Fin Del Timo Del Genovés

Cristóbal Colón era un personaje que, obviamente, quiso esconder su pasado. Se creía que pudo un judío sefardí que quiso escapar a la expulsión de los judíos (el famoso decreto del 30 de marzo de 1492) y/o de la (¿Santa!?!) Inquisición. En todo caso, en la mayoría de libros de historia, se dice que era hijo de un hilandero genovés…

En España, durante años, se aceptaba la teoría de que Colón pudiera ser genovés y se negaba la posibilidad de que fuera catalán. También se habla de sus restos, que, a su muerte, fueron llevados a Santo Domingo para 3 siglos después, llevarlos (por lo menos, parte de ellos) de nuevo a España y concretamente a la catedral de Sevilla (después de haber pasado por La Habana). Muchos dominicanos lo niegan (ninguno estaba allí, claro).

Los últimos estudios, si bien no dejan todo completamente claro, sí aclaran cosas fundamentales:

1) Parece ser que esa época sí hubo un Cristóforo Colombo en Génova. Era hijo de un humilde hilandero y a los 20 años, se embarcó como marino. Esa persona …no era Cristóbal Colón, el descubridor de América. Las pruebas son contundentes: 1°) Colón era una persona cultivada desde niño (esto lo prueban sus escritos, su conocimientos de la navegación, etc.) y en esa época, sólo los nobles y la alta sociedad tenían acceso a la cultura; 2°) Una persona que, en esa época, empezara a navegar tan tarde (20 años), no podía tener tantos conocimientos en tan poco tiempo; 3°) La edad de Cristóforo no coincide con la de Cristóbal, gracias al estudio antropomórfico de (los restos de) sus huesos; 4°) No hay ningún texto conocido de Colón en italiano (ni siquiera los que mandó a sus banqueros genoveses, ni …a su propio hermano); 5°) De la gran cantidad de parientes que aparentemente tenía, nadie reclamó su herencia en el siglo XVI, en Génova; 6°) De las “17 pruebas irrefutables” que tenían los genoveses para asegurar que Colón nació allí, había una que era la definitiva. En un escrito decía: “…Mientras mi cuerpo está aquí, mi corazón está en Génova…”. El historiador Charles Merrill (quien dirigió esta investigación) fue a Génova a estudiar este importante documento. Cuando lo pudo leer comprobó que el texto no era idéntico al transcrito por los genoveses. Decía así: “…Mientras que mi cuerpo está aquí, mi corazón está allá…”. Sin comentarios.

2) Los restos de la catedral de Sevilla, ¿son los de Colón? Se vio que en esos restos, había marcas de cuchillos. Parece que, en la época, cuando se trasladaban cuerpos de un lugar a otro (y máxime si se hacía por barco), la costumbre era quitar la carne y esas marcas serían de cuchillos. Cuando el Dr. José Antonio Lorente, especialista en genética forense de la Universidad de Granada, hizo las pruebas de ADN, no consiguió encontrar esa parte única del ADN que sólo tiene uno y su familia inmediata. Lorente comparaba los restos de Colón de la catedral de Sevilla con los restos de su hermano (Diego) y de su hijo (Hernando), pero la tecnología de la que se disponía, no daba para más. Más tarde, Lorente pudo llevar parte de los restos de los 2 hermanos y el hijo a Dallas, para aplicar una nueva tecnología, que se desarrolló para identificar los cuerpos encontrados en los restos de las torres gemelas, después del 11 de septiembre. Y …¡eureka!: coincidían. Luego, los restos de la catedral de Sevilla, sí son los de Cristóbal Colón (los de Santo Domingo también pueden serlo -ya que los de Sevilla son muy escasos- pero hasta ahora no han dejado que se examinen).

3) Pero esto no explica porqué intentaba ocultar su identidad. Con las pruebas de ADN, prácticamente se descarta que fuera judío. Esto puede parecer extraño. Genéticamente, se habla del cromosoma “Y” del padre, pero, ¿y si la judía fuera la madre? Además, el judaísmo no es una raza, sino una religión y, salvo algunos grupos muy concretos y aislados, no existe un “gen judío”. Lo que revelan estos tests es que algunos rasgos comunes en la “etnia judía”, no aparecen en el ADN de Colón. Es posible que Colón tuviera ascendencia judía por parte de madre, pero parece claro que vivió como cristiano. La historia cuenta que Colón llegó a nado (un “paseíto” de 6 leguas) a las costas portuguesas, después de un ataque

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