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Historia De Honduras


Enviado por   •  11 de Octubre de 2014  •  1.648 Palabras (7 Páginas)  •  244 Visitas

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LA LEYENDA NEGRA y LA LEYENDA ROSA

LA LEYENDA NEGRA

Se designa así a la corriente de opinión antiespañola que se desató en Europa durante los siglos XVI-XVII. Comenzó siendo una crítica a los abusos cometidos en la conquista de América y derivó luego hacia una crítica general del imperialismo español, en particular de la política de Felipe II.

«La leyenda negra es un término inventado por Julián Juderías, un funcionario del Ministerio de Estado, colaborador del Instituto de Reformas Sociales, más tarde académico de la Historia, que en un concurso literario celebrado en 1913 presentó un libro, que sería premiado, con el título: La Leyenda negra y la verdad histórica. Un año más tarde el libro se publicaría, con el título más restringido de La Leyenda negra. Juderías definía así la Leyenda negra:

“Por leyenda negra entendemos el ambiente creado por los fantásticos relatos que acerca de nuestra patria han visto la luz pública en todos los países, las descripciones grotescas que se han hecho siempre del carácter de los españoles como individuos y como colectividad, la negación o por lo menos la ignorancia sistemática de cuanto es favorable y hermoso en diversas manifestaciones de la cultura y el arte, las acusaciones que en todo tiempo se han lanzado contra España, fundándose para ellos en hechos exagerados, mal interpretados o falsos en su totalidad.”

Aquí no están mis juicios de valor al respecto porque parto de un principio: la idea de que no ha existido la mítica leyenda negra en tanto que no ha habido, a nuestro juicio, esa crítica negativa sistemática, feroz, unánime, intencionadamente destructiva hacia España o los españoles. [...] En situaciones de crisis, en España se ha tendido claramente al ensimismamiento y de ahí a un extraño complejo de persecución, un síndrome de ansiedad depresiva que incluso algunos psiquiatras han intentado explicar psicotapológicamente (López Ibor: El español y su complejo de inferioridad. Madrid, 1951). [...]

El contenido de la llamada leyenda negra debe matizarse separando el conjunto de opiniones negativas vertidas sobre España en función de la labor española en América de las que inciden específicamente en la valoración de la política, la cultura o el carácter españoles. En el primer caso, “la leyenda negra americana”, lo que se plantea es el debate en torno a la valoración del régimen colonial español, sus presuntas especificidades en comparación con otros colonialismos; en el segundo caso, el trasfondo de la cuestión no es otro que el problema de la inserción de España en Europa, su papel, sus posibles aportaciones.

Por otra parte, no solo existe crítica negativa hacia España, también la hay apologética, que merecería, obviamente, el nombre de leyenda rosa. Ambas (leyenda negra y leyenda rosa) se insertan en las guerras de opinión que es establecen entre los distintos protagonistas de la escena histórica mundial. [...]

Contenciosos históricos o rivalidades coyunturales han agriado la imagen de tal o cual país por parte de sus vecinos. Las críticas negativas sobre España, unas veces cargadas ciertamente de malevolencia despectiva, otras, expresión de banales y estúpidos tópicos, son la derivación de muchos factores: desde nuestro aislamiento histórico generador de ignorancias y desconocimientos recíprocos a la prepotencia de una época –los siglos XVI y XVII– en que la hegemonía española en Europa provocó no pocas envidias y resentimientos. [...]

Si en el siglo XVI la hegemonía imperial española suscitó críticas de carácter esencialmente político-religioso en los siglos XVII y XVIII, la agresividad europea hacia España se proyectó hacia la antropología –el carácter español– y en el siglo XIX la imagen española en Europa se frivoliza y las viejas acusaciones se acaban diluyendo en tópicos andalucistas muchas veces delirantes. Las críticas también varían según los países. [...]

Hacia 1540, el modelo político diseñado por los erasmistas consejeros de Carlos V de una Europa identificada con el principio de la Humanitas cristiana regulada por el Emperador –el Diálogo de Mercurio y Carón de Alfonso de Valdés constituirá una de las obras más definitorias de este modelo– está en crisis. La escalada protestante y las primeras agitaciones sociales del Estado moderno junto al progresivo avance de las conciencias nacionales, condenaron la idea imperial y europeísta al fracaso. [...]

La Europa renacentista sería ahogada por la irrupción de las nacionalidades, unas nacionalidades que, en buena parte, alimentarán su identidad en función de la propia competencia con los demás. La verdad es que en la guerra de opinión que suscitó el surgimiento de las nacionalidades, España nunca hizo gala de una actitud particularmente receptiva a lo foráneo.

No ha sido precisamente demasiada integradora la actitud española hacia los elementos extraños. Por lo pronto se condenó a judíos y moriscos, tan españoles como los cristianos viejos, al extrañamiento con la represión y la expulsión como último acto de liquidación del problema racial-religioso que fue conceptualizado como nacional. El concepto reduccionista nacional católico de España pasaba por la descalificación histórico-nacional de los otros, los no cristianos.» [García Cárcel, Ricardo: La leyenda negra. Historia y opinión. Madrid: Alianza, 1992, p. 13-22]

LA LEYENDA ROSA

No todo fueron críticas negativas desde el extranjero. Hasta los libelistas franceses

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