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Guerra Del Pacifico


Enviado por   •  27 de Junio de 2013  •  5.945 Palabras (24 Páginas)  •  317 Visitas

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La guerra del Pacífico

(1879-1884)

Pierre Razoux*

en 1879, Chile, Perú y Bolivia libraron una guerra total durante cerca de cuatro

años por el control del desierto de Atacama, que tiene un subsuelo muy rico en

recursos mineros. ¿Por qué interesarse en este conflicto desconocido que arrojó

cerca de 20 mil muertos? Simplemente porque éste modeló de forma duradera el

paisaje geoestratégico de América del Sur. Todavía hoy sus consecuencias son

fuente de discordia entre Chile y sus vecinos. Más allá de la dimensión geoestratégica,

esta guerra constituyó un vasto campo de experimentación para los

estrategas,

tanto en el plano de lo material, particularmente naval, como en el de

las

doctrinas. Ofreció una perfecta ilustración de las teorías de Mahan, muy en

boga

en la época: intentos de incursiones por parte del más débil; bloqueo naval

establecido

por el más fuerte; combate decisivo; libertad de acción que se deriva

de

la maestría en el espacio marítimo. Demostró, una vez más, que la captura de

la

capital contraria no supone forzosamente el fin de las hostilidades y que incluso

puede

engendrar una guerrilla mortal. Ahí están los acontecimientos actuales más

candentes

para recordarlo.

EN LOS ORÍGENES DEL CONFLICTO

Desde que Chile, Perú y Bolivia conquistar

on su independencia en 1817, 1821 y

1825, respectivamente, los tres países ya se habían encontrado frente a frente.

En 1836, Perú y Bolivia constituyeron una confederación que amenazaba los

* Traducción del francés de Ar

tur

o Vázquez Bar

rón y Roberto Rueda.

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coincidencias y divergencias

intereses chilenos, e incluso se habían arriesgado a desestabilizar el régimen

establecido en Santiago. Chile reaccionó declarando la guerra a los dos países.

Como resultado de una campaña militar eficazmente llevada, el ejército chileno

se apoderó de Lima. Los contendientes se entendieron rápidamente en los términos

de un acuerdo de arreglo del conflicto y todo quedó más o menos en el olvido.

Estaban, después de todo, entre “primos”... Treinta

años más tarde, los tres

países

se volvieron a encontrar,

esta vez en el mismo bando, para luchar contra

España.

En 1865 y 1866 el rey de España recurrió a la política del cañón para

convencer

a Perú de que pagara sus deudas, intentando intimidar de paso a los

dirigentes

chilenos y bolivianos. Fundamentalmente, la Corona española no

había

digerido la pérdida de sus colonias. Una escuadra española estableció el

bloqueo

de los puertos

de Callao y de Valparaíso,

y luego, después de haberlos

bombardeado,

regresó

a Europa. Bolivia aceptó un tratado de asistencia con

Chile,

que reconocía un dominio común virtual de los dos países sobre la región

del

desierto de Atacama, comprendida entre los paralelos 23 y 24 de latitud sur.

Esta

región

resguardaba la puerta de Antofagasta y de importantes yacimientos

mineros.

Se suponía que el gobierno de Chile tenía que asegurar su defensa. A

cambio,

podía explorar libremente esta región desértica, potencialmente rica, cobrando

de paso la mitad de los impuestos retenidos por las industrias mineras

dispersas

en la zona.

El mismo año, la invención de la dinamita confirió al desierto de Atacama un

verdadero valor estratégico. Los importantes yacimientos de nitrato que se encontraban

ahí entraban, de hecho, en la composición del famoso explosivo. Además,

el nitrato remplazaba ventajosamente al guano en la fabricación de abonos

agrícolas.

El salitre, que se encontraba en grandes cantidades en este desierto,

permitía

fabricar pólvora para municiones. Había cobre y plata en abundancia.

En

1868, aprovechando este contexto prometedor,

el chileno José Santos Ossa

fundó

la Compañía Explotadora del Desierto, de la que al año siguiente inversionistas

británicos comprar

on

la mitad del capital. Rápidamente, esta sociedad se

convirtió

en una de las compañías punteras de producción de nitratos en el mercado

mundial, obteniendo beneficios colosales para Chile y Gran Bretaña. Bolivia

tuvo

que contentarse con modestas r

egalías.

Su situación económica decayó. En

Perú,

la situación no era mejor.

El ex presidente José Balta había dilapidado la

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coincidencias y divergencias

fortuna acumulada durante décadas, gracias a los ingresos de las minas de oro y de

plata. Se había lanzado a una política de grandes obras y de gastos suntuarios que

habían arruinado las arcas del Estado. Había hundido a su país en una situación

económica catastrófica cercana a la bancarrota. La política de austeridad, decretada

por su sucesor,

Manuel Prado, no había bastado para enderezar la situación.

EL EMBROLLO DIPLOMÁTICO

En 1871, el gobierno boliviano intentó renegociar con Chile, sin éxito, los

términos del tratado de 1866. Al año siguiente, el gobierno chileno envió a su vez

una misión diplomática a Bolivia para intentar comprar, simplemente, el conjunto

de la región en cuestión. Ésta no estaba a la venta y los negociadores chilenos regresaron

con las manos vacías. Preocupada por los apetitos chilenos, Bolivia se

acercó

a Perú para entablar una alianza defensiva que uniera a los dos países. Esta

alianza

secreta se concretó el 6 de febrero

de 1873 y estipulaba que cada uno de

los

dos países se debía asistencia mutua en caso de agresión.

Deseosos de reforzar

sus

posiciones, Perú y Bolivia le propusieron a Argentina

unirse a su alianza defensiva.

Esta propuesta no podía sino interesarle al gobierno argentino,

ansioso por resolver

un espinoso diferendo fronterizo con Chile. Informado por sus espías, Chile

contraatacó

en dirección de Brasil. Este país, que ya hacía las veces de potencia

regional,

mantenía en efecto excelentes relaciones con Chile, que era el

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