Historia Ambiental
Enviado por leealcharles • 14 de Febrero de 2013 • 1.935 Palabras (8 Páginas) • 618 Visitas
CAPÍTULO III: HISTORIA AMBIENTAL
1. Panorama y antecedentes de la historia ambiental.
La historia ambiental se refiere al papel de la naturaleza en la vida humana y nace con el objetivo de identificar los procesos de las sucesivas y crecientes modificaciones resultantes de la interacción sociedad / naturaleza, desde los orígenes de la humanidad hasta el presente (Worster; 1989), donde la cultura también es importante. La manera de organizar el pasado tiene la indudable virtud de preservar una apariencia de orden ante un caos amenazante - una vía para sintetizar todos los estratos y todas las fuerzas. Pero, al propio tiempo, podría imponer obstáculos a nuevas indagaciones que no encajen nítidamente con las fronteras nacionales: entre ellas, las indagaciones de la historia ambiental.
La historia ambiental hace parte, en breve, de un esfuerzo revisionista encaminado a hacer mucho más amplio de lo que tradicionalmente ha sido el campo de la disciplina, rechaza la premisa convencional según la cual la experiencia humana se ha desenvuelto al margen de restricciones naturales, la gente constituye una especie separada y "supernatural", y las consecuencias ecológicas de sus proezas de ayer pueden ser ignoradas.
La vieja historia difícilmente podía negar que hemos vivido durante largo tiempo en este planeta pero, a juzgar por su generalizado desdén hacia este hecho, asumía que no hemos sido ni somos realmente parte de la Tierra. Los historiadores ambientales, por su parte, sostienen que ya no podemos permitirnos ser tan ingenuos. La idea de la historia ambiental apareció por primera vez en la década de 1970, a medida que tenían lugar conferencias sobre el predicamento global y movimientos populares ambientalistas ganaban impulso en diversos países. Entró en escena, en otras palabras, en un momento de revalorización y reforma culturales a escala mundial (Worster, 1989), (Hays, 1959).
La historia ambiental nació a partir de un propósito moral, asociado a fuertes compromisos políticos. Pero ha de decirse también que, a medida que maduraba, se convirtió en una empresa académica que no tiene una agenda exclusivamente moral o política que promover. Su objetivo principal pasó a ser uno de profundización de nuestra comprensión del modo en que los humanos se han visto afectados por su medio ambiente natural y, al mismo tiempo, del modo en que han afectado a ese medio, y de los resultados que se han derivado de ello. Uno de los centros más activos de la nueva historia han sido los Estados Unidos, lo que sin duda ha ocurrido a partir de la fuerza del liderazgo estadounidense en materia ambiental. El primer intento de definir el campo tuvo lugar en el ensayo "The State of Environmental History", escrito por Roderick Nash (1970), donde se recomendaba observar el conjunto de nuestro entorno como a una suerte de documento histórico en el que los estadounidenses han venido escribiendo acerca de ellos mismos y de sus ideales.
En fechas recientes Worster (1989) señala el esfuerzo de Richard White por rastrear el desarrollo del campo, concede crédito al trabajo pionero de Nash y al del historiador conservacionista Samuel Hays, sugiere además la presencia de antecedentes aún más tempranos en la escuela estadounidense de historiografía de la frontera y el Oeste, entre autores tan preocupados por los problemas de la tierra como Frederick Jackson Turner, Walter Prescott Webb y James Malin. Estas raíces más antiguas empezaron a ser cada vez más aludidas en la misma medida en que el campo se desplazaba más allá de la política conservacionista de Hays y de la historia intelectual de Nash, para concentrarse en los cambios en el medio ambiente mismo y considerar, una vez más, el papel del medio ambiente en la conformación de la sociedad estadounidense (Worster, 1989).
Francia es otro centro de innovación, sobre todo en el caso de los historiadores asociados a la revista Annales, que han venido llamando la atención sobre el medio ambiente desde hace muchas décadas. La revista fue fundada en 1929 por dos profesores de la Universidad de Estrasburgo, Marc Bloch y Lucien Febvre. Ambos estaban interesados en las bases ecológicas de la sociedad: Bloch, a través de sus estudios sobre la vida del campesinado francés, y Febvre como un geógrafo social. Fernand Braudel, discípulo de Febvre, haría también del medio ambiente un elemento de primer orden en sus estudios históricos, sobre todo en su gran obra sobre el Mediterráneo. Para Braudel, el medio ambiente equivalía a la forma de la tierra - montañas, llanuras, mares -, vista como un elemento casi intemporal que conformaba la vida humana en procesos de larga duración.
Para Braudel, la historia comprendía mucho más que la sucesión de eventos en vidas individuales: en la más amplia de las escalas, existía una historia que era vista desde la perspectiva de la naturaleza, una historia "en la que todo cambio es lento, una historia de constante repetición, de ciclos siempre recurrentes". Los Annalistes franceses vieron reanimarse sus intereses ambientales en el marco de los movimientos populares de la década de 1960 y de principios de 1970. En 1974, la revista dedicó un número especial al tema de "Histoire et Environment", en ésta, Emmanuel Le Roy Ladurie, dice que la historia ambiental une los más viejos y los más nuevos temas en la historiografía contemporánea: la evolución de las epidemias y el clima, dos factores que hacen parte integral del ecosistema humano; las series de desastres naturales agravados por la falta de previsión, o incluso por la absurda "voluntad" de los colonizadores; la destrucción de la naturaleza, ocasionada por el crecimiento de la población y/o por los predadores del sobreconsumo industrial; los males de origen urbano e industrial, que dan lugar a la contaminación del aire o el agua; la congestión humana o los niveles de ruido en las áreas urbanas, en un período de acelerada urbanización.
Mucho del material
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