HISTORIA DE LAS DOCTRINAS
Enviado por maria.guadalupe • 3 de Diciembre de 2014 • 1.643 Palabras (7 Páginas) • 229 Visitas
La Escuela Crítica de Frankfurt o Escuela de Frankfurt fue uno de los movimientos filosóficos más importantes e influyentes de la historia. Nacida en 1923 con un componente multidisciplinario, su primer portavoz fue Max Horkheimer quien expuso en 1930 la teoría crítica, que se convirtió en un referente intelectual y que influiría decisivamente en el pensamiento contemporáneo. Así, sus huellas se pueden encontrar en el posmodernismo, el liberalismo europeo, el posmarxismo, la literatura y el arte contemporáneo. La función de la teoría crítica era analizar minuciosamente el origen y discursos de procesos sociales, sin aceptarlas de inmediato como hacían los empiristas y positivistas, pues ahí residía la trampa de naturalizar hechos sociales. La ideología no escapaba de la ciencia, pues toda construcción social llevaba en sí misma una determinación moral. De 1930 a 1933, Theodor Adorno, Walter Benjamin y Herbert Marcuseentraron a la Escuela, lo que llevó a su rápido posicionamiento y crecimiento intelectual hasta que la persecución nazi obligó a refugiarse a muchos de ellos en Estados Unidos y a otros, como Benjamin, a morir en el camino. Esta persecución se debía a dos provocaciones para el pensamiento nacional-socialista: el carácter marxista de la Escuela y la ascendencía judía de muchos de sus componentes. En Nueva York siguió funcionando la Escuela y se publicaron importantes obras tales como la "Dialéctica de las luces" o "La personalidad autoritaria". Su último referente de peso es Jürgen Habermas, el "último dinosaurio intelectual sobreviviente del siglo XX", que en el año 2005 fue cuestionado por liberales por su amistad con el Papa Benedicto XVI. En su Teoría y práctica (1963) y Conocimiento e interés (1968) apoya los puntos de vista de Adorno y Horkheimer de que las ciencias engloban presupuestos e intereses ideológicos y que la razón del progresismo ha pasado a ser un medio de opresión.
Los denominados socialistas asociacionistas utópicos Saint-Simon, Charles Fourier, Robert Owen, William King, Phillipe Buchez, Michel Derrion, Louis Blanc, aunque tuvieron diferentes procedencias, se pronunciaron contra la explotación y son considerados con toda justeza, los precursores del cooperativismo moderno.
Para los socialistas utópicos la cooperación y el cooperativismo surgen producto de la falta de correspondencia del capitalismo con los intereses de las amplias masas de la población, de la necesidad de la naturaleza del hombre, de sus ideales del bien y la justicia. En ellos hay conciencia de las insatisfacciones que proporciona el capitalismo, de su irracionalidad, e injusticias económicas y sociales.
Deseaban reconstruir la sociedad capitalista desde una perspectiva evolutiva; la censuraban, la maldecían, soñaban con su destrucción y fantaseaban en torno a un régimen mejor, tratando de convencer a los ricos de la inmoralidad de la explotación. Por ello concibieron, la ilustración, la propaganda la exhortación, la inventiva personal, la reorganización de la sociedad, (una de cuyas formas era la organización cooperativa que facilitaría la creación de riquezas colosales) como métodos para lograrlo; en vez de condiciones históricos reales, condiciones imaginarias.
No obstante hay en sus concepciones elementos importantes especialmente en torno a la cooperación y el cooperativismo que quisiéramos resaltar.
Saint Simon (1760-1825) fue partidario de una nueva sociedad económica que denominó “República Cooperativa” (7) en la que el propietario de la producción no fuera el empresario, sino la colectividad. El futuro pertenecía a la asociación universal, con una distribución en correspondencia con las capacidades de cada cual y todo ingreso como fuente el trabajo; además el hombre no explotaría jamás a otros hombres.
Federico list y la economía nacional
La teoría de economía nacional de List se diferenciaba de las doctrinas de economía individual y economía cosmopolita de Adam Smith y Jean-Baptiste Say. List compara el comportamiento económico de un individuo con el de una nación. Un individuo promueve sólo sus propios intereses personales mientras que un estado promueve el bienestar de todos sus ciudadanos. Así:
Un individuo puede prosperar a partir de las actividades que perjudican los intereses de una nación. «La esclavitud puede ser una calamidad pública para un país; sin embargo, a algunas personas les puede ir muy bien en el ejercicio de la trata de esclavos y en la posesión de ellos».
Del mismo modo, actividades beneficiosas para la sociedad podrían lesionar los intereses de ciertos individuos. «Los canales y los ferrocarriles pueden hacer mucho bien a una nación, pero todos los carreteros se quejarán de esta mejora. Cada nuevo invento tiene algún inconveniente para cierto número de individuos y, no obstante, ser una bendición pública».
List argumentaba que, aunque cierta acción del gobierno era esencial para estimular la economía, un excesivo entusiasmo gubernamental podría hacer más daño que bien. «Es una mala política regular todo y promover todo mediante el empleo de fuerzas sociales, cuando hay cosas que se pueden regular mejor por sí mismas y pueden ser promocionadas por el esfuerzo privado; pero no es menos mala la política dejar a su aire aquellas cosas que únicamente pueden ser promovida a través de la interfencia
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