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Los dioses en la mitología griega como espejo de la naturaleza humana.

La cultura griega así como el resto del mundo se encarga de plasmar su punto de vista de la vida y sus costumbres por medio del arte, ya sea por los mas monumentales palacios y lugares que permiten crear una atmosfera que ambienta hasta lo que no es lógico para la razón, como hasta lo mas mínimo de la cotidianidad del ser humano, aquí parte la mitología y la creencia como materialización de aquello que no existe físicamente y se involucra en el modo de ser y de vivir del hombre.

El ser humano en su necesidad de conocer sus orígenes y ya que por instinto propio necesita explorar e investigar se ve obligado a recrear aparentes hipótesis de un misterio enorme, el cual consiste en el origen del ser, proponiendo a los fenómenos naturales probables fuentes de origen, a las emociones razones desconocidas que obligan al ser humano a ser virtuoso o en algunos casos un ser banal o instintivo.

Es aquí de donde parte la historia de la mitología griega en su punto más representativo y de admiración, como lo fueron sus dioses, legado que ha traspasado siglos gracias a las grandes historias y proezas que representan la vida de estos seres, en las cuales resalta la vida gloriosa llena de acontecimientos y hechos que demuestran una humanidad de estos seres como supuestos creadores de la humanidad y la naturaleza, cuya creación se ve reflejada por la sencilla razón de la cotidianidad humana y su naturaleza, ya sea en su parte emocional, amorosa y virtuosa. En donde sentimientos como la ira, la pasión, los celos y el amor se ven reflejados en el destino de los seres humanos y en el mundo en el que habitan. Por ende vale afirmar por mi parte que la creación de estos seres mitológicos se deriva como necesidad del ser humano de conocer y dar justificación a lo que es, a lo que siente, a lo que vive y espera ser.

Muchas de estas creencias se ven reflejadas en el día de hoy, en donde el ser humano aun busca inspirarse y encontrar un sentido a la vida así sea creyendo en sí mismo y en su voluntad, o en alguien más grande que él, quien permite que este forje su destino y su vida interna y extrema basado en algún modelo dogmatico, el cual refleja en su modo de ser, en lo que cree, en los lugares que construye para crear para sí mismo una atmosfera de creencias y en su cotidianidad como la cultura griega, que en sus obras artísticas como sus jarrones o utensilios hacían tributo a quienes ellos creían eran sus superiores.

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