sus tierras, entre otros, dispersaron a diversas comunidades Embera.
La población estimada Embera Katio es de 33.280 personas, los Departamentos con mayor concentración son Antioquia, Chocó y Córdoba. De los cuales en las áreas urbanas se concentran 5.185 personas pertenecientes a esta etnia.
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Indígenas Embera Katió.
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Por otra parte, es importante señalar que el conflicto armado en Colombia, catalogado a través de los instrumentos internacionales de los derechos humanos como un conflicto armado no internacional (CANI), ha afectado muchos de los sectores de la población. Desde hace más de cinco décadas, el país vive una guerra interminable que con el tiempo solo se vuelve cada vez más y más cruenta; siendo el origen de este conflicto causas como: las políticas agrarias, la desigualdad en la posesión de tierras, la lucha bipartidista y las diferencias de clases sociales. Estas mismas situaciones que se presentan en el país, son las que dan surgimiento a grupos armados como las FARC y el ELN y así como estos, muchos más grupos al margen se iban esparciendo por diferentes zonas geográficas a medida que el conflicto se agudizaba y se extendía por otras partes del país. Ciertamente, los pueblos indígenas no se escapan de este conflicto, es así que, por causa de estos y debido a las amenazas por parte de los grupos armados, la intimidación, el flagelo y el desplazamiento forzado al que fueron sometidos estos grupos Embera, no les quedó otra opción más que marcharse al ver que sus vidas estaban en riesgo, por esa razón decidieron tomar un nuevo rumbo y abandonarlo todo, sus tierras y pertenencias, pasando de tener una vida medianamente cómoda a realizar la actividad de mendigar en las calles..
Este problema inicio aproximadamente desde hace diez años, donde se pudo notar ciertamente cómo los Embera comenzaron a llegar a la ciudad de Ibagué. Desde entonces se han dado a conocer algunas noticias que han causado impacto en la comunidad ibaguereña, un ejemplo de esto es en el año 2011, donde el periódico Ecos del Combeima (econoticias), publicó un artículo periodístico escrito por Adriana Montoya, donde nos exponen la problemática que ha causado la llegada de algunas etnias a la ciudad. Según lo mencionado en el artículo, estas comunidades hacían uso de sus hijos y mujeres embarazadas para mendigarle dinero a los ciudadanos. El director de justicia de Ibagué (Carlos Augusto Gómez) ha expresado en econoticias que ya saben dónde se resguardan los grupos étnicos y líderes que mandan a las mujeres y niños a mendigar, por ello dice que se realizaran operativos para tomar acciones legales y así mismo se protegerá la integridad de los menores. No obstante, Carlos Augusto hace un llamado de atención a los ciudadanos para que eviten darle dinero a los indígenas que realizan la actividad de mendigar en las calles, ya que, según él esto solo promoverá que se acostumbren a eso y no a ganarse el dinero trabajando.
En el año 2014, el periódico El Olfato publica un artículo donde mencionan cómo esta comunidad aún anda en las calles, y esto abre paso a varios casos que se han presentado. Por ejemplo, se pudo ver cómo un grupo de mujeres de la etnia junto a sus hijos, estaban situadas enfrente de la puerta del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, no se sabe con claridad qué era lo que buscaban con esto, pero luego de que se les permitiera entrar se pudo notar la alegría en sus rostros, escenas como estas aterran a la comunidad. Algunos para poder suavizar la incomodidad les dan dinero y otros les ofrecen objetos y comida que puedan ser de ayuda. Debido a todo esto, en este mismo año la gobernación del Tolima y el periódico el nuevo día, publican unos apartados periodísticos donde nos dan a conocer que se realizó una reunión entre autoridades de entidades locales y departamentales con el Instituto Colombiano del Bienestar Familiar (ICBF), bajo el liderazgo de la Secretaría de Inclusión Social Poblacional del Tolima, con la finalidad de buscar estrategias para dar fin a la mendicidad de la comunidad indígena que se encuentra en las calles de Ibagué. Los registros realizados en este año a cargo de Jesús Alberto Manios Urbano, director de Grupos Vulnerables, Diversidad y Asuntos Étnicos de la Gobernación del Tolima, mostraba que entre el 70% al 90% de personas de la etnia está compuesta por niños y adultos; así mismo en el encuentro se pudo descubrir que eran procedentes del Chocó y de Risaralda. De igual manera se plantearon nuevos escenarios para tomar acciones alusivas a la atención de esta comunidad y se reactivó la campaña para que los ciudadanos de Ibagué eviten darles dinero. Ya que, según lo expuesto, con esto se está afectando en gran medida la calidad de vida de los niños, niñas, adultos y personas mayores que han encontrado así una manera de sobrevivir. Se recordó, además, que la mendicidad y el trabajo infantil son acciones declaradas como delitos y que su realización da paso a sanciones para padres y tutores. Meses después el periódico el Nuevo Día realizó otro apartado periodístico, donde exponían que luego de varias reuniones entre representantes del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Policía Nacional, Alcaldía de Ibagué, entre otras entidades, en un proceso liderado por la Secretaría de Inclusión Social Poblacional del departamento, dio a conocer las medidas que se iban a desarrollar en el municipio para lograr disminuir la mendicidad indígena. Juana Edith Pulido Vargas, secretaria de inclusión social, dice que: “eliminar la mendicidad de los indígenas es compromiso de la administración departamental y las entidades restantes que deben inclinarse por el respeto hacia los menores de edad (niños y niñas)”.
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