Guerra maritima

Guerra marítima

En las guerras navales se aplican reglas generales para determinar el estatus militar, pero lo que realmente se conoce es el principio del servicio militar naval o militar. En primer lugar, hay que decir que los combatientes regulares o los guerrilleros o los llamados antidisturbios que se alzan contra el atacante no tienen n'buque de guerra (art. 13 del Manual de Oxford). Un buque de guerra o acorazado es un buque de guerra o un buque mercante transformado en buque de guerra. De acuerdo con el artículo 29 de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar en virtud de la ley. de un oficial naval de propiedad estatal y del rango de un oficial o su unidad, y su personal bajo las reglas de disciplina militar. Una descripción de los buques que operan en España está contenida en el Decreto Ministerial 25/1985, de 23 de abril (V. coche).

Las armas submarinas no presentan dificultades cuando se usan como medio de guerra contra barcos o convoyes (buques propulsados ​​por submarinos), pero es problemático cuando se usan contra barcos enemigos o neutrales, por los problemas actuales para los submarinos, respeta la ley. del derecho a arrestar o privar. Cuando se cometieron ofensas submarinas masivas contra una marina mercante durante la Primera Guerra Mundial (de ahí la doctrina alemana de abandonarlo, el diario inglés de restricción como arma maligna contra el comercio enemigo y las condiciones francesas utilizadas), actas. El 6 de noviembre de 1936 renunció a la potestad del artículo 22 del Tratado de Londres de 1930 (aprobado por las autoridades navales antes de la Segunda Guerra Mundial). El VII Convenio de La Haya de 1907 reguló la conversión de los buques mercantes en buques de guerra, asumiendo que los buques convertidos estarían sujetos a la jurisdicción, inspección y explotación del Estado que enarbolara el pabellón, portando los distintivos únicos de buque de guerra naval de su país. por orden del capitán de la nave cuyo nombre figure en la lista de tripulantes y tripulantes conforme a la ley de guerra apercibida, el cambio deberá figurar en la lista de naves de poder y naves de obligado cumplimiento y cultura militar.

Se modifica la conversión de los buques mercantes en navíos de guerra por los llamados submarinos o, en España, la Reserva Naval con su propia flota de navíos mercancías que en caso de guerra eran recogidas, convertidas en navío y comandadas por navío. . Director general. Armada. En casos extremos, los llamados "barcos voluntarios" son propiedad y están operados por barcos comerciales. La Declaración de París de 1856 afirmó que correr es continuo y continuo, incluida la carrera como gimnasio. este barco secreto (corsario) dispuesto a llevar una "letra de la marca" de un Estado combatiente (bajo el depósito de una fianza y el respeto de ciertas circunstancias), que actúa de hostilidad durante la lucha contra la competencia comercial. sus beneficios

El desarrollo de una guerra submarina o guerra contra el comercio enemigo trajo armas proteccionistas a los buques mercantes, sin las cuales se demostró su transformación en buque de guerra. La conducción de las dos guerras mundiales y con el poder neutral y posición de las cortes, refrendaron la ley de protección de los buques mercantes, haciendo que los buques del mercado transporten mercancías al gente común. barcos mercantes, lo que permite que el manual de Oxford use la fuerza contra los ataques de los barcos enemigos.

En la guerra naval, las reglas generales funcionan y los combatientes no tienen derecho ilimitado a elegir cómo dañar al enemigo. No se debe utilizar el terrorismo como medio para causar sufrimientos innecesarios o daños extensos, así como prohibir la proliferación de balas en “dum-dums”, armas letales y de gas caliente, así como armas bioquímicas.

Otro factor importante es la prohibición de mentir, el uso de ciertas garantías de seguridad o no patrimoniales, la declaración de vecindad y respeto a la legislatura y el acuerdo que constituye la llamada relación sin sentido entre los ejércitos. Como es común en las guerras navales, se permite el uso de banderas falsas por parte de los buques de guerra para navegar o escapar del enemigo, pero no para combatir o tener derecho de visita. Esta práctica involucra a los barcos de los clientes para escapar del arresto, aunque en algunos casos los países neutrales se quejan de violar sus estándares.

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