HISTORIA 3RO.

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Historia Argentina, América Latina y el Mundo

(desde 1770 hasta nuestros días)

Capítulo 1: España y la reorganización de sus colonias        

La nueva dinastía: la Casa Borbón.

El último monarca español de la dinastía de los Habsburgo fue Carlos II. Después de su muerte en 1700, su testamento instituyo como único heredero de la corona de España al duque Felipe de Anjou. Comenzó así la guerra de sucesión (1702-1713) que involucro a los principales Estados europeos.

Con la firma de la paz de Utrecht se inauguró una nueva dinastía (origen francés): la casa Borbón; el primer monarca fue Felipe V. Los Borbones trajeron a España ciertos aires de renovación que se contraponía con la débil administración.

El gobierno de los Borbones se caracterizó por haber puesto en marcha una seria de medidas enmarcadas en un programa llamado reformas borbónicas, cambios que abarcaron el ámbito político, administrativo y económico. La política de los Borbones estuvo orientada a implantar la hegemonía española, reforzando su presencia como autoridad imperial en América.

España en el siglo XVIII

España disfruto de periodos de paz que contribuyeron al notable crecimiento de su población (aumento demográfico). Las clases sociales marcaban la desigualdad entre los hombres: los nobles constituían la clase privilegiada, otro grupo integrado por profesionales, industriales, comerciantes y propietarios de la tierra formaban una clase entre la nobleza y el pueblo que vivía de su trabajo.

La España del siglo XVIII se caracterizó por la tendencia a construir un nuevo tipo de Estado que intervenía de manera activa. En economía, se estableció la libertad comercial: por influencia de Francia e Inglaterra, al mercantilismo español le sucedió la fisiocracia y luego las ideas liberales de Adam Smith. Los españoles lograron un empuje en materia económica, pero no lograron competir con Holanda, Francia, Inglaterra y Bélgica.

La Ilustración y el despotismo

A mediados del siglo XVIII se dio en Europa un movimiento filosófico llamado Ilustración: el objetivo era desatar a hombre de todos los lazos que lo vinculaban a la tradición y las antiguas creencias. Con la Ilustración surgió un nuevo modelo político (que reemplazo el absolutismo monárquico): el despotismo ilustrado, cuyo objetivo era conseguir la máxima felicidad para el mayor número de personas posibles (felicidad en términos de crecimiento material). Hubo gran cantidad de transformaciones intelectuales.

En España, el monarca del despotismo fue Carlos III. Entre las novedades podemos nombrar el anhelo de progreso, reformas interiores en las ciudades de la Metrópoli y de América, libertad de comercio, organización de los correos marítimos fomentando las comunicaciones con los virreinatos y creación de campañas de navegación.

Los Borbones y la realidad americana

En estos tiempos, los Borbones tenían la posesión de un gran imperio americano (América del Sur menos Brasil –Portugal-, parte de Antillas y regiones de América del Norte). Estos habían tenido un incremento de la población  y de la producción pero en la administración habían cometido abusos y hechos de corrupción.

Los Borbones trataron de reorganizar el sistema colonial con el objetivo de salvar económicamente a España. Se implanto un sistema de centralismo político y administrativo, limitando las autonomías locales.

Las reformas administrativas en América

Los reyes de la Casa Borbón llevaron adelante profundas reformas administrativas y políticas en América. En el territorio, decidieron reorganizar los viejos virreinatos (Nueva España y Perú), achicándolos creando tres grandes circunscripciones:

• 1717 Virreinato de Nueva Granada: capital en Santa Fe de Bogotá
• 1776 Virreinato del Rio de la Plata: capital en Buenos Aires
• 1776 Comandancia General de provincias internas
• Se crearon seis capitanías generales: Chile Venezuela, Guatemala, Cuba, Puerto    Rico y Luisiana.

Estas modificaciones fueron de carácter defensivas y para ponerse a tono con la nueva idea de poder, más flexible y autónomo.

Creación del Virreinato del Rio de la Plata

La creación se debió a varias causas:

• Dificultad para administrar territorios tan grandes desde la antigua capital (Perú)
• Peligro de invasiones desde la frontera oriental por parte de los portugueses
• Detener el contrabando

Dentro del territorio del Rio de la Plata se incluyó la región del Alto Pero, con sus minas de plata de Potosí, permitiendo esto solventar los gastos de la administración. Una de las primeras tareas de los Virreyes fue establecer los límites del virreinato y asegurar sus fronteras.

Las reformas económicas

Con los Asturias, la economía española atravesó un periodo de estancamiento y decadencia. A comienzos del siglo XVIII, los Borbones se propusieron fortaleces los lazos con las colonias americanas; el nuevo modelo económico colonial fue pensado por un grupo conocido como economistas de Indias. Carlos III fundo las sociedades económicas, organismos para fomentar la actividad comercial.

La economía de las colonias

Durante el siglo XVIII, las colonias incrementaron su actividad económica, aunque aisladas de la Metrópoli (España). En la mayor parte, prevalecía el régimen de latifundios con explotaciones agrícolas y ganaderas; las nuevas medidas introdujeron una diversificación de los productos.

La zona productora por excelencia fue el Virreinato del Rio de la Plata: la explotación del ganado vacuno y el comercio de mulas fueron las principales actividades. La actividad industrial alcanzo cierto desarrollo (madera, textiles, carretas). Se establecieron reformas técnicas y legislativas para la actividad minera.

Reformas al sistema comercial

Dentro de las reformas económicas, había cambios en el sistema de monopolio colonial imperante, tomando medidas para flexibilizarlo pero no para suprimirlo.

España necesitaba agilizar su comercio, creo nuevas compañías comerciales. Se reemplazó el sistema de flotas y galeones por un nuevo régimen de navío de registro, pudiendo navegar en cualquier época del año por cuenta y riesgo de los comerciantes.

La Pragmática de Libre Comercio

El rey Carlos III amplio el libre tráfico mercantil entre un gran número de puertos americanos con otros puertos de la península ibérica. La pragmática de Libre Comercio marco el fin del sistema de puertos únicos (Sevilla y Cádiz) y facilito una mejor distribución de la riqueza y un aumento de la industria española, encontrando un mercado de consumo en América.

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