Historia Del Neocolonialismo

El Neocolonialismo como nueva estrategia de contención

Introducción

A finales del siglo XVIII y comienzos del XIX el colonialismo europeo comenzó a experimentar una serie de transformaciones, las cuales resulta importante analizar. Entre estas, se resaltan: 1) la aparente desaparición de los Imperios (principalmente europeos) de América; y 2) la intensificación de la expansión colonial europea por Asia y África mediante la constitución de nuevos imperios.

Lo anterior originó, en palabras de Martínez (1992:14), “el triunfo de los movimientos de independencia americanos (…) y la proyección en el mundo ultramarino del proceso económico europeo y la revolución industrial, produciendo a lo largo del siglo XIX todo un replanteamiento de la acción expansiva y de la política colonial europea, con intervenciones y ocupaciones en función de las nuevas necesidades e intereses de la economía capitalista por parte de las nuevas potencias industriales”.

Si bien, estas “victorias independentistas” pudieron contribuir a la expansión y desarrollo de los países colonizados y de manera particular, a Guatemala, del cual se hará una notable mención, es imperante señalar que según Martínez, las necesidades e intereses se comportan de manera volátil, es decir, cambian según el contexto en el que se encuentren; pero sobre todo, se caracterizan por su regeneración constante. En otros términos, mientras existan necesidades e intereses, posiblemente existirán intervenciones, o procesos neocolonizadores, como se le llamará en el presente ensayo.

Por tal motivo resulta llamativo reflexionar al respecto a partir de la siguiente pregunta ¿Cuál ha sido el efecto de estos procesos en el desarrollo democrático guatemalteco?

El ayer en retrospectiva para comprender el hoy

Panorama general del Colonialismo en América Latina

La importancia de la expansión colonial, los procesos de independencia y los posteriores “pactos de integración” estriban más en los efectos de estos que en la singularidad como fenómeno mundial.

En palabras de E. Kroppendorff, citado en Martínez (1992:14), durante el colonialismo “se desarrollaron las bases estructurales del sistema internacional contemporáneo, produciéndose en este proceso la acumulación primitiva y original del capital por medio del comercio y la exportación, que llevan a la revolución industrial, que es a su vez el punto de partida del cambio histórico más radical que ha experimentado la humanidad”.

Llama la atención que las intervenciones, mencionadas hasta el momento, se enmarcan principalmente dentro de los procesos económicos.

Fases del Colonialismo

En la historia del Colonialismo y su expansión a nivel mundial, es necesario señalar tres grandes etapas que se relacionan de manera intrínseca con la evolución y el desarrollo social, político y económico de los países influenciados por él. Según Martínez (1992: 15) estas son:

1. La primera fase (desde mediados del siglo XV hasta finales del siglo XVIII): En la cual se manifiesta la génesis de la expansión colonial, su mantenimiento y desarrollo sobre una base económica de tipo mercantilista. Cabe mencionar que en esta etapa, las posesiones europeas se concentraron principalmente en América.

2. La segunda fase (desde comienzos del siglo XIX hasta 1880): Se caracteriza por la renovación y transformación del colonialismo en función de las nuevas necesidades e intereses europeos. Aunado a ello, el fortalecimiento de grupos locales europeos instalados en las periferias, resulta un elemento esencial a destacar.

3. La tercera fase (desde 1880 hasta la Segunda Guerra Mundial): Corresponde a la plenitud del Colonialismo e Imperialismo europeo, principalmente en materia política y económica.

Es de esta manera como el viaje para comprender diversos procesos neocolonizadores comienza a gestarse, principalmente en América: primer continente en ser colonizado por europeos (españoles y portugueses mayoritariamente), concluyendo en el siglo XVIII cuando se completa y redistribuye la colonización en el continente previamente mencionado.

El proceso de descolonización

En términos generales, la descolonización es el proceso histórico mediante el cual las colonias dependientes de Europa alcanzan su independencia (al menos a nivel político). Esta tuvo su génesis entre finales del siglo XVIII y comienzos del XIX. Sin embargo, su auge no fue sino hasta concluida la Segunda Guerra Mundial.

Compartiendo las palabras de E.J Osmanczyk, citado en Martínez (1992: 81-82), la descolonización “es el proceso de liquidación del sistema colonial en el mundo y la creación de Estados independientes en los antiguos territorios dependientes”.

Entonces, y según las palabras de Osmanczyk, la descolonización significó la lucha de los nuevos pueblos y países contra el predominio colonial de las naciones europeas, las cuales perdieron, en apariencia, su influencia política y económica en estos espacios geográficos.

Sin embargo, es importante hacer una diferencia entre las escasas colonias que lograron obtener su plena independencia, es decir, tanto en lo político como en lo económico, de las que, en su mayoría, solo lograron una independencia política pero que aún continúan dependiendo económicamente de las grandes potencias; comenzando así a hacer eco el termino de Neocolonialismo, el cual se tratará más adelante.

Fases del proceso descolonizador

En el proceso histórico de la independencia y la descolonización de pueblos y países no europeos es importante señalar diversas fases según Martínez (1992: 82-83):

1. En el periodo de entreguerras (1919 y 1945): En las colonias afroasiáticas los movimientos nacionalistas iniciaron los primeros intentos independentistas.

2. En la inmediata posguerra (1945 y 1955): los movimientos nacionalistas se extienden principalmente por Asia; registrándose así, las primeras revoluciones e independencias de la casi totalidad de los países de Asia Oriental, meridional y del Sureste.

3. Luego de la revolución egipcia (1952): los procesos de independencia se consolidan en los países de África.

Sin embargo, por motivos didácticos, es importante resaltar una fase en particular, la cual es concerniente a la independencia en América, en donde “como claros antecedentes a la descolonización que caracteriza al siglo XX se producen, por un lado, la independencia de las colonias británicas e hispano-portugueses de América, entre finales del siglo XVIII y comienzos

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