Etica Para Amador
Enviado por dano19 • 24 de Octubre de 2013 • 2.486 Palabras (10 Páginas) • 217 Visitas
La Ética para Amador escrito por Fernando Savater para su hijo, es un libro que nos refleja diversas maneras, de conseguir la forma de cómo el hombre, el individuo puede lograr obtener su propia ética que solo consiste en cómo vivir bien la vida humana entre los humanos.
Como lograr la ética nos resulta un poco dificultoso ya que el hombre debe adaptarse a diversos cambios que se reflejan en este espectacular libro que logra en lo posible servir de instrumento para el hombre.
Capítulo I
“De qué va la ética”
En el primer capítulo se trata con mayor relevancia el concepto de libertad humana, esa libertad que nos diferencia de los demás seres vivos como se muestra en la vida de algunos animales, los cuales debe vivir y morir por sus compañeros sin dudas ni excepciones, sin tener la libertad de elegir otro camino. Para el hombre, esto no está muy lejano, pues a pesar de tener ese libre albedrio para elegir e involucrarnos a este orden social, tenemos también un programa cultural determinante, pues el pensamiento viene del lenguaje que se nos impone desde afuera y que no hemos inventado para un uso personal, además de agregar hábitos, comportamientos, etc. Por lo que a veces somos bastantes predecibles al comportarnos y así deducimos que la cultura esa involucrada también en nuestra acción, pero mayoritariamente, por mucha base biológica o cultural, el hombre siempre puede optar por algo que no esté en el programa. A pesar de que no podemos elegir nuestra familia, color, raza o lo que nos sucede a diario es el conocimiento que vamos adquiriendo a lo largo de la vida el que hace que nos convirtamos en seres humanos pensantes, con diferentes ideas que hace que vayamos tomando caminos distintos de otras personas, ese único poder que se nos ha conferido, el de decidir qué es lo que “quiero “. Por lo tanto, podemos optar por lo que es bueno, es decir, conveniente para nosotros, frente a lo que nos parece inconveniente. Lo importante es que debemos adquirir el saber vivir lo que llamamos ética para poder acertar a lo que elijamos a diario.
Capítulo II
“Ordenes, Costumbres y Caprichos.”
Este capítulo nos permite reflexionar a cerca de nuestro diario vivir, ya que nunca nos preguntamos cosas tan sencillas como ¿Debo vestirme hoy para ir a la universidad? ¿Debo tomar el taxi para llegar temprano?, ¿Uso una taza para tomar el café?, ¿Uso las llaves para abrir la puerta? Son acciones que realizamos sin cuestionarnos mayormente el por qué, posiblemente por la cotidianidad de éstas ó porque la acelerada vida que llevamos no nos permite detenernos a pensar en cosas que hasta nos pueden parecer absurdas. Todas las acciones, sean grandes o pequeñas, importantes o no importantes, tienen un motivo que las respalda detrás. Y sea cual sea el motivo (orden, costumbre, capricho, funcional) que las guíe, lo importante es saber utilizarlo de la forma correcta y en el lugar y momento correcto. Un ejemplo claro del texto era que en situaciones tormentosas no se encontrarán las soluciones adecuadas si nos guiamos por nuestros caprichos, en cambio, si buscamos una acción prudente que nos beneficie sin perjudicar a los demás obtendremos una decisión que nos guiará por el camino correcto. Una buena forma de orientar nuestros actos es mediante los principios morales planteados en el texto: respetando las leyes y haciendo el bien sin perjudicar a los demás, como lo plantea el principio filosófico, seremos seres libres y de buen corazón; si las cosas las realizamos por medio del amor (principio religioso) nuestras motivaciones siempre estarán orientadas al bien y a la ayuda del prójimo; si actuamos por nuestro propio bien (principio humano), nos sentiremos satisfechos con nosotros mismos; y si nuestras acciones se enfocan a ayudar a que la sociedad funcione mejor (principio político) posiblemente logremos contribuir a construir un mundo mejor para las próximas generaciones.
Capítulo III
“Haz lo que quieras”
A medida que el ser humano crece y se desarrolla va realizando diversas acciones conscientes o inconscientes, basadas en leyes o guiadas por propios caprichos. Cuando se es pequeño esta acción es obligada por las exigencias de los padres y en la adultez por autoridades o leyes que establecen el orden social.
Toda persona tiene la libertad de decidir qué hacer con su vida, de qué manera actuar, independiente si la sociedad lo acepta o no.
Las decisiones no deben basarse en la intuición ni menos permitir el “dejarse llevar”, sino más bien deben ser producto de un análisis y razonamiento más detallado ante una situación, ya que la acción elegida puede influir positiva o negativamente en el individuo y en su entorno.
A medida que la persona va adquiriendo experiencias se empieza a cuestionar el porqué de sus actos, y concluye que muchas veces estos, son realizados simplemente por costumbre.
Las diversas definiciones de bueno y malo, no solo se aplican a comportamientos morales, sino a acciones tan usuales como puede ser definir a un futbolista según si es bueno o malo para jugar. La categorización de bueno o malo, va a depender de cada perspectiva personal, ya que para algunos puede ser bueno. Por tanto, clasificar de bueno o malo debe considerar no tan solo las circunstancias sino también las intenciones.
A pesar de que existe la razón y que nos clarifica cual acciones son dañinas y cuales beneficiosas esta no es suficiente, ya que se necesita poseer un sentimiento que nos motive a tomar decisiones con tendencias hacia el bien y felicidad de la humanidad.
Capítulo IV
“Date la buena vida”
¿Qué es la Buena Vida?, según “Ética para Amador” es respetarnos unos a otros como iguales manteniendo un concepto ético de pensar las consecuencias de nuestras acciones, pero qué sucede cuando nos dejamos llevar por nuestros impulsos o caprichos que ciegan la razón, no nos estamos dando una Buena Vida al consentir muchas veces egoístamente nuestros placeres personales, ó estos se convierten en lícitamente éticos al beneficiar a terceros, entonces cómo logramos diferenciar el darnos la Buena Vida hoy y que esta permanezca en el tiempo; para esto es necesario establecer una categoría entre lo deseado en el momento y lo que queremos lograr a largo plazo. No se trata de cómo llegar a la meta si no del camino que se traza para lograrla y la ayuda recibida por el entorno durante el trayecto, es acá donde entra el concepto de humanidad, el cual a través del trabajo en equipo logra propósitos más estables y beneficiosos para la sociedad y no únicamente para el individuo. La ética es entonces un razonamiento del bien comunitario que nace desde el individuo no sólo para el bien propio sino también para la sociedad.
Capitulo V
“Despierta, Baby”
El
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