Estructura Orgánica y Administración Consultiva

Tema 3

Estructura Orgánica y Administración Consultiva

La publicación de monografías sobre aspectos no jurídicos de la Administración ha tenido un resultado excepcional dentro y fuera de nuestro país al escribir sobre un conjunto de estudios de Derecho administrativo  español. Aunque tenían que haber considerado  el fenómeno administrativo en su realidad intrínseca como hecho social. Pero con la Obra de Mooney se inicia la corrección para hacerla  digna de  integridad.

Durante un gran periodo de tiempo se incluía en el Derecho todo género de consideraciones sobre la infraestructura social  y política como de los aspectos normativos, éticos y teológicos sobre la acción humana. Por lo que el saber social y político ha sido en Europa durante siglos un monopolio de los juristas.

De hecho el jurista de Derecho administrativo, pudo sentirse dueño de la plenitud de los resortes propios de la Administración pública. Desde esta perspectiva trabajaron los juristas y los administrativistas, aunque en este punto se empieza a distinguir entre Derecho y Ciencia de la Administración, que es rigurosamente correlativa de la distinción entre la Jurisprudencia y  Ciencia de la Legislación propia del iusnaturalismo.

Por ello hay un gran intento de sutura que representa la obra de Von Stein, para designar la nueva disciplina, que trata de evitar la disolución de la ciencia administrativa. A partir de este momento la polémica de ruptura entre la Ciencia de la Administración y el Derecho Administrativo comienza a consolidarse.

La polémica mantiene el intento efectivo de depurar la ciencia del Derecho administrativo evitando todas las referencias que pudiesen conducirse a proposiciones legislativas. El jurismo europeo eliminó así  todos sus ricos contenidos y no es de extrañar que Von Stein apareciera de nuevo como el cameralismo o simplemente con  la idea de la jurisprudencia como arte de lo justo.

En este momento se estaba formando una efectiva Ciencia de la Administración con suficiencia y autonomía, además no fue casualidad que los pueblos anglosajones fuesen los creadores de esta obra ya que  tenían el claro ejemplo de los pueblos europeos con las monarquías nacionales, la separación, y la tensión entre la Sociedad y el Estado, lo que favoreció a su pragmatismo de carácter  nacional. Aunque en España el equipo de administrativistas inicio esta serie de técnicas de las que hablan los norteamericanos y más tarde se estudiaron en la Revista de Administración Pública.

Uno de los iniciadores de todo el movimiento fue el inglés Urwick,  creador de “Organization as a problem”, la precisión vale siempre que no se reduzca a la organización formal, un tipo de organización basada en la planificación simple o espontánea.

La obra de Mooney es quizás la más sencilla para entender las nuevas tendencias  y explicar el fenómeno administrativo.

El aislamiento de la organización como una técnica sustantiva hace común a los principios de la Ciencia de la Administración pública con los de la privada. Y por ello son la base  de la nueva dirección científica que obtiene el autor. El ejemplo de James David Mooney, que no es un funcionario sino un administrador privado (manager), consiste en que gracias a su carácter empírico ha conseguido que las técnicas de organización se hayan cumplido por prácticos de esta naturaleza.

 Taylor, creador de scientific management, Fayol, y Chester Barnard, cuya obra  “The Functions of the Executive” sigue la dinámica de esta Colección, también fueron grandes managers de empresas privadas.

Hay muchas sugestiones que Mooney plantea en esta obra, ya que habla del “staff and line”, un principio dotado de dinamismo.

En nuestro esquema organizativo se hace la distinción entre las funciones activa, deliberante y consultiva a cada una de las cuales le correspondería un órgano específico, la formulación original sería así: para deliberar como para juzgar son buenos los muchos, pero para ejecutar, solo uno.

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