Hay que quitarle el bronce a nuestros héroes y verlos como lo que eran
Enviado por Almolora • 11 de Noviembre de 2015 • Trabajo • 568 Palabras (3 Páginas) • 202 Visitas
Hay que quitarle el bronce a nuestros héroes y verlos como lo que eran: personas comunes, pero con ganas de cambiar su entorno.
Buenos día...
Nos han hablado de Benito Juárez desde que éramos niños, Nacido el 21 de marzo en San Pablo Guelatao, Oaxaca en 1806, Benito Pablo Juárez García, tuvo un inicio duro en la vida al quedar huérfano a temprana edad razón por la cual fue cedida su tutela a un tío. Fue un Indígena de origen zapoteca, pastor de ovejas, que no conoció el castellano hasta los doce años de edad y que tuvo que escapar de su pueblo para poder tener acceso a una educación.
Luchando contra el racismo y los prejuicios hizo todo lo que estuvo a su alcance para salir adelante, logrando así una Licenciatura en Derecho para después convertirse en uno de los hombres más ilustres que México ha podido ver.
Estamos todos familiarizados con sus logros más importantes:
-Volvió la educación más accesible para todos
-Logro separar al clero del estado.
-Promulgó las leyes de Reforma y se le atribuye la consolidación de la nación como República.
Nos puede resultar difícil, incluso inalcanzable el igualar, o incluso acercarse a los logros de un hombre tan imponente como Benito Juárez, pero, incluso en los pequeños detalles este hombre hacia la diferencia.
Lo hemos idealizado como un hombre parco, rígido; pero este gran hombre también tenía una faceta un poco más relajada de la que muy poco se nos habla.
Una vez, un maestro al que aprecio mucho, me contó una anécdota, consideró yo, poco conocida acerca de este Benemérito de las Américas.
"Durante el viaje de Juárez, preservando la República en medio de la invasión francesa y la instauración del imperio de Maximiliano, con motivo de su cumpleaños, estando en Chihuahua, un grupo de damas progresistas le organizó un baile, pero él alegaba el no poder asistir puesto que sus botas estaban rotas, así que, para que no se perdiera la fiesta, las mujeres organizaron una colecta para poder comprarle unas botas nuevas a Benito Juárez, para que así, además pudiera bailar con ellas, porque era algo que éste disfrutaba mucho.
Tiempo después, habiendo fallecido Juárez, se encontró entre sus posesiones personales una nota que decía que debía el valor monetario de unas botas a ciertas mujeres en Chihuahua."
De esta historia hubo tres aspectos que llamaron especialmente mi atención y que me parece vale la pena resaltar:
1-. Nunca perdió el contacto con sus orígenes, puesto que a pesar de desempeñar un cargo en el gobierno, aceptó el asistir a la fiesta que le organizaron estas mujeres, ¡y hasta bailó con ellas!
2-. Fue siempre un hombre sencillo, para el que las cosas materiales pasaban a segundo término, pues aún con el cargo que desempeñaba, su calzado estaba roto, pues había cosas que requerían una mayor
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