Estructura Y Coyontura
Enviado por RrorroAX • 23 de Julio de 2013 • 15.056 Palabras (61 Páginas) • 361 Visitas
Vilar se pregunta: l) Si la estructura así definida es válida para un período, y en este caso ¿por qué y cómo se sale de ella? 2) Si la economía está sometida a las presiones de elementos no económicos ¿cómo intervienen estos?. Sobre el primer punto, nos dice Vilar, los economistas sólo "proporcionan indicaciones difusas y eclécticas",y sobre el segundo proponen varios sectores y niveles, y tratan de superar el aislamiento de las estructuras económicas, incluyéndolas dentro de "sistemas" donde lo político, lo jurídico, lo mental, etc., se combinan. Entonces, deberían incluir —nos dice— las estructuras físicas y geográficas; las estructuras técnicas; las estructuras demográficas; las estructuras institucionales; las estructuras mentales, y en este caso, concluye, "si el economista quiere suscitar a la vez todas estas cuestiones, y dado que sólo puede esclarecerlas para un período bastante largo, su trabajo se confundiría en realidad con el del historiador" (p. 63-64).
Esta última conclusión puede admitirse en el sentido de que el análisis del funcionamiento de la economía está muy cerca de los presupuestos científicos de un historiador, de un sociólogo, de un psicólogo, etc. Es también evidente que entre los hechos económicos y otra serie de hechos de carácter político, social, mental, etc. existen conexiones e interdependencia, pero ello no quiere decir, como presupone Vilar, que estas conexiones sean siempre constantes.
"Definir también las estructuras", sigue diciendo, "como lo hace Braudel, por los obstáculos (realidades biológicas, límites de productividad, mandamientos espirituales, etc.) que establecen para el hombre "prisiones de larga duración", es volver, como Lévi-Strauss a las "prácticas", sin resaltar la "praxis" que destruye los obstáculos y abre las cárceles". "Es, también, llamar la atención sobre la resistencia de las supervivencias (que existen, pero terminan por ser vencidas) en detrimento de las fuerzas materiales y espirituales, de la innovación" (p. 66). Vilar, aunque puede parecer que defiende el valor superior de la innovación, como hecho espiritual, lo que está proponiendo es una innovación necesaria (determinista), no producto de la libertad humana, sino de la fuerza imparable de la presión del movimiento intrínseco de la Historia.
Se pregunta también si la lógica de algunas "prácticas", en el campo de la etnología, puede formalizarse, matematizarse; es decir, si dichas "prácticas" pueden considerarse como hechos sustantivos, permanentes. ¿Es posible tratar igualmente las estructuras del pensamiento que cita Braudel (el sistema cultural bajo el imperio romano, el "instrumental mental" del siglo XV, "el espacio pictórico" de los clásicos, etc.)?. Vilar, de acuerdo con la idea marxista de que dichas manifestaciones del pensamiento son expresiones de intereses de clase, y, por tanto, cambiantes, cree que no.
Una vez asentadas estas críticas, expone su teoría (marxista) sobre la aplicación de la noción de estructura en la historia. Comienza afirmando que el historiador debe desconfiar de modelos que se presentan como universales y eternos (pone por ejemplo la proposición de Malthus de que los recursos crecen en proporción aritmética, mientras que el número de hombres en progresión geométrica, pues el hombre puede ocupar nuevos espacios e inventar nuevas técnicas) y de aquellos muy complicados, tomados de la observación empírica de un caso, que corren e] riesgo de no ser válidos más que para ese caso. Hay pues, que encontrar en el espacio y en el tiempo el marco legítimo del modelo estructural utilizable en historia. Entonces, afirma, sin mayores argumentos, que "hasta el momento, el mejor marco parece ser el propuesto por Marx: la noción de modo de producción". Un modo de producción es una estructura que expresa un tipo de realidad social total, puesto que engloba, en las relaciones, a la vez cuantitativas y cualitativas, que se rigen por una interacción continua: l) las reglas que presiden la obtención por el hombre de los productos de la naturaleza y la distribución social de esos productos; 2) las reglas que presiden las relaciones de los hombres entre ellos, por medio de agrupaciones espontáneas o institucionalizadas; 3) las justificaciones intelectuales o míticas que se dan de estas relaciones, con diversos grados de conciencia y de sistematización, los grupos que las organizan y se aprovechan de ellas, y que se imponen a los grupos subordinados" (p.67). Y concluye: "El modo de producción es, pues, casi por definición, una estructura y si en esta estructura hay diferentes niveles (económico, sociopolítico, espiritual), estos niveles son interdependientes, incluso cuando manifiestan, en tal o cual fase de su desarrollo, una cierta tendencia a la autonomía" (p. 68).
Marx elaboró el esquema estructural del modo de producción capitalista. Recientemente se han llevado a cabo esfuerzos (Porschnev, Kula) para elaborar de forma más sistemática el esquema estructural del modo de producción feudal. Para los modos de producción más próximos a nosotros, sólo existen, actualmente, análisis insuficientes. "El modo de producción socialista se ha instaurado de forma más consciente que los otros, y por lo tanto sobre bases teóricas en principio claras; pero la experiencia muestra que una estructura global (juego de la economía-instituciones-ideología) no se instala sino a través de largos tanteos y de luchas difíciles" (p. 168-169).
La estructura, sigue diciendo Vilar, no es un esquema universal, pues son siempre varios los modos de producción que coexisten. No son tampoco realidades eternas, o de muy larga duración. En tercer lugar, no se trata de fórmulas que engloban a toda la realidad social, sino solamente a la realidad dominante, "la que determina, en una sociedad, los procesos decisivos". Los cinco o seis modos de producción coherentes que proporciona la Historia son estructuras que han estado o están todavía bastante extendidas, que han durado y todavía duran. Pero la historia busca el cambio, y por tanto, ha de preocuparse ante todo por él. Según Vilar, Marx ha demostrado que: l) la estructura de un modo de producción es una estructura de funcionamiento; 2) la estructura de funcionamiento, por tanto, comporta y genera contradicciones "y seguirá haciéndolo mientras no se trate de un modo de producción totalmente consciente y científico". Así, en el terreno económico estas contradicciones generan crisis y en el terreno social, luchas de clases. "... las desestructuraciones y las reestructuraciones en que consiste la historia se desencadenan a través del juego de las crisis y de las luchas
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