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Guerra Del Pacifico

juniordavidGa15 de Septiembre de 2014

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La Guerra del Pacífico es el conflicto bélico que enfrentó a Chile con Perú y Bolivia entre los años 1879 y 1883. Para comprender las razones que la provocaron, es necesario separar los antecedentes lejanos de las causas inmediatas.

Como primer antecedente, aparece el desacuerdo limítrofe entre Chile y Bolivia. Para Chile, su dominio llegaba hasta el paralelo 23, y para Bolivia, el límite entre ambos países era el paralelo 26. A simple vista, la diferencia entre una postura y otra son solamente tres paralelos, pero la extensión territorial que abarcan es de miles de kilómetros.

La situación se volvió más compleja cuando en la zona del Desierto de Atacama se encontraron yacimientos de salitre, nitrato usado como fertilizante y para la fabricación de pólvora.

Debido a las diferencias existentes, en el año 1866 se firmó un Tratado, donde se estableció que el límite entre ambos países sería el paralelo 24, y que las ganancias obtenidas por la explotación minera entre los paralelos 23 y 25 serían repartidas en partes iguales entre Chile y Bolivia.

Este tratado no se cumplió por diversas razones, y en 1874 se firmó un nuevo acuerdo, que establecía la renuncia de Chile a los beneficios económicos obtenidos por la explotación salitrera en la zona comprendida entre los paralelos 23 y 25. A cambio, el gobierno boliviano se comprometió a no alzar los impuestos, durante 25 años, a los miles de trabajadores chilenos que estaban instalados en la zona.

Causa Inmediata: impuesto a la explotación del salitre

Guerra del Pacífico

En el año 1878, el presidente boliviano Hilarión Daza aprobó una ley que aumentaba en 10 centavos el impuesto que pagaban los trabajadores chilenos que explotaban el salitre. Con esta decisión se estaba violando el acuerdo de 1874.

Los trabajadores chilenos se negaron a aceptar esta alza, por lo que el mandatario boliviano, en febrero de 1879, dio la orden de rematar las salitreras que estaban en manos chilenas. Hilarión Daza tomó esta determinación sabiendo que provocaría una guerra, pues estaba confiado en el apoyo del Perú, país con el que firmó un Tratado secreto en 1873.

Ante esta situación, el presidente chileno, Aníbal Pinto, ordenó que las tropas nacionales fueran al norte, desembarcaran en Antofagasta (lugar donde se encontraban las salitreras en remate), e impidieran la acción boliviana, que atentaba contra los derechos e intereses de los chilenos instalados en Bolivia.

El desembarco de las tropas chilenas se produjo el mismo día en que estaba previsto el remate, 14 de febrero de 1879.

Bolivia declaró la guerra a Chile, y como nuestro país conocía la existencia del tratado secreto entre Bolivia y Perú, decidió declararle la guerra a ambos países en abril de 1879.

Entonces, la Guerra del Pacífico comenzó.

La Guerra del Pacífico se desarrolló en diferentes escenarios. Uno de los más importantes fue el mar, el Océano Pacífico que bañaba las costas de la zona disputada. La necesidad de controlar esta vía se basaba en que era la mejor posibilidad para el traslado de tropas y armamentos. Por esto, una de las primeras campañas desarrolladas fue en el mar.

Intentando dominar la vía marítima, la escuadra chilena bloqueó Iquique, principal puerto salitrero del Perú. El 21 de mayo de 1879 se enfrentaron, en la bahía de Iquique, las embarcaciones chilenas Esmeralda y Covadonga, y las naves peruanas Huáscar e Independencia.

El combate fue desigual. Las débiles y frágiles embarcaciones chilenas no resistieron el embate de las peruanas, y en un gesto de patriotismo, el capitán de la Esmeralda, Arturo Prat, saltó a la cubierta del Huáscar, en un último esfuerzo por defender el honor de Chile.

Después del hundimiento de la Esmeralda, la Covadonga derrotó en Punta Gruesa a la Independencia, poderosa nave peruana. La jornada en Iquique terminó con la muerte de muchos chilenos, y el hundimiento de una de sus naves. Sin embargo, el gesto de Prat y la captura de la Independencia constituyeron para los chilenos una fuerte motivación para seguir luchando. El predominio definitivo de Chile en el mar se logró después del combate de Angamos, cuando la Armada chilena logró apoderarse del Huáscar.

Etapas de la Guerra del Pacífico

Guerra del Pacífico

Las campañas terrestres constituyeron la segunda etapa de la guerra. En ésta, la primera campaña tuvo como objetivo apoderarse de Tarapacá, zona peruana de grandes riquezas mineras. Después de diversos enfrentamientos, el territorio de Tarapacá quedó en poder de los chilenos.

Los próximos objetivos fueron las ciudades de Tacna y Arica, ambas peruanas. En uno de los actos más heroicos, las fuerzas chilenas lograron imponerse; la Toma del Morro de Arica, lugar estratégico por su altura, permitió dominar la ciudad.

Frente a la mala situación en que se encontraba su aliado, Bolivia decidió retirarse del conflicto. En este contexto, Chile intentó establecer un acuerdo de paz (1880). Sin embargo, las condiciones no fueron aceptadas por los peruanos, y la guerra continuó. De este modo, se entró a la última fase de la guerra: la campaña de Lima.

La capital peruana fue ocupada por el ejército chileno tras librar dos batallas decisivas: Chorrillos y Miraflores, en enero de 1881. El mando de la capital peruana fue confiado al Contralmirante chileno Patricio Lynch. Con esto, la guerra prácticamente había finalizado. Sin embargo, hasta 1883 hubo combates esporádicos entre integrantes del ejército peruano, que se habían retirado a la zona montañosa, y soldados chilenos.

Los acuerdos de paz

Tratado de Ancón: se firmó en 1883 entre Chile y Perú. El aspecto más importante que dispuso fue la entrega definitiva a Chile, por parte Perú, de la provincia de Tarapacá. Las provincia de Tacna y Arica quedaron bajo la tutela chilena por diez años. Luego de este tiempo, un plebiscito realizado entre sus habitantes establecería qué país se quedaría con esos territorios.

Tregua con Bolivia: acuerdo firmado en 1884; estableció que el territorio comprendido entre el río Loa y el paralelo 23 quedaría bajo la administración del gobierno chileno, mientras que Bolivia tendría acceso a los puertos de Arica y Antofagasta, para poder sacar sus productos al mar, quedando establecida una tregua indefinida.

Ambos tratados dejaron muchas cosas pendientes. Ellas fueron aclaradas en dos tratados, firmados en 1904 con Bolivia, y 1929 con Perú.

Tratado de 1904: estableció, a perpetuidad las fronteras entre Chile y Bolivia. El territorio de Antofagasta quedó para Chile. A cambio de esto, nuestro país se comprometía a construir un ferrocarril que uniera las ciudades de Arica y La Paz. Asimismo, se concedió a Bolivia el más libre tránsito de mercaderías a través de territorio chileno.

Tratado de Lima (1929): de acuerdo al Tratado de Ancón, debía realizarse un plebiscito para determinar qué país quedaba como soberano de Arica y Tacna. Sin embargo, pasaron los 10 años acordados, y esta consulta popular nunca se realizó, pues ambos gobiernos no se pusieron de acuerdo. El asunto fue sometido al arbitraje de Estados Unidos. Esto tampoco dio resultado, y finalmente se firmó el Tratado de Lima. Este acuerdo estableció que Tacna quedaba bajo soberanía peruana, y Arica bajo la chilena. La línea divisoria que constituiría la frontera entre Perú y Chile se denominó Línea de la Concordia, una demarcación distante diez kilómetros al norte del puente del río Lluta y paralela a la línea del ferrocarril que une Arica y La Paz. Además, Chile pagó al Perú seis millones de dólares como cumplimiento al artículo sexto del Tratado.

Vuelve el auge del Salitre

La explotación de las salitreras en los antiguos yacimientos de María Elena, Coya Sur y Nueva Victoria (Segunda Región) está nuevamente en marcha y en pleno desarrollo.

Los expertos mundiales en fertilizantes han comprobado que el famoso salitre sintético, el mismo que hace cien años desplazó al salitre natural de Chile, origina más daños que beneficios en los terrenos agrícolas.

Esto, ha significado, que nuevamente crece la demanda de los fertilizantes naturales, como el "supernito'' y otros nitratos, productos de las salitreras, que se obtienen de la purificación del caliche.

Ha vuelto la actividad a los famosos pueblos salitreros, los llamados ''pueblos fantasmas'' del desierto de Atacama.

Tenemos que recordar que existió una época en que el salitre chileno abonaba los campos de tabaco en Estados Unidos, las siembras de patatas en Francia, los campos de remolacha en Alemania, los sembradíos de arroz en China. Era el mejor fertilizante del mundo y el más barato. Se le denominó "oro blanco'' y su explotación llevó al norte de chileno una prosperidad, que ni Santiago poseía.

Consecuencias del conflicto

La Guerra del Pacífico significó para Chile:

Aumentar su territorio al Norte, con la incorporación de las provincias salitreras de Tarapacá y Antofagasta (en la imagen), además del territorio de Arica.

En el ámbito económico, Chile se convirtió en el único productor de salitre en el mundo, obteniendo grandes riquezas.

La riqueza del salitre provocó un aumento en las rentas privadas y fiscales, lo que permitió

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