HISTORIA DE LA BENM

A principio de los años cuarenta, el recién creado Comité Administrativo del Programa Federal de Construcción de Escuelas a instancias del Secretario de Educación Pública del gobierno de Manuel Ávila Camacho, Jaime Torres Bodet, hizo la petición para realizar un nuevo edificio que albergara a la Normal. El propósito de esta obra consistía también en poseer una sede para la Segunda Conferencia de la UNESCO que daría inicio en Noviembre de 1947. Fue así como Bodet buscó a un joven arquitecto que había conocido en París y que era egresado de la “Escuela de Bellas Artes” de la capital francesa: Mario Pani.

Este artista nacido el 29 de Marzo de 1911, tenía dos alternativas para realizar sus estudios: dedicarse a la música de concierto o bien a la arquitectura. Para decidirse por la segunda opción influyó su gran virtud de observador de las edificaciones europeas, quedando maravillado por la visión urbana que sostenía a estas ciudades. El mayor impacto que obtiene de las obras arquitectónicas, lo obtiene de la “Exposición de Artes Decorativas e Industriales Modernas” que se realiza en París en 1925. Ahí se manifiesta lo que conoceremos como el “At Decó” que sería definitivo para el proyecto de la Escuela Nacional de Maestros veinte años después.

A inicios de los cuarenta Mario Pani participa en todos los concursos de arquitectura y es así como obtiene los premios para proyectar el “Centro Deportivo de Ciudad Victoria” y “El monumento al Himno Nacional” convocado por el periódico Excélsior. También durante esos años elabora la idea de cambiar el corazón de la ciudad de México con la creación de un centro económico político que se ubicaría en los cruces de la avenida Insurgentes y Paseo de la Reforma; dicha idea queda suspendida con el cambio de gobierno federal. Un año antes y con la agonía del gobierno de Manuel Ávila Camacho se propone al arquitecto Pani el nuevo proyecto para el edificio de la Escuela Nacional de Maestros.

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Tomando como referencia la forma en “V” de “el palacio de los Soviets” en Moscú (1931) de Le Corbusier, Mario Pani inicia en enero de 1945 su edificio para la Normal respetando algunos trazos del edificio de Santo Tomás. Para ello el Secretario de Educación Pública, Jaime Torres Bodet, le pide crear un ambiente moderno, sobrio, alegre y que dé cabida a los avances con los que contaba la ciencia escolar de ese tiempo.

Las principales características arquitectónicas de su propuesta se basaron en líneas verticales y horizontales; convexidad escenográfica de la fachada principal y planta simétrica. El edificio de la Escuela Nacional de Maestros, clasificado en su época de estilo “art decó neoclásico moderno” por el diseño a partir de ejes, uso de formas clásicas, curvas pronunciadas y aplicación de concreto y ladrillo aparentes.

El cambio de gobierno en diciembre de 1946, y el nombramiento de Manuel Gual Vidal como Secretario de Educación Pública de la administración de Miguel Alemán, no fueron determinantes para modificar el proyecto y dar vida así al edificio de la Normal con una idea centrada en la filosofía masona que sustentó el origen del normalismo en el siglo XIX.

El conjunto arquitectónico de la Escuela Nacional de Maestros creado por Pani tuvo como eje primordial una torre de diez pisos que albergaba en orden ascendente: una planta de acceso en donde José Clemente Orozco pintó dos frescos unificados llamados “Muerte y fin de la ignorancia” y “El pueblo se acerca a las puertas de la escuela”; en el siguiente nivel se encontraba el servicio médico; luego la Dirección General de Normales; posteriormente un piso para cada laboratorio: botánica, zoología, física, química, ciencias sociales y psicopedagogía y en el último nivel una sala de conferencias.

En la parte posterior de la torre se encontraba una biblioteca subterránea que contaba con una sala de lectura para 200 personas y un potencial bibliográfico para 200,000 volúmenes; así como una acceso al auditorio más grande que fue el recinto para la Segunda Conferencia de la UNESCO y que fue proyectado para 650 personas.

Dicho auditorio tenía dos posibilidades de uso, uno para ceremonias sencillas y otro para más amplias; ese uso se ajustaba con un telón corredizo y una tarima desmontable. Su vestíbulo estaba decorado con maderas finas, rejas de bronce y con muchas plantas de sombra.

Al lado derecho de la torre se encontraban los talleres para los hombres y la dirección de su escuela que se conectaba con el edificio de la Escuela Normal para Profesores. Simétricamente al lado izquierdo de la torre se localizaban los talleres, oficinas directivas y el edificio para la Normal para Profesoras. Los talleres eran cerrados y con fácil acceso con iluminación natural que se colocaba con ventanas de dientes de sierra. Al final de los túneles había un acceso que se conectaba con los campos de juego. Cada escuela tenía hacia el norte una alberca; un gimnasio y tres campos deportivos. Fue construido también de manera específica para la Escuela Normal para Profesoras un jardín de niños se hallaba en la parte posterior de los campos.

Los edificios para las Normales tienen un alineamiento curvo con cara hacia el sur y cuentan con ventanas exteriores. Cada salón fue proyectado para dar cabida a un

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