Historia Universal
Enviado por adrianavalvanera • 13 de Marzo de 2014 • 2.750 Palabras (11 Páginas) • 220 Visitas
Historia Universal
La historia puede definirse, en un sentido amplio, como una ciencia social que permite conocer la evolución de los procesos humanos, desde los orígenes de las primeras comunidades, hasta nuestros días: la forma de vida de nuestros antecesores, los acontecimientos que protagonizaron y su influencia en la conformación de la sociedad contemporánea.
Etimológicamente la palabra “historia” proviene del griego Istoría (ἱστορία), que significaba “investigación”, “información” o conocimiento adquirido por “investigación”. Sin embargo, la palabra posee diversos sentidos:
a) Conjunto de hechos que han tenido como protagonista a la Humanidad.
b) Periodo de tiempo transcurrido entre la aparición de la escritura hasta nuestros días.
c) Relato que de los hechos humanos hacen los historiadores (historiografía).
d) Ciencia que tiene por objeto el estudio de la evolución de la humanidad y los acontecimientos del pasado.
2.- Las Fuentes de la Historiografía.
La historiografía que es el conjunto de técnicas y métodos propuestos para describir los hechos históricos acontecidos y registrados requiere el empleo correcto del método histórico y el sometimiento a los requerimientos típicos del método científico. Para esto, utiliza diversas fuentes (primarias o secundarias, directas o indirectas) y ciencias auxiliares. Entre las fuentes de la historia destacan los “documentos” que atestiguan un hecho histórico (manuscritos, impresos, inscripciones, anales, crónicas, memorias, etc.). Diversas instituciones públicas y privadas coleccionan y custodian documentos en archivos y bibliotecas bajo la dirección de funcionarios especialistas (archiveros, conservadores y bibliotecarios) quienes forman catálogos, índices e inventarios para facilitar su consulta. Pero también constituyen fuentes de la historia los “monumentos” cualquiera sea su tamaño y que constituyen todos los restos materiales del pasado (templos, fortificaciones, estatuas, utensilios, armas, monedas, etc.). Finalmente la “tradición” oral y escrita también constituye una importante fuente histórica entre muchas otras.
3.- Las Ciencias Auxiliares.
La historia se apoya en otras ciencias que suministran o facilitan los medios para comprender y analizar las fuentes.
En la mitología griega, Clío era la musa o diosa protectora de la Historia, además de la poesía épica. Entre las principales, destaca la arqueología que estudia los restos materiales del pasado; la paleografía encargada de descifrar los documentos antiguos; la epigrafía, cuyo objeto es descifrar las inscripciones grabadas sobre piedra o metal; la etnografía que estudia las razas humanas, tratando de determinar su formación, clasificación y distribución geográfica; la filología que estudia las obras literarias y las lenguas desde el punto de vista de la crítica de los textos y la gramática; la geografía, que sirve a la historia para localizar los hechos en su contexto; etc.
4.- La Crítica Histórica.
Para conocer la verdad de lo acontecido en el pasado, es preciso determinar el verdadero valor de las fuentes. Esta crítica se realiza en dos etapas: crítica externa y crítica interna. La crítica externa estudia las fuentes para determinar si son auténticos o falsificados. Una vez demostrada la autenticidad, la crítica interna se encarga de estudiar si el contenido de lo que informa es veraz, pues una fuente puede ser auténtico y afirmar, no obstante un hecho falso o erróneo. Empero, para obtener el conocimiento más certero del pasado, la labor más difícil es la interpretación de los hechos que cuando es acertada, permite comprender el sentido de la historia.
DIVISIÓN DE LA HISTORIA UNIVERSAL
1.- Periodización Histórica.
La Historia ha sido dividida con fines de conocimiento en diversos periodos que poseen rasgos comunes entre sí, lo suficientemente importantes como para hacerlos cualitativamente distintos de otros y facilitar su aprendizaje.
La cronología que se encarga de determinar el orden y la fecha de los sucesos históricos junto a la geografía han llegado a constituirse en los “ojos de la Historia”. Para computar los tiempos, se ha utilizado la fijación de una era o punto de partida que siempre es un hecho histórico fundamental para las diferentes culturas como el nacimiento de Cristo (año1), el inicio de las olimpíadas (776 a. C.), la fundación de Roma (753 a.C.), la hégira de Mahoma de La Meca a Medina (622 d.C.), etc.
La vida de la humanidad comprende un larguísimo período conocido como “prehistoria” o “paleo historia”, al que le sigue a partir de la invención de la escritura, la “historia”. Los tiempos históricos, de los cuales poseemos documentos escritos, comienzan sólo unos 4.000 años a. C. A medida que los tiempos históricos se han ido alargando, ha sido preciso dividirlos en períodos. El primero en hacerlo fue el humanista holandés Cellarius o Keller, que vivió en el siglo XVII, cuando aún no se sabía de la prehistoria. Cellarius dividió la historia en los tres períodos que han llegado a ser clásicos:
a) Antigüedad, hasta la caída del Imperio Romano de Occidente (476);
b) Edad Media, hasta la Caída del Imperio Romano de Oriente (1453) o el Descubrimiento de América (1492);
c) Tiempos Modernos, hasta la época de Cellarius.
Posteriormente hubo que prolongar los tiempos modernos hasta la Revolución Francesa (1789) y agregar una nueva época;
d) Época Contemporánea, que abarca lo ocurrido después de la Revolución Francesa hasta el presente.
2.- Generalidades sobre la Prehistoria
Se da el nombre de prehistoria al período anterior a la invención de la escritura o de otra manera, el periodo que comienza con la aparición del hombre y termina en el momento en que éste inventa la escritura.
Como los primeros restos materiales que han permitido establecer la existencia del hombre prehistórico son los vestigios de su industria (armas y utensilios), se ha dividido la prehistoria atendiendo a las etapas por las cuales pasó dicha industria: edad de la piedra y edad de los metales.
La Edad de la Piedra, que se subdivide en dos períodos: el Paleolítico (“piedra antigua”) o época de los utensilios de piedra tallada y el Neolítico (“piedra nueva”), o época de los útiles de piedra pulimentada. A su vez, la Edad de los Metales, se subdivide en tres períodos: Edad del cobre, Edad del bronce y Edad del hierro.
Estas épocas son aplicables a la evolución de todos los pueblos, sin distinción de continentes ni de países; pero no se produjeron en forma simultánea en todas partes.
El paleolítico constituye el más largo período de la Edad de la Piedra
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