Gobierno Democratico
Enviado por alex12_67 • 18 de Marzo de 2012 • 10.157 Palabras (41 Páginas) • 3.641 Visitas
Gobierno democrático
México es una república, porque el poder no se concentra en una sola persona, sino que todos somos parte del poder, ya que elegimos a quienes nos han de representar y atender nuestras necesidades.
El gobierno democrático se basa en los principios anteriores. En nuestra vida solemos verlo cuando elegimos a aquellos ciudadanos que se ofrecen para representarnos como ciudad, municipio, estado o país ante estos mismos sectores de la sociedad o ante el mundo. La forma de elegirlos es mediante el voto de cada uno, y lo que es elegido por la mayoría es lo que se lleva a cabo.
La forma en que se ve la representación es al momento en que el pueblo manda solicitudes al gobierno para que resuelvan los problemas que están fuera del alcance del ciudadano común.
El poder de las autoridades gubernamentales está limitado por las leyes, de modo que el abuso de poder no debería existir; sin embargo, en ocasiones se manifiesta pero se le penaliza a quien lo comete.
Soberanía y Representatividad
El gobierno democrático funciona con la participación de las personas en la toma de decisiones; en nuestro país se hace en forma representativa cuando las autoridades gubernamentales que elegimos para sus cargos discuten sobre qué hacer para solventar las necesidades de los habitantes, ya sea del país, de un estado, de un municipio o de una ciudad.
La soberanía reside en el pueblo, que tiene el poder para hacer y aplicar las leyes que ha creado, y también de elegir o modificar la forma en que quiere ser gobernado. Asimismo, ningún país puede tomar las decisiones de nuestro Estado así como tampoco nuestra nación puede intervenir en las decisiones de otra.
Aquellas personas que aspiran a ocupar alguno de los cargos de gobierno deben ser presentadas por partidos políticos, que son organizaciones populares involucradas en la política y el gobierno, y ser elegidos por la ciudadanía mediante el voto, que es libre y secreto.
La Federación y el Municipio
México es una república federal porque está formada por estados libres y soberanos que están unidos bajo la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; sin embargo, tienen sus propias leyes y se gobiernan a sí mismos apegándose a la Constitución.
El país se declaró como república federal al independizarse de España, pero en varias ocasiones se ha convertido en república centralista, aquélla en la que el poder sólo se concentra en la capital y no existen los estados libres y soberanos. A pesar de ello, México es actualmente una república federal.
En una federación existen tres niveles de gobierno, que colaboran entre sí para conseguir el bienestar de la población. Estos niveles se dividen en federal, estatal y municipal. El federal es el que aplica a todo lo que comprende el territorio nacional; el estatal, a lo que comprende a una entidad o estado; y el municipal, a lo que comprende el municipio, que es una de las varias divisiones administrativas que tiene un estado. Dicho nivel se administra mediante ayuntamientos que se dedican a atender las necesidades inmediatas de la comunidad.
Poder Legislativo
Es el poder que se encarga de la creación de las leyes que han de regir a todos los mexicanos. No se puede depositar en una sola persona, sino que recae en un grupo que se conoce como Congreso de la Unión. Este congreso, está integrado por dos cámaras: la de diputados, integrada por 500 personas, de las cuales 300 son electas por mayoría en los distritos electorales y 200 por representación proporcional; y la de senadores, compuesta por 128 miembros, de los cuales 64 son electos por mayoría en los distritos electorales y 64 por representación proporcional. Ellos se encargan de proponer, discutir, analizar, aprobar o rechazar iniciativas de ley. Dichas iniciativas son lanzadas por los mismos legisladores, el poder ejecutivo o los ciudadanos. También se encargan de modificar o eliminar leyes, de aprobar el presupuesto gubernamental y de aprobar tratados internacionales.
Poder Ejecutivo
Este poder es el encargado de aplicar las leyes aprobadas por el poder legislativo. Este cargo se deposita en el Presidente de la República. Debe hacer ejecutar las leyes y promulgarlas. Puede nombrar y remover libremente a los Secretarios de Estado, mejor conocidos como “el gabinete”. Debe dirigir la política exterior y celebrar los tratados internacionales. Y por supuesto, se encarga de administrar el país.
En lo que se refiere al poder ejecutivo estatal, es puesto en manos del gobernador, que es elegido para un periodo de 6 años al igual que el presidente. También puede nombrar y remover a aquéllos que han de encabezar las secretarías estatales.
Algunas de las cosas que el presidente tenga que hacer, debe pedir aprobación al Congreso de la Unión. Ejemplos son cuando vaya a ausentarse del país. También debe recibir el cargo de parte de ellos, rendir cuentas cada año y la renuncia al poder debe hacerla ante ellos.
Poder Judicial
Se encarga de aplicar la ley para la resolución de controversias. También debe atender las demandas ciudadanas de justicia mediante lo anterior. Se integra por jueces, magistrados y ministros. Los órganos del poder judicial son: la Suprema Corte de Justicia, el Tribunal Electoral, los Tribunales Colegiados y Unitarios de Circuito, los juzgados de Distrito, el Consejo de la Judicatura Federal, el jurado federal de ciudadanos y los tribunales de los estados y el Distrito Federal.
A diferencia de los demás poderes, ellos no son elegidos por el pueblo porque deben tener autonomía. En este caso son nombrados por el presidente y ratificados por el senado.
Se encargan de penalizar los delitos, de proteger a quienes han sufrido violación de sus garantías individuales y resolver quejas entre otras cosas.
• El caso de México
La transición mexicana a la democracia llegó a su fin. El viejo régimen, el régimen del presidencialismo sin fronteras, el régimen del partido sin competencia y elecciones sin garantías, el régimen sin crítica y escrutinio públicos, el régimen del Estado grande y la sociedad pequeña, ha quedado en el pasado.
En su lugar empieza a cobrar forma una presidencia acotada por las fronteras constitucionales, se ha levantado un sistema de partidos competitivo, se celebran elecciones libres, se despliega la libertad de expresión y emerge una sociedad más organizada y participativa, cuyos derechos marcan cada día más los límites del Estado.
El problema es que las transiciones a la democracia no entrañan necesariamente su eficacia y su consolidación: una cosa es arribar a la democracia y otra es construir un entramado institucional sólido y funcional que asegure
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