Florencia Cuna Del Renacimiento

Florencia cuna del renacimiento

La ciudad de Florencia es el lugar donde comenzó el Renacimiento a finales del siglo XIV. 
El poderío de Florencia no se basaba en poseer un gran ejército; tampoco tenía un fuerte, ni una buena posición para controlar el comercio. El poderío de Florencia estaba basado en sus bancos y en el manejo de las finanzas. En este aspecto se destacaba la familia de los Médici, cuya inteligencia para los negocios fue muy importante para convertir a Florencia en un centro del Renacimiento.

En el aspecto político, el siglo XV europeo se caracteriza por la aparición de las naciones como entidades independientes con fuerte sentimiento nacionalista Y el poder eclesiástico era enorme en ciertos países.
A pesar de que las ciudades continuaron siendo fundamentales en cuanto al desarrollo cultural y artístico, su vida política y económica se regía ahora por una unidad nacional que las abarcaba. El comercio marítimo surgía como una nueva fuente de inmensa riqueza. Los bancos, gracias a cuyos préstamos los países se lanzaban a estas aventuras, tenían ganancias increíblemente cuantiosas. Las familias burguesas de banqueros y comerciantes llegaron a controlar ciudades enteras, y muchas veces fueron los promotores del arte y de la cultura.
Florencia es por encima de todo, la ciudad de la inteligencia en los tiempos moderno. Otras naciones han descollado sobre los italianos por su ingenio. 
En ningún otro lugar del mundo, salvo Atenas, encontramos a la población de una ciudad entera tan penetrada de ideas, tan intelectual por naturaleza, tan despierta y aguda de percepción y tan sutil como Florencia.
Florencia tenía las tres grandes fuerzas motrices de la civilización, que son, la avaricia o el afán de riqueza y todo lo que ésta procura el hombre, la curiosidad o el deseo de descubrir nuevos hechos acerca del hombre y del mundo, y el gusto por la belleza, que es el padre de todas las artes. El comercio, la filosofía, la ciencia, las humanidades, la escultura, la arquitectura, la pintura, la música, la poesía, todo lo que en realidad da un sentido y valor a la vida del hombre, es producto de estos impulsos dominantes.

Por toda Italia surgieron familias nobiliarias deseosas de mostrar, mediante el arte, su poder y su refinada cultura.
Bajo la protección de la familia Medici, el arte floreció en la ciudad, sobre todo ligado al Humanismo, donde el hombre se consideraba el último fin. En esta época, Filippo Brunelleschi creó un grupo de trabajos que representó uno de los momentos más importantes en la historia de la arquitectura florentina y del planeamiento de la ciudad (1420-1446).

Gracias a Brunelleschi, y a otros exponentes que siguieron su línea trazada, Florencia es conocida, desde entonces, como la “ciudad del renacimiento”, idealizada por los humanistas. A determinar la imagen de la ciudad del renacimiento también contribuyeron, entre otros, Donatello, Masaccio, Filippo Lippi, Domenico Ghirlandaio, Sandro Botticelli, Beato Angelico, Michelozzo, Giuliano da Sangallo y Benedetto da Maiano.


Familia Pitti.
Antigua y noble familia florentina, que ejerció cargos públicos en la ciudad entre los siglos XII y XVII. En general, sus miembros mantuvieron buenas relaciones con la familia más importante de la ciudad, los Médicis, lo que les posibilitó tener cierta preeminencia, aunque algunos de los Pitti estuvieron en contra de la política medicea.

Los Pitti fueron en muchas ocasiones gonfalonieros de justicia. En el siglo XV la familia se escindió en varias ramas, aunque sus miembros siguieron ocupando cargos públicos hasta el siglo XVII, extinguiéndose durante el siglo siguiente.

Familia Strozzi
Linaje de banqueros y comerciantes florentinos, tradicionalmente enemistados con la familia de los Médicis. Entre sus miembros destacan:
Palla di Noferi (1373-1462), rico comerciante, fue obligado a exiliarse en Padua por los Médicis.
Filippo I (1426-1491), fundador de una floreciente banca

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