HISTORIA ZULU
Enviado por charlysheen • 19 de Noviembre de 2013 • 1.822 Palabras (8 Páginas) • 387 Visitas
Los zulúes derrotados por las ametralladoras británicas (1879):
Los zulúes son un pueblo bantú, de más de cinco millones de personas, que habita en la parte noreste de la República Sudafricana, ante todo en la provincia de Natal, en la región conocida como Zululandia, Aquí, al principio de la década de 1970, el gobierno creó un homeland (bantustán) para los zulúes Kwa Zulú, que, sin embargo, es incapaz de alimentar a todos sus pobladores. Al igual que otros grupos cercanos (por ejemplo, xosa y ndebele), hablan un idioma nguni; estos idiomas se diferencian mucho de los idiomas bantúes, entre otras cosas por sus sonidos "clic". Originariamente los zulúes eran un pueblo dedicado al pastoreo; ahora son, sobre todo, agricultores. Al principio los zulúes eran tan solo un pequeño clan que vivía al norte del río Tugela. Un hijo de jefe desterrado, Shaka (Chaka), nacido en 1787, se refugió con el jefe vecino Dingiswayo y se convirtió pronto en un famoso guerrero. En el año 1816 se hizo jefe del clan zulú. Reformó las tácticas de lucha; entre otras cosas introdujo el assegai corto y entrenaba a sus guerreros en la lucha cuerpo a cuerpo. Toda la población -incluidas las mujeres- se encuadró en regimientos disciplinados, basados en la edad. Los más ancianos constituían fuerzas de protección civil. Shaka construyó un imperio que comprendía todo el norte de Natal. Nuevos grupos se unieron, otros fueron anexionados después de haber sido vencidos en combate. De esta forma se creó la nación zulú actual.
Shaka Pero en medio de la agitación general aparecieron conflictos y escisiones. Bajo Moselikaté, un grupo zulú marchó hacia el norte y creó un nuevo imperio alrededor de su nuevo cuartel general, Bulawayo, en el actual Zimbabwe; fueron conocidos como los ndebele (matabelé). Shaka fue asesinado en 1828; le sucedió el cruel Dingaan. Mpande gobernó generalmente en paz durante los años 1838-1873. Su sobrino Cetshwayo logró el poder después de luchas internas. Fue un buen gobernante, pero el acercamiento de los británicos en Natal condujo a una serie de refriegas y escaramuzas (guerras del cafre). En enero de 1879 los británicos atacaron sin provocación para doblegar a sus tercos vecinos. Así empezó la guerra zulú. La primera invasión fue repelida. Una columna de ataque británica fue aniquilada en Isandnlwana (Isanduana), otra fue obligada a huir en la montaña Hlobane. Una tropa de retaguardia fue duramente acosada en Rorke's Drift. Los zulúes lograron estas victorias gracias a una curiosa mezcla de espíritu ofensivo e inteligente táctica disciplinada, pero sufrieron una cantidad de bajas escalofriante ante los rifles de retrocarga y las ametralladoras de los británicos. En mayo los invasores comenzaron una nueva ofensiva. Ahora habían aprendido a utilizar fuego a discreción en lugar de confiar en los sables y las bayonetas, y el ejército zulú fue vencido en Ulundi. Cetshwayo fue apresado. El año 1882 fue instaurado de nuevo como rey títere en el protectorado de Zululandia; murió en 1884
Ceremonia colonialLos británicos se ensañan con los zulúes (1879). Por César Vidal:
Cuando, en 1879, las fuerzas británicas se adentraron en Zululandia para aniquilar a los ejércitos zulúes del rey Cethswayo, distaban mucho de iniciar una aventura colonial como la que llevaron a cabo los Italianos en Adoua o los alemanes en Samoa. Se podía decir que su imperio era el más sólido de la época, pero también el que llevaba un período mayor de expansión ininterrumpida. En un sentido estricto, ésta se había iniciado a mediados del siglo XVI cuando la muy frágil -dinástica y políticamente- Inglaterra buscó una salida a la asfixia que podían imponerle españoles, franceses y holandeses mediante el establecimiento de una serie de colonias ultramarinas en América del Norte. Paradójicamente, fue la búsqueda de la libertad de conciencia el mayor acicate para que los ingleses se trasladaran al otro lado del océano y durante el siglo XVII la expansión colonial se escribió con los renglones predestinados del puritanismo. Presbiterianos y cuáqueros establecieron las bases de lo que luego sería Estados Unidos, y el puritano Cromwell asestó un golpe mortal a la marina holandesa del que no llegaría a reponerse nunca. A comienzos del siglo XVIII, el Imperio Británico experimentó un extraordinario despegue. No sólo controlaba posiciones estratégicas de gran importancia, como Gibraltar y Menorca, sino que con el paso de las décadas se convirtió en la potencia colonial en la India y el Canadá tras vencer a los ejércitos franceses. Ciertamente, el
[Expansión colonial victoriana (s.XIX):]
Imperio su frió un golpe considerable cuando, durante el reinado de Jorge III perdió las colonias de América del Norte conocidas a partir de entonces como Estados Unidos pero, desde la derrota de Napoleón en 1815, el Imperio Británico experimentó un proceso de expansión sin precedentes e, igual que había sucedido con el imperio español, en este crecimiento se unieron razones económicas -fundamentalmente, la obtención de materias primas y mercados para sus manufacturas- e idealistas. De hecho, Gran Bretaña iba a convenirse en el terror de los tratantes de esclavos en todos los continentes y acabó consiguiendo, siquiera formalmente, la eliminación de este tráfico en todo el orbe. El reinado de Victoria I estuvo marcado precisamente por las contradicciones de estas visiones que abogaban tanto por la expansión como por los altos ideales. Los resultados fueron, por ello, bien diversos, incluyendo desde la postura abandonista del liberal Gladstone, que concluyó con la muerte de Gordon en la plaza sudanesa de Jartum, a la expansionista
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