Historia Del Diseño Grafico
Enviado por enmasoza • 10 de Abril de 2015 • 1.854 Palabras (8 Páginas) • 252 Visitas
Zeitgeist es una palabra alemana que no tiene
equivalente en otras lenguas; significa «el espíritu
del tiempo» y hace referencia a las tendencias y los
gustos culturales que son característicos de un momento
histórico determinado. Debido a su inmediatez y a su
carácter efímero, a los que hay que añadir su vínculo con
la vida social, política y económica de su cultura, el diseño
gráfico puede expresar el Zeitgeist de una época mejor que
muchas otras manifestaciones humanas. Ivan Chermayeff,
un diseñador destacado, ha dicho que «el diseño de la
historia es la historia del diseño».
Desde tiempos prehistóricos, el ser humano ha buscado
formas de expresar visualmente ideas y conceptos, de
almacenar conocimientos de forma gráfica y de ordenar y
aclarar la información.
A lo largo de la historia, diversas personas (por ejemplo,
escribas, impresores e ilustradores) han satisfecho estas
necesidades. Sólo cuando en 1922 el destacado diseñador
de libros William Addison Dwiggins acuñó la expresión
«diseño gráfico» para describir sus actividades como
individuo que aporta orden estructural y forma visual a las
comunicaciones impresas, esta profesión incipiente recibió
un nombre adecuado. Sin embargo, el diseñador gráfico
contemporáneo es heredero de unos antepasados
distinguidos. Los escribas sumerios que inventaron la
escritura, los artesanos egipcios que combinaban palabras
e imágenes en los manuscritos sobre papiro, los xilógrafos
chinos, los iluminadores medievales y los impresores y
cajistas del siglo XV que diseñaron los primeros libros
impresos europeos forman parte del rico patrimonio y de
la historia del diseño gráfico. En general, se trata de una
tradición anónima, porque el valor social y los logros
estéticos de los diseñadores gráficos, muchos de los cuales
han sido artistas creativos de extraordinaria inteligencia y
visión, no han recibido suficiente reconocimiento.
La historia es en gran medida un mito, porque el historiador
mira hacia atrás, a la inmensa red descontrolada del esfuerzo
humano, e intenta reconstruir una telaraña de sentido. El
exceso de simplificación, la ignorancia de las causas y sus
efectos y la falta de un punto de vista objetivo son graves
riesgos para el historiador.
Cuando tratamos de registrar los logros del pasado, lo
hacemos desde la perspectiva de nuestro propio tiempo
y la historia se convierte en un reflejo de las necesidades,
las sensibilidades y las actitudes de la época del cronista,
además de representar los logros de épocas pasadas. Por
mucho que uno se esfuerce por ser objetivo, las limitaciones
del conocimiento y la perspicacia humanos acaban
por inmiscuirse.
El concepto del arte por el arte, de un objeto hermoso que
existe exclusivamente por su valor estético, no apareció
hasta el siglo XIX. Antes de la revolución industrial, la
belleza de las formas y las imágenes que creaba el hombre
estaba vinculada a su función en la sociedad humana. Las
características estéticas de la cerámica griega, los jeroglíficos
egipcios y los manuscritos medievales estaban totalmente
integradas con su utilidad y el arte y la vida formaban
un todo cohesionado. Todo el estruendo de la revolución
industrial puso al mundo cabeza abajo en un proceso de
agitación y avance tecnológico que sigue acelerándose cada
vez con mayor rapidez. Al sacudir las artes y los oficios
y sacarlos de su papel económico y social, la era de la
mecanización creó un abismo entre la vida material de las
personas y sus necesidades sensoriales y espirituales.
Así como hay voces que reclaman que la humanidad
recupere su unidad con el entorno natural, cada vez hay
mayor conciencia de la necesidad de restaurar los valores
humanos y estéticos en el ambiente creado por el hombre
y en las comunicaciones de masas. Las artes del diseño
(arquitectura y productos, moda, interiorismo y diseño
gráfico) ofrecen uno de los medios para esta recuperación.
Una vez más como refugios de la sociedad, los objetos y
las comunicaciones pueden unir a un pueblo. Se pueden
recuperar los valores estéticos y espirituales que están en
peligro.
Una integridad de necesidad y espíritu, reunida a través
del proceso del diseño, puede contribuir en gran medida
a la calidad y la razón de ser de la vida en las sociedades
urbanas.
Esta crónica del diseño gráfico está escrita con la convicción
de que, si comprendemos el pasado, seremos más capaces
de continuar una herencia cultural de formas hermosas y
comunicación eficaz.
Si pasamos por alto este legado, corremos el riesgo de
hundirnos en la ciénaga sin sentido de un comercialismo
cuya visión de topo pasa por alto los valores y las necesidades
humanos mientras escarba cada vez más hacia la oscuridad.
Historia del Diseño Gráfico
La invención de la escritura
No se sabe con precisión cuándo ni dónde surgió la
especie biológica del hombre consciente y pensante,
el Homosapiens. La búsqueda de nuestros orígenes
prehistóricos sigue empujando hacia atrás en el tiempo las
primeras innovaciones de nuestros antepasados. Se supone
que hemos evolucionado a partir de una especie que vivió
en la parte meridional de África. Aquellos homínidos
primitivos se atrevieron a salir a las praderas y a las
cavernas a medida que los bosques fueron desapareciendo
lentamente en esa parte del mundo. En la hierba alta,
comenzaron a mantenerse erguidos. Tal adaptación pudo
haber servido para vigilar la presencia de depredadores,
para intimidar a los enemigos al incrementar el tamaño
aparente de los homínidos o para empuñar las ramas
como armas. En cualquier caso, la mano desarrolló la
capacidad de transportar alimentos y sujetar objetos. Una
piedra de casi tres millones de años de antigüedad hallada
cerca del lago Turkana, en Kenia, que había sido pulida
hasta convertirla en un utensilio demuestra el desarrollo
deliberado de una tecnología: un instrumento. Es posible
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