Historia De La UMSNH
Enviado por marianatto • 19 de Marzo de 2013 • 2.878 Palabras (12 Páginas) • 1.217 Visitas
INTRODUCCIÓN
La Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo en la actualidad es la institución de educación superior de mayor tradición y reconocimiento en el estado de Michoacán. En este ensayo hablaremos de la historia de ésta universidad, desde su comienzo y la relacionaremos con la historia de la Facultad de Ciencias Médicas y Biológicas “Dr. Ignacio Chávez”.
Se analizarán los cambios más notables durante la historia de la universidad, su desarrollo, el apoyo que ha recibido del gobierno, los antecedentes de la universidad y el impacto que ha tenido en el Estado de Michoacán.
También se abordaran los temas sobre los cambios históricos que ha sufrido a través del tiempo y se hablará un poco sobre personajes que fueron muy transcendentales en su historia.
También se describirá más detalladamente cómo fue que se formó la Facultad de Facultad de Ciencias Médicas y Biológicas “Dr. Ignacio Chávez” desde antes de que fuera reconocida y quiénes estuvieron involucrados en los cambios benéficos de ésta.
DESARROLLO TEMÁTICO
HISTORIA DE LA UNIVERSIDAD MICHOACANA DE SAN NICOLÁS DE HIDALGO
La historia de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo comienza en1540, año en que don Vasco de Quiroga fundara el Colegio de San Nicolás Obispo en la ciudad de Pátzcuaro, con el propósito de formar sacerdotes que lo auxiliaran en la evangelización de los habitantes del territorio que estaba a su cargo.
Durante éste tiempo, Vasco de Quiroga mostró especial preocupación por consolidar dicha institución educativa y gracias a sus negociaciones, Carlos I de España expidió una Cédula Real el 1o. de mayo de 1543, en la que aceptaba asumir el patronazgo del colegio, con lo que a partir de esa fecha se llamaría: “El Real Colegio de San Nicolás Obispo”.
En 1574, se entregó responsabilidad académica a la Orden de los Jesuitas porque la Iglesia postridentina quería que el colegio estuviera orientado a formar sacerdotes.
Seis años después, con el cambio de la residencia episcopal de Pátzcuaro a Valladolid, San Nicolás también fue trasladado al Colegio de San Miguel Guayangareo. La nueva sede catedralicia representó un gran avance para el fortalecimiento del obispado.
A pesar de muchos problemas internos, el Colegio de San Nicolás continuó durante mucho tiempo con sus actividades normales sin hacer cambios drásticos en sus aulas, dónde se enseñaba lo indispensable para atender los servicios religiosos de los españoles y evangelizar a los indígenas.
Fue hasta fines del siglo XVII que el Colegio de San Nicolás sufrió una profunda reforma en su reglamento y constituciones, lo que sirvió de base para modificar el plan de estudios y también se incluyeron las materias de Filosofía, Teología Escolástica y Moral; después, el 23 de noviembre de 1797, un Real Decreto concedió a San Nicolás el permiso de incluir las cátedras de Derecho Civil y Derecho Canónico.
A principios del siglo XIX, el plantel atravesaba por los momentos más sólidos de su existencia y todo parecía indicar que se lanzaba a una carrera ascendente dentro del mundo intelectual novohispano. Sin embargo, las consecuencias del movimiento de independencia acaudillado por un selecto grupo de maestros y alumnos nicolaitas.
La ciudad de Valladolid, sede del Colegio, y en general el obispado de Michoacán fueron escenarios fundamentales en el proceso de la independencia a lo largo de los once años que duró. Valladolid fue en muchos sentidos la “cuna ideológica” de la independencia, pues en la ciudad existía un ambiente intelectual propicio para el florecimiento del espíritu crítico, de proyectos de renovación y de ideas ilustradas y liberales: gérmenes de la idea de la independencia. Ese ambiente lo construyeron, con su labor académica, administrativa o eclesiástica, hombres como los jesuitas Benito Díaz de Gamarra y Francisco Javier Clavijero, o los capitulares fray Antonio de San Miguel, Juan Pérez de Calama, Manuel de la Bárcena y Manuel Abad y Queipo.
El Colegio de San Nicolás tuvo un papel muy importante durante éste tiempo. Por sus aulas pasaron, ya sea como alumnos o como maestros, muchos de quienes habrían de ser los principales líderes de la independencia. Recordamos que Hidalgo impartió clases y fue tesorero, vicerrector y rector en San Nicolás, antes de ocuparse de sus curatos en Colima y Guanajuato y también fue uno de los principales conspiradores de Querétaro; el canónigo Manuel de Iturriaga, fue el sucesor de Hidalgo en el rectorado del mismo colegio. Podemos mencionar a algunos de los jefes rebeldes que pasaron por San Nicolás: José María Morelos, estudió gramática y latín en San Nicolás de 1790 a 1792; Ignacio López Rayón, otro michoacano, estudió en San Nicolás gramática y retórica; y José Sixto Verduzco, nacido en Zamora, estudió en San Nicolás gramática latina cuando Hidalgo era rector, y ya graduado de doctor teólogo participó en exámenes de oposición en el mismo colegio del que fue también rector. Y dado a éste acontecimiento, gobierno virreinal se vio obligado a clausurar el colegio.
Una vez consumada la independencia de México, la principal preocupación del nuevo gobierno se centró en la reorganización nacional con base en un nuevo proyecto basado en la educación. De esta manera, los procesos para la reapertura del plantel se iniciaron durante la década de los años veinte y tras una larga negociación entre la Iglesia y el Estado, el Cabildo Eclesiástico cedió el 21 de octubre de 1845 a la Junta Subdirectora de Estudios de Michoacán el patronato del plantel.
Con esto, el gobernador Melchor Ocampo procedió a su reapertura el 17 de enero de 1847, dándole el nombre de Primitivo y Nacional Colegio de San Nicolás de Hidalgo, con ello se inició una nueva etapa en la historia de la institución.
En la segunda mitad del siglo XIX, la química, la física, la cosmografía, las matemáticas y la biología se comenzaron a impartir en las aulas nicolaitas; laboratorios y bibliotecas se enriquecieron con importantes adquisiciones realizadas por el gobierno michoacano en países europeos y su patrimonio se engrandecía con donaciones que le hacía el ejecutivo estatal provenientes de los bienes secularizados a los templos y conventos michoacanos. La nueva etapa que comenzaba en la entidad fue portadora de bases sólidas para la creación de una universidad en nuestro estado.
Este proyecto se consolidó al triunfo de la Revolución Mexicana, cuando el ingeniero Pascual Ortíz Rubio logró establecer la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo el 15 de octubre de 1917, formada con el Colegio de San Nicolás de Hidalgo, las Escuelas de
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