Guerra de Independencia.Antecentes internos de la guerra de independencia
Enviado por Javier Montiel • 28 de Febrero de 2016 • Resumen • 1.365 Palabras (6 Páginas) • 234 Visitas
Guerra de Independencia
Antecentes internos de la guerra de independencia
Toda verdad ilustra sentimientos verdaderos, recorrer el mundo descubrir pensamientos, y hacernos preguntas que se llevan siglos resolviendo, preguntas como el ¿Quiénes somos? O ¿De dónde venimos? Dicen grandes filósofos que para encontrar la verdad es preciso conocer nuestro origen, nuestra historia, el pasado para saber a dónde iremos al presente.
Un pueblo virgen que caíste en manos del enemigo, paraíso terrenal forjado bajo el filo de un acero y te rendiste antes un Dios equivocado que solo trajo oscuridad a tus ojos. Tierra de muchos, tierra de libertad, flores cayeron y piedras temblaron, paisaje iluminado a penumbras. Con un hombre de hierro que se cree conquistador de almas y de arma un mundo de ignorancia funda un nuevo mundo de terror, con riquezas para blancos y pobrezas para quienes lleven piel de canela. Un lugar nace y un pueblo muere, en celebraciones gritan NUEVA ESPAÑA.
Tu llegaste hombre de tierra lejanas, tomaste mi pueblo para hacerlo sufrir y llorar, agarraste a mis ancianos y los hiciste a un lado, arrancaste de brazos de sus madres a hijos de mis entrañas para convertirlos en tus esclavos, para construir castillos que ni tú mismo podías lograr, sobajaste la educación de un pueblo lleno de valentía los hiciste creer menores a ti, mataste de hambre a hombres y mujeres que un día lucharon por sus tierras, hiciste correr sangre y llamarte Jefe y Señor de lugares que nunca te pertenecieron, Creaste la injusticia social más grande a tu favor, dividiste a un país de iguales en clases que regían por el color.
¡MISERIA! El único sentimiento que vio mi gente cuando viviste dentro de nosotros, Miseria en todos lados niños muriendo, madre abortando, ríos de sangre te rodeaban mientras tú te llenabas tu barriga con el oro que no debía pertenecerte, supiste de muerte y le diste la espalda, viste el hambre y comiste ante sus ojos, corriste hacia el oro y robaste todo sin importar lo que debías pagar. ¿Acaso no valía igual un Rubio venido de tierra extrañas que un negro traído del África? Tu rencor fue grande Español, tu misericordia fue irreconocible, pudiste volar con sabiduría más bajaste la mirada a la mediocridad.
Inicio de la Guerra de Independencia
Tres siglos pasaron, penurias vivieron en los ojos del pueblo del maíz, lágrimas de familias separadas, esclavos atados a los pies de Blancos; trecientos años transcurrieron en un mundo de desdicha.
Más en una casa unos cuantos se reunían, su pensamiento cambiaba, el corazón comenzaba a abrir sus alas a la misericordia, gente valiente programaba vencer a los que nos hicieron prisioneros; noches clandestinas, una mesa, mil e ideas y un sueño en común “LIBERTAD”.
Allende y Abasolo en Valladolid primeras ideas por querer ver más el infortunio de su nación, más descubiertos pero sin rendir cuentas; llegaron a Santiago de Querétaro por el año de cambios 1810, la casa de un Corregidor se pintaba con esperanza pues de nuevo los sueños surgirían, bajo un nombre de “Academia Literaria” gente que quería un cambio se ponía a pensar, hombres valientes como Hidalgo, Aldama, un Corregidor y su Esposa, entre otros podían llevar un cambio en la historia; un levantamiento programaron sin saber que este se adelantaría un 1 de octubre alzarían armas y sacarían a los que mucho tiempo nos amarraron al miedo.
Un día 9 del mes de Septiembre Mariano Galván traicionaría a la idea de libertad, una denuncia llegó a Rebolledo y con ello desatar una cacería, comenzaron con los hermanos Gonzales, más la persecución comenzaría a cambiar cuando Josefa de Domínguez hiciera avisar a Aldama para hacer tronar por fin un comienzo que se venía venir, así una madrugada de un 16 de septiembre tocarían campanas en la iglesia de Dolores y una multitud cargada de palos y machetes llegaría a una plaza pintada de honor.
Un cura y cien palabras dieron el “Grito de Dolores” para llenar de honor a un concurrencia que llevaba ojos de fuego y una visión de luz, acompañados por un cuerpo de Dragones de la Reyna emprendieron una marcha hacia Atotonilco, tomaron un estandarte de una Virgen Morena y con un grito de “¡Viva la Virgen de Guadalupe, viva Fernando VII!" podía extasiar hasta el más diminuto de los integrantes, fuego ardía en su sangre, un sueño no salía de su mente, un milagro podía ocurrir y había llegado el tiempo de hacerlo realidad.
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