VIDA DE FRANCISCO DE GOYA Y LUCIENTES
Enviado por alvarovk1924 • 14 de Enero de 2014 • Tesis • 3.448 Palabras (14 Páginas) • 340 Visitas
TRABAJO DE ARTE Y SOCIEDAD
GOYA Y SU OBRA
ÁLVARO JULIÁN GARCÍA SABCHEZ
20/12/2013
Contenido
VIDA DE FRANCISCO DE GOYA Y LUCIENTES 2
Origen y evolución de las ideas políticas de Goya 3
SU OBRA PICTÓRICA 4
Estilo 4
Obras y temas 5
1º Etapa: PINTOR DE CUADROS PARA TAPICES 1763 - 1792 5
2º Etapa: PINTOR PLENO 6
COMENTARIO DE ALGUNAS DE SUS OBRAS 8
1. EL COLOSO 8
2. SATURNO DEVORANDO A SU HIJO 9
3. FUSILAMIENTOS DE EL 3 DE MAYO 9
4. LA MAJA DESNUDA 10
Bibliografía 11
VIDA DE FRANCISCO DE GOYA Y LUCIENTES
Francisco de Goya y Lucientes nació en Fuendetodos (Zaragoza), el 30 de Marzo de 1746. Al poco tiempo los Goya se trasladaron a Zaragoza por lo que Francisco pasaría
allí su infancia y su juventud. Esto fue debido a que su padre instaló en la ciudad su taller de dorador, allí Goya aprendió el oficio. Acudió a las Escuelas Pías, donde conoció a Martín Zapater, al que le uniría una amistad para siempre.
A los trece años, en 1759 y hasta 1762, Francisco de Goya asiste a clases de pintura que imparte José Luzán y poco después entra a trabajar en su taller. En el verano, durante la vendimia, va a Fuendetodos, y bajo la dirección de su propio padre realiza su primera obra, pinta el armario de las reliquias que posee la iglesia y se complementa con la decoración del muro al que va adosado el armario. Por dos veces, a los diecisiete y a los veinte años concursa, sin éxito, para obtener una plaza en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, este doble fracaso le impulsa a viajar a Italia, donde aprende la técnica del fresco, que le servirá a su regreso a España, para conseguir su primer encargo oficial en la Basílica del Pilar de Zaragoza.
Dos años después de su regreso a España, se casa con Josefa Bayeu, hermana de Francisco Bayeu, pintor de la Cámara del Rey Carlos III. Este hecho favorecerá su ingreso como pintor de cartones en la Real Fábrica de Tapices. Trabajó allí desde los veintinueve a los cuarenta y cinco años, realizando sesenta y tres cartones para los palacios de El Escorial y El Prado. A la muerte de Carlos III en 1788, su sucesor Carlos IV y la reina María Luisa le nombran pintor de Cámara, cargo que no abandonó hasta su exilio en Burdeos. Comienza así a realizar los retratos oficiales de los Reyes. Su fácil acceso a las colecciones reales le permite copiar y grabar varios cuadros de Velázquez, asimilando así algunos de los secretos de su técnica. A partir de ahora, Goya es ya un pintor consagrado: es elegido Académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Sus grandes protectores, los duques de Osuna y más tarde, los de Alba le introducen en la vida social haciéndole importantes encargos. Posarán para él los más destacados personajes; los retratos que hará a partir de entonces le convertirán en el cronista oficial de la aristocracia y los intelectuales de la época.
En 1792, durante un viaje a Andalucía, contrae una grave enfermedad que le dejó completamente sordo. Esta circunstancia unida a las graves consecuencias que la Revolución Francesa tuvo en la Corte y para sus amigos ilustrados (destierros, encarcelamientos), le sumirán en una profunda crisis que influirá en su carácter y en su pintura. Durante la Guerra de la Independencia 1808-1814, Goya acentuó su pesimismo y mantuvo una actitud conservadora. En su actividad pública, como se puede ver a través de sus históricos lienzos: El Dos de Mayo y Los fusilamientos del Tres de Mayo y de sus grabados Los Desastres de la Guerra.
A los setenta y tres años, sordo, enfermo y desengañado, compra la "Quinta del Sordo" a las afueras de Madrid, allí se refugia con Leocadia Weiss, fiel compañera de su vejez, y ejecutará su obra más personal e inconfundible: Las Pinturas Negras. Viviría allí hasta 1823, fecha en que regala la finca a su nieto .En 1824 partía Goya hacia Francia, concretamente hacia Burdeos, en busca de tranquilidad y del cariño de todos aquellos amigos que allí se encontraban. Vivió cuatro años más, hasta su muerte en 1828.
Origen y evolución de las ideas políticas de Goya
Su evolución ideológica personal, refleja la evolución de muchos de los ilustrados españoles. Durante la segunda mitad del siglo XVIII Goya se identificaría con el reformismo borbónico, evolucionando hacia posiciones liberales. Afrontará en silencio, quizá con grandes dudas, el giro violento de la revolución francesa. En cualquier caso, durante esta época, Goya toma partido claramente por la Luz de la Ilustración frente a las Tinieblas del Antiguo Régimen, y asumiendo todas las contradicciones de los ilustrados españoles de su época.
La invasión napoleónica le arrojará, como a tantos compatriotas, a un abismo de amargura y descreimiento en las posiciones políticas que había defendido. Ese cambio tardará en hacerse evidente en Goya, comprometido en silencio contra la camarilla reaccionaria de Fernando VII.Hacia el final de su vida terminará refugiándose en buena medida en una religiosidad intimista, manifiesta, por ejemplo, en el fantástico San Pedro en oración que nuestro pintor ejecutó hacia 1920. La profundidad de su sentimiento cristiano no afectará, sin embargo, a su firme posición liberal en materia de costumbres y vida social, mantenida en los mismos umbrales de su muerte, y demostrada en los magníficos dibujos de su última época.
SU OBRA PICTÓRICA
Estilo
No fue un artista precoz. Su estilo fue evolucionando lentamente bajo la influencia de los acontecimientos que le tocaron vivir y que le afectaron profundamente. Su arte se encuentra en permanente evolución: paulatino progreso en la técnica, búsqueda de nuevas formas expresivas, continúa corrección y profundización. El arte de Goya se nos presenta lleno de contrastes: representaciones de fiestas alegres que exaltan la vida al lado de sucesos dramáticos y de muerte; escenas de niños que juegan felices y otras misteriosas y alucinantes de brujas participando en aquelarres, retratos de la nobleza pero también de los ilustrados y de los "majos" y las "majas" que simbolizan lo popular. Pintó lo bello con exquisita delicadeza, pero también supo reflejar, lo terrible, lo monstruoso.
En Goya apunta algo que es propio del mundo moderno: lo grotesco. Se enfrentó con el academicismo de sus maestros, oponiéndose a la estética neoclásica. El dibujo pierde importancia frente al color, a la inspiración y
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