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Gobiernos Radicales 1916-1930


Enviado por   •  5 de Junio de 2015  •  2.464 Palabras (10 Páginas)  •  303 Visitas

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Etapa de Gobiernos Radicales (1916-1930)

Primer Presidencia de Hipólito Yrigoyen (1916-1922)

El 12 de Octubre de 1916 Hipólito Yrigoyen asumió la presidencia de la Argentina por primera vez, había sido elegido por el voto universal, secreto y obligatorio, según la nueva ley electoral, sancionada en 1912 por iniciativa del presidente Sáenz Peña.

Se vive, ese 12 de octubre, un día de algarabía popular. Yrigoyen no lee un mensaje presidencial ante el Congreso; la ceremonia parece incomodarlo. Es que –él ya lo ha entrevisto- el Parlamento representaba a los sectores dominantes anquilosados en el poder desde hacía décadas, mientras que un nuevo sujeto social se manifestaba en otra parte, en la calle. Yrigoyen tiene el gobierno, pero no el poder.

La llegada de Yrigoyen al poder significa el ascenso de la clase media- media baja, de los hijos de inmigrantes. El reemplazo no es total, porque Yrigoyen no cuenta con cuadros suficientemente experimentados en las cuestiones de gobierno; habrá nombres del antiguo régimen. Pero son los menos. De todos modos, llueven las ironías y los sarcasmos tanto desde la oligarquía como desde la supuesta izquierda, hacia esos “extraños” que llegan al poder, y hacia esas bases sociales que los sustentan.

Podríamos sintetizar algunas características de este primer radicalismo:

1- Inexistencia de un programa bien definido.

2- Cierto espíritu romántico, y así, antiintelectual.

3- Su carácter democrático.

4- Su sentido de la igualdad de derechos.

5- La defensa del sufragio secreto y universal.

6- La austeridad republicana.

7- Lentitud en la acción gubernativa.

8- Personalismo.

REFORMAS QUE FAVORECEN A LOS SECTORES MEDIOS

Hasta 1917 la economía argentina vivió una depresión originada por el descenso de las exportaciones y de las importaciones a raíz del conflicto –la Primera Guerra Mundial-que sacudía a Europa. Pero a partir de 1918 y hasta 1921, creció la demanda de productos primarios argentinos en Europa. El radicalismo logró entonces la aprobación de la aplicación de un impuesto transitorio sobre las exportaciones, mejorando así la recaudación fiscal. Esto permitió al gobierno iniciar una política de expansión del empleo público. Los principales beneficiados de esta política fueron los hijos de los inmigrantes y los sectores medios urbanos. El consiguiente aumento del gasto público que esto trajo aparejado, generó conflictos con otros grupos sociales, que comenzaron a oponerse a la política yrigoyenista.

Otro aspecto importante fue el apoyo del gobierno radical a la Reforma Universitaria de 1918. Los estudiantes reformistas de Córdoba buscaban modificar los antiguos planes de estudios y poner fin a la influencia dela Iglesia en la educación universitaria. El epicentro de los reclamos se ubicó en la Universidad de Córdoba, e incluía el pedido de autonomía universitaria, la supresión de cátedras vitalicias y su reemplazo por docentes elegidos por concurso. La Universidad debía ser un espacio democrático, pluralista y gratuito. El gobierno aceptó las demandas, simplificó los criterios de ingreso y modificó los planes de estudio. La Universidad dejó de ser un feudo para las clases privilegiadas e incorporó a estudiantes de sectores medios.

RELACIÓN CON EL MOVIMIENTO OBRERO

Uno de los objetivos de las reformas, era el de incorporar a los obreros al sistema político, debilitando a aquellas organizaciones que los representaban y que proponían medidas de acción directa. Pero para ello, el nivel salarial de ese sector debía mejorar. El inconveniente era que el modelo agroexportador se basaba –entre otras cosas- en el empleo de mano de obra barata, y el sector patronal no estaba dispuesto a cambiar el estado de cosas. Fue así que, la relación entre obreros y patrones, en vez de mejorar, empeoró. Una nueva contradicción surgió entonces en el nuevo gobierno: debía proteger los intereses del sector propietario y, a la vez, tomar medidas tendientes a mantener el voto de los sectores trabajadores.

Para los radicales, el Estado debía cumplir la función de “árbitro” en los conflictos laborales. En algunas ocasiones intercedió ante los patrones a favor de los trabajadores, pero en otras, la policía o el ejército actuaron contra los huelguistas. En muchos de estos casos, resultaron decisivas las presiones de los grupos patronales (Unión Industrial, Sociedad Rural o Bolsa de Comercio) y el gobierno se decidió por la represión. Dos claros ejemplos de esta política fueron la llamada “Semana Trágica “y la “Patagonia Rebelde”, conflictos en que los trabajadores fueron duramente reprimidos por las fuerzas del orden, produciéndose innumerables pérdidas de vidas.

POLÍTICA ECONÓMICA

En la gestión radical, el Estado se reservaba un rol de intervención decisivo, apartándose del liberalismo clásico. El nacionalismo económico de Yrigoyen resulta claramente expuesto en los fundamentos al veto de la ley ferroviaria que la oposición conservadora logró sancionar en 1920, donde dice:

“La política del P.E. es mantener en poder del Estado la explotación de fuentes naturales de riqueza, cuyos productos son elementos vitales del desarrollo del país… El Estado debe adquirir una posición cada día más preponderante en las actividades industriales que respondan principalmente a la realización de servicios públicos.”

Pero la Argentina debió enfrentar los problemas derivados de la Primera Guerra Mundial. El Presidente decidió mantener la neutralidad, con el objetivo claro de continuar con el abastecimiento de los tradicionales compradores europeos (en especial Gran Bretaña).

Pero la decisión más destacada del gobierno radical fue la creación en 1922 de la empresa estatal petrolera Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), que en el futuro sería la más grande del país y llegaría a emplear 50.000 trabajadores.

Entre otras, las medidas más significativas del nacionalismo económico yrigoyenista fueron: la reorganización del Banco Hipotecario Nacional, la creación de la Marina Mercante Nacional, el fortalecimiento de los Ferrocarriles y la sanción de una serie de leyes que protegieron a los colonos y a los chacareros que arrendaban la tierra. Entre 1921 y 1922, Yrigoyen se propuso asegurar un nuevo triunfo radical en las elecciones presidenciales de 1922, interviniendo en aquellas provincias que no tenían gobiernos radicales. El nuevo candidato radical a la primera magistratura era Marcelo T. de Alvear.

Presidencia de Marcelo T. de Alvear (1922-1928)

Tras el primer gobierno radical, de Hipólito Yrigoyen, se planteaba el problema de la sucesión presidencial. Ante las

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