Francisco De Goya
Enviado por tsukihime48 • 23 de Octubre de 2013 • 1.448 Palabras (6 Páginas) • 391 Visitas
Los Caprichos es una serie de 80 grabados del pintor español Francisco de Goya, que representa una sátira de la sociedad española de finales del siglo XVIII, sobre todo de la nobleza y del clero.
En la década de 1780, Goya comenzó a relacionarse con algunos de los más importantes intelectuales del país, Gaspar Melchor de Jovellanos, Juan Meléndez Valdés, Leandro Fernández de Moratín y Juan Agustín Ceán Bermúdez que lo introdujeron en los ideales de la Ilustración. Compartió con ellos la oposición al fanatismo religioso, a la superstición, a la Inquisición y a algunas órdenes religiosas. Pretendían leyes más justas y un sistema educativo acorde con el individuo. En la primera mitad presentó los grabados más realistas y satíricos criticando desde la razón el comportamiento de sus congéneres. En la segunda parte abandonó la racionalidad y representó grabados fantásticos donde mediante el absurdo mostró visiones delirantes de seres extraños.
Empleó una técnica mixta de aguafuerte, aguatinta y retoques de punta seca. Los dibujos preparatorios eran el primer paso de todo el proceso. Parece que hay tres fases en la elaboración de estos dibujos. La primera idea o inspiración se desarrollaba con pincel a la aguada, sea en negro o en rojo. En una segunda fase se concretaban e intensificaban con lápiz rojo las expresiones y detalles. La tercera fase consistía en dibujar con pluma un boceto detallado con todos los sombreados y rasgos precisos. En pocas estampas se dieron las tres fases. En algunos casos, se concentraban las tres fases en el mismo dibujo. Deformó exageradamente las fisonomías y los cuerpos de los que representan los vicios y torpezas humanas dando aspectos bestiales.
Goya, muy relacionado con los ilustrados, compartía sus reflexiones sobre los defectos de su sociedad. Eran contrarios al fanatismo religioso, a las supersticiones, a la Inquisición, a algunas órdenes religiosas, aspiraban a leyes más justas y a un nuevo sistema educativo. Todo ello lo criticó humorísticamente y sin piedad en estas láminas. Consciente del riesgo que asumía y para protegerse, dotó a algunas de sus estampas con rótulos imprecisos, sobre todo las sátiras de la aristocracia y del clero. También diluyó el mensaje ordenando ilógicamente los grabados. De todas formas, sus contemporáneos entendieron en los grabados, incluso en los más ambiguos, una sátira directa a su sociedad y también a personajes concretos, este último aspecto el artista siempre lo rechazó.
Se editó en 1799, pero al perder el poder Godoy y los ilustrados, el pintor retiró la edición de forma precipitada por temor a la Inquisición. Solo estuvo a la venta 14 días. En 1803, para salvar Los Caprichos, decidió ofrecer las planchas y los 240 ejemplares disponibles al rey, con destino a la Real Calcografía, a cambio de una pensión vitalicia de doce mil reales anuales para su hijo Javier.
De las placas se realizaron veinte impresiones. La primera reimpresión se editó entre 1821 y 1836, desconociéndose la fecha concreta, y la última en 1937.
Los Caprichos han influido a varias generaciones de artistas de movimientos tan dispares como el Romanticismo francés, el Impresionismo, el Expresionismo alemán o el Surrealismo. MacColl y Malraux consideraron a Goya uno de los precursores del arte moderno, mencionando las innovaciones y rupturas de Los Caprichos.
Aunque Goya ya había publicado grabados desde 1771, una serie de estampas sobre cuadros de Velázquez publicada en 1778 y algunos otros sueltos entre los que hay que mencionar por el impacto de la imagen y el claroscuro motivado por el hachón El agarrotado, de hacia 1778-1780; es con Los caprichos, cuya venta anuncia el Diario de Madrid el 6 de febrero de 1799, que Goya inicia el grabado romántico y contemporáneo con una serie de carácter satírico.
Supone la primera realización española de una serie de estampas caricaturescas, al modo de los que había en Inglaterra y Francia, pero con una gran calidad en el manejo de las técnicas del aguafuerte y el aguatinta —con toques de buril, bruñidor y punta seca— y una innovadora originalidad temática, pues Los caprichos no se dejan interpretar en un solo sentido al contrario que la estampa satírica convencional.
Los Caprichos carecen de una estructura organizada y coherente, pero posee importantes núcleos temáticos. Los temas más numerosos son: la superstición en torno a las brujas, que predominan a partir del Capricho 43 y
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