Evalaucion Institucional

Evaluación Institucional.

Pérez Gómez (1993), hace referencia que la evaluación ha sido restringida de tal forma que, para la mayoría de los profesores e investigadores, se trata simplemente de un proceso de medida del éxito de la enseñanza en términos de las adquisiciones en los alumnos.

En ese sentido, el autor advierte que este tipo de evaluación habitualmente no toma en cuenta los diferentes y a veces irreconocibles intereses y necesidades formativas de los diferentes participantes en el proceso didáctico.

De hecho, plantea Pérez Gómez (1993), que la evaluación cualitativa requiere, de una metodología sensible a las diferencias, a los acontecimientos inesperados, al cambio y al progreso, a las manifestaciones observables y a los significados latentes.

Dentro de esta perspectiva Weiss, (1992) expone que la evaluación educativa es una vocablo dúctil, extendida a diferentes campos de la acción y comprende muchas clases de juicios, la gente habla de evaluación cualitativa, de los aprendizajes, cuantitativa, de la evaluación del desempeño entre otros, pero todos tienen en común, la noción de juzgar el valor o meritos de alguna cosa.

Otra opinión sobre lo que es evaluación institucional, es la que refiere Mendivil Zúñiga (1989), el cual expresa que la evaluación educativa es el proceso mediante el cual se determina hasta qué punto se están alcanzando los objetivos educativos por medio de los programas, currículo e institución.

Por su parte, Salcedo (1995) dice que la evaluación educativa es un proceso en el cual se concreta y describe un programa u objeto y se juzga el mérito a las necesidades, intereses y expectativas expresadas por las personas o grupos involucrados, y al contexto institucional, sociocultural y político en que se realiza.

De la misma manera, Fernández (1994) enuncia que la actividad evaluadora sobrepasa los términos de la simple medida, la comprobación de unos datos, para proyectarse en un enjuiciamiento en función de una tarea comparativa.

Fernández afirma que, la evaluación es educativa cuando hace a las personas más conscientes de la realidad presente o aún no actual.

Para Kemmis (1986, citado por Rosales 1990), la evaluación se forja, en sentido amplio sobre todo los elementos de la educación es decir, profesores, curriculum, administradores, programas entre otros. Lo que establece un elemento interactivo en la enseñanza, utilizando sus resultados para orientar el desarrollo de la misma.

Por otra parte, para Cruz (1999), la evaluación institucional se toma como el proceso que da cuenta del estado de desarrollo del objeto de evaluación, de sus aciertos, carencias y deficiencias. La cual se toma como base para formular ofertas de intervención que permitan mejorar la calidad de los componentes.

De la misma forma, Romero Díaz (1989), define la evaluación institucional como un proceso perenne que cubre todas y cada una de las áreas del proceso administrativo, de manera que los resultados y experiencias logradas en cada fase, logren introducir modificaciones y reorientaciones parciales y aplicadas al término del proceso total.

Tipos y Funciones de la Evaluación Institucional.

Diferentes autores hacen referencia a las funciones y tipos de evaluación institucional, en la que hacen mención al respecto Rosales (1990) el cual, afirma que la evaluación se inscribirá en una secuencia de actividades compuestas por tres tipos de funciones:

- Recolección de información de acuerdo con una determinada teoría o bosquejo conceptual

- Aceptación de decisiones relativas al perfeccionamiento del sistema en su conjunto y de cada uno de los componentes.

Desde un punto de vista más restringido, autores como Cronbach (1980, citado por Rosales, 1990) dicen que las funciones de la evaluación se coartan a la simple recolección de datos, rechazando el criterio de quienes de quienes le establecen la tarea de enjuiciamiento o de interpretación de los datos, sea propia de la evaluación o del evaluador.

Para Rosales (1990), identifica tres tipos de evaluación institucional, las cuales describe como evaluación diagnostica, evaluación formativa y evaluación sumativa.

Rosales define la evaluación diagnostica; la cual suele considerase dentro de la formativa, pero así mismo estudiarse como función aparte si se considera que su realización tiene como misión específica determinar las características de la situación inicial para la puesta en marcha de un determinado proceso o programa, la cual sirve como base para la toma decisiones sobre la programación y diseño de está.

Rosales define también la evaluación formativa, como aquella evaluación que se agrupa en los procesos de desarrollo del objeto de la evaluación, para formular ajustes o modificaciones en el funcionamiento, con lo cual determina la naturaleza del desarrollo de actividades o acciones y constituye el punto de inicio para decisiones de perfeccionamiento.

Define Rosales, a la evaluación sumativa; como aquella evaluación que suministra información de retorno para contribuir al desarrollo del resultado; con respecto al uso de recursos, medios, calidad, eficiencia de los materiales utilizados.

Para Mendivil Zúñiga (1989), este tipo de evaluación permite a los directores educativos, expresar si el programa representa avances significativos.

De la misma manera, Cruz (1999), opina que ambos tipos de evaluación, es decir formativa y sumativa, se pueden aplicar a la evaluación de un programa académico, a los procesos de planeación, a los recursos, procedimientos y a los resultados.

En concordancia con Mendivil Zúñiga (1989), la evaluación sumativa o de resultados como él la define, establece las metas alcanzadas al termino del proceso e incluye:

- La identificación de incongruencias o discrepancias entre sus objetivos y logros.

- Generación de información referida a la eficiencia, a la eficacia y a la calidad del programa.

Estrategias de evaluación Institucional.

Mendivil Zúñiga (1989), Rosales (1990) y Cruz (1999), establecen tres tipos de estrategias para desarrollar el proceso de evaluación; las cuales Son: autoevaluación, coevaluacion, evaluación externa o heteroevaluación.

- La autoevaluación, la definen los autores mencionados, como un proceso de reflexión y análisis crítico referido a una institución, problema o proceso social, a partir de concepción y valoraciones iniciales que se van reformulando en el mismo proceso.

Zúñiga (1989), opina que la evaluación puede ser ejecutada por el propio personal de la institución integrada en forma participativa.

Kemmis (1986, citado por Rosales,

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