Fiestas Decembrinas
Enviado por tatys07 • 5 de Diciembre de 2012 • 2.037 Palabras (9 Páginas) • 1.906 Visitas
FIESTAS DECEMBRINAS
Con el mes de diciembre, las fiestas navideñas en México comienzan a hacerse presentes en el ánimo de la gente, en la apariencia de las ciudades y los pequeños poblados. Es una época que se caracteriza por tradiciones con una larga historia que se remonta a la Colonia Española.
Entre los mexicanos se aprovecha esta temporada para convivir con amigos y familiares en medio de un ambiente impregnado de colores, sabores y aromas típicos.
Las Posadas Mexicanas.
Duran nueve días, van del 16 al 24 de diciembre. Son representaciones del peregrinaje de San José y la Virgen María en busca de una posada donde descansar. Los anfitriones toman el papel de posaderos mientras los invitados con vela en mano, hacen la petición de posada en la entrada de la casa. Todo se realiza entonando versos musicalizados hasta que las puertas se abren y comienza la fiesta. México es un país rico en costumbres que nacen de la fusión de las culturas que le dieron origen: la indígena y la española. Por ello, la belleza y la magia de sus festividades tienen un toque muy especial.
Diciembre es un mes lleno de fiestas tradicionales en las que se respira ese espíritu navideño, una de ellas son las posadas. Estas nacieron de la necesidad que tenían los misioneros católicos por caracterizar a los naturales, mezclando costumbres y ritos indígenas con los españoles y cristianos.
Un poco de historia
Según el calendario azteca, los mexicas celebraban a mediados de diciembre el nacimiento de su dios Huizilopochtli, por lo cual los misioneros aprovecharon estas festividades para ir enseñando a los indios el misterio del nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo y así reemplazar la tradición pagana por la cristiana.
Esta tradición se logró gracias al Fray Diego de Soria, prior del Convento de San Agustín de Acolman, quien obtuvo permiso del Papa Sixto V para celebrar en la Nueva España las Misas de Aguinaldo, que consistían en nueve misas en las cuales se concedía indulgencia plenaria a quienes cumplían con dicho novenario.
Estas misas se realizaban del 16 al 24 de diciembre, haciendo alusión cada una de ellas a los meses de embarazo de María, para terminar con la última en la víspera de la Navidad. Esta es la razón por la que en México se acostumbra más celebrar la cena del 24 que la comida del 25, como se hace en la mayoría de los países del mundo.
En un principio estas misas tenían lugar en el atrio de las iglesias, donde se iniciaba una procesión para acompañar las imágenes de José y María (hay quienes conservan aún esta tradición) recordando así el recorrido que ellos hicieron por Belén pidiendo posada.
Mientras unos cargaban el misterio, los demás feligreses cantaban llevando velas encendidas en sus manos para después pasar al rezo del Rosario y las letanías.
Para terminar la festividad con un toque de alegría, los fuegos artificiales y las piñatas formaban parte de esta tradición. Después acostumbraban cenar rico ponche caliente con buñuelos.
Poco a poco la tradición fue desapareciendo del atrio de las iglesias para introducirse en la intimidad de cada hogar, donde hasta la fecha se celebra las tradicionales Posadas Navideñas.
Esta costumbre ha perdurado a través de los años. Las personas le han dado un significado y un valor espiritual a estas festividades, por lo que cantar y encender una vela en señal de buena voluntad nunca debe faltar en una fiesta decembrina.
LAS PIÑATAS
Otra de las tradiciones que nunca faltan en las posadas es el de romper la piñata No hay Posadas sin piñatas . Aunque actualmente existen de diferentes tipos y formas, una de las más tradicionales es la que representa una estrella de siete picos que simbolizan los siete pecados capitales.
La piñata se rellena de duces confitados y frutas de temporada como tejocotes, cañas de azúcar, mandarinas, jícamas y cacahuates.
Al permanecer suspendida de una cuerda, cada invitado se turna para tratar de romperla con los ojos vendados como un símbolo de fe mientras los demás corean:
“dale, dale, dale, no pierdas el tino porque si lo pierdes, pierdes el camino”
Cuando finalmente logra estrellarse, todos se abalanzan por el preciado premio que cae como lluvia entre bromas y risas..
Los misioneros aprovecharon la tradición azteca de romper la piñata para enseñar a los indígenas principios cristianos.
Los catequistas de una forma alegórica comparaban la olla de barro que está dentro de la piñata con el mal que se encuentra dentro de los seres humanos y el cual no se puede ver porque está escondido entre muchos adornos.
Los siete picos de la piñata representan los siete pecados capitales: la soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza. Estos pecados se deben contrarrestar practicando las virtudes contrarias: humildad, generosidad, pobreza, paciencia, templanza, caridad y diligencia.
La persona que le pega a la piñata representa al creyente que con su fe, que es ciega (por lo que está vendado), y con la gracia y ayuda de Dios (por eso cuenta con un palo) le pega al mal hasta que lo destruye. Así, deja salir todas las gracias bendiciones, talentos y valores que Dios da a quienes creen en Él para luchar contra el mal.
Estas bondades están representadas por los dulces de la piñata como un regalo.
EL NACIMIENTO
Era un 24 de diciembre María y José iban camino a Belén, José iba a pie y María sentada en un burro.
María estaba embarazada y esa noche tendrá a su hijo, el que se llamara Jesús.
Tiempo atrás el arcángel Gabriel visitó a María y le dijo que en su vientre llevaba al hijo de Dios, al que debía llamar Jesús.
María y José buscaron donde dormir esa noche, pero nadie podía alojarlos, estaba todo ocupado.
Un señor de buena voluntad les presto un establo para que pasaran la noche, mientras José juntaba paja para hacerle una cama a María.
En el cielo nació una estrella que iluminaba más que las demás.
En el oriente, lejos de Belén estaban tres sabios astrólogos, se llamaban: Baltazar, Melchor y Gaspar.
Ellos sabían que el nacimiento de esta estrella significaba que un nuevo rey iba a nacer.
Los tres
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