Historia De La Museologia

Historia de la Museología

En principio en Egipto y Mesopotamia el poder estaba en manos de la religiosidad y el reinado quienes mantenían a los artistas y los proveían de todos los materiales necesarios para realizar sus obras las cuales mayormente eran objetos preciosos que adornaban los templos, tumbas y santuarios, de esta forma podían controlar todas las producciones artísticas. En la Monarquía mesopotámica se sigue limitando el arte y su comercio, el monarca Asurbanipal traslada un botín de guerra desde Egipto a Nínive, dos obeliscos y 32 estatuas que fueron colocadas temporalmente en las puertas de Assur para que el pueblo las admirara, sin embargo en Creta comenzó una industrialización de obras lo q daría paso a finalizar el coleccionismo autocrático.

Grecia abre paso al comercio romano, pero las artes que se encontraban en los templos seguían siendo resguardadas por la iglesia, de aquí nacen los objetos con carácter religioso que son colocados en los palacios para ser admirados por los ciudadanos. En el siglo V estas obras ya no se ven con carácter religioso sino que son admiradas por su calidad y autor.

En el helenismo surge el gusto por el arte y las colecciones artísticas, lo que llevo a la creación de instituciones culturales, Atalo I expuso en la Acrópolis de Pérgamo estatuas y cuadros y Eumene II inicio las reproducciones de obras originales.

En Roma la imagen lo es todo, sobresale la visualidad. El arte se basa en la expoliación y botines de guerra. Lo que llevo a que el primer descubrimiento de arte griego fuera gracias al expolio de Marcelo en Siracusa, al llevarse estatuas y cuadros de tierras helénicas, luego esto permitió que la Republica mantuviera un prestigio y status social estable. Desde entonces, aquellos jefes que triunfaran en las campañas militares siempre traían consigo su “trofeo”, con los cuales adornaban sus hogares, lo que ocasiono que se consolidara completamente el coleccionismo.

Los miembros dirigentes de la sociedad tenían que contar con una biblioteca, pinacoteca, obras de arte, bronces griegos y helenísticos y era obligatorio tener conocimiento sobre las obras, esto llevo a que el coleccionismo se transformara en un pasatiempo. Más tarde la obtención de estas obras se convertiría en una inversión de capital, debido a la competitividad de coleccionar dependiendo, de la antigüedad, rareza, originalidad y otras características.

Al pasar el tiempo en Roma se inició la idea de dar utilidad pública a las obras de arte, gracias a Marco Agripa, quien tuvo la idea de que las colecciones deberían ser reagrupadas, lo que daba derecho al pueblo y podría decirse que surgió como una declaración de un patrimonio cultural de todos.

Con el imperio bizantino las obras producidas en los talleres o importadas como botín, exponen un gusto oriental. El arqueólogo y coleccionista Constantino Porfigenito instituyo que durante las fiestas religiosas y políticas se expusiesen obrar de propiedad real en el pentapyrgion (vitrina de exposición).

Con la Edad Media, la Iglesia es la única forma de museo público, los objetos que reciben como donaciones reales pasan a formar parte del tesoro eclesiástico y pasas a ser minuciosamente inventariados; otros eran obtenidos por robos, saqueos con gran valor económico, alguna de estas piezas se transformaban en dinero al fundir los materiales. Del monopolio eclesiástico, el protector de la Cristiandad, Carlomagno, así como Teodorico y Federico II, impusieron en sus cortes un programa cultural, que comprendían unas normas clásicas renovadas que eran seguidas por los talleres del palacio, de estos centros surge la cultura humanista del Renacimiento.

Fuera del ámbito monacal, surgió un estilo caballeresco cortesano (el gótico), que inicio con el urbanismo y produjo una transformación social que determino las tres esferas del coleccionismo: la religiosaclerical, la cortesana y la burguesa. Nace el gusto por lo profano, decorar las viviendas con respecto a las normas estéticas vigentes.

La Aristocracia va dejando pasos a las artes gráficas asequibles a sectores sociales más amplios y democráticos al ofrecerse en precios más económicos. Esto produjo una evolución artística y el mercado del arte se amplia y se pueden acceder a lugares de ventas (estudios, talleres, librerías…). El gótico tardío daba paso a un equilibrio de nivelación social.

Con el humanismo renacentista surge una renovación total del coleccionismo, se aferraron a una unidad cultural, pero con peculiaridades intrínsecas de cada momento histórico, al valor hedonístico y económico romano de la obra, el Renacimiento añade un valor formativo y científico (valor pedagógico) al contacto con la obra antigua. Se hacen apreciaciones culturales que llevan a interpretar la cultura clásica que es solo accesible a una minoría. Luego se pasa a una segunda etapa, hedonista que corresponde al desarrollo de la Signoria, el público conocedor del renacimiento está compuesto por las cortes principescas y la burguesía ciudadana que aún no han olvidado los atractivos cortesanos del gotico y la aristocracia.

La burguesía encarga obras para donaciones eclesiásticas, pero luego empiezan a comprar obrar para adornas sus casas. La aristocracia cortesana acumulaba tenía como obligación por moda, recolectar o encargar obras de grandes artistas como Botticelli, Uccello, Veneziano, entre otros. Las habitaciones nobles (salones, bibliotecas, estudios…), eran decoradas según elección de los artistas, escultores o pintores contratados. Pero en el caso de los Medici, hubo una participación directa en los encargos. El coleccionismo incidía de forma directa e impositiva sobre el arte del momento dejando una tradición que persistiría más tiempo.

Durante el Manierismo, época en que se revisan los valores estéticos de lo Clásico, lo Bello, lo Armonioso o lo Rítmico, surge una visión del mundo anti clásica pero basada en normas clásica, esto irrumpía en la historia de los estilos artísticos clásico y barroco, lo que llevo a que el hombre manierista tuviera perdida de fe, con expresiones distorsionadas, actitudes separadas de la naturaleza, solo entendibles por un pequeño sector de la sociedad y repleto de complejidades intelectuales. En este periodo se fabricaron teorías estéticas tales como la teoría de la “idea” y del “genio” que sacaba a los artistas de su condición de inferioridad social para ser beneficiados con fuertes sumas de dinero y que más tarde impusieron sus dogmas en el mercado del arte.

A esto se añadió un fenómeno cultural para el desarrollo del coleccionismo: la tratadística del arte, que era una nueva forma de prestigio para el artista. Con el desarrollo de los tratados de arte los pintores estarían sometidos

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